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El Precio de la Salvación

La Crucifixión
Pienso que una de las cosas que más me molestan cuando presento el evangelio a las personas, es que me digan que lo que les estoy presentando es demasiado fácil. Conste que estoy de acuerdo que el plan de salvación no es nada confuso, ni es complicado, verdaderamente el plan de salvación es sencillo. Lo único que uno tiene que hacer es arrepentirse de sus pecados, invitar a Cristo a entrar en su corazón para ser su Salvador, rechazando todo y depositando su confianza únicamente en Él, no hay nada complicado en esto, es sencillo; pero mientras que es sencillo. No es fácil ni barato, de hecho, el precio de la salvación es de incalculable valor: a Dios le costó su vida entregarnos la salvación.   El profeta Isaías, en su capítulo 53, versículos 3-7, habló del personaje de Cristo Jesús, muchos años antes de que este viniera al mundo. Dice: “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió Él nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga, fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros. Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja ante sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca”.   Debemos acordarnos, que cuando leemos estos versículos, no estamos hablando de un hombre cualquiera, el que va a pasar por toda esta tortura física y mental, estamos hablando del Hijo de Dios. ¿Y Por qué iba Dios a sujetarse a tales injusticias? Lo hizo para que tú y yo pudiéramos ser salvos, para que pudiéramos tener una escapatoria del lugar donde merecemos ir por nuestra rebelión contra Él. Lo hizo para librarnos de las llamas del infierno. Lo hizo porque nos ama con todo su ser, por eso es que se humilló a tal tratamiento, sí, el plan de salvación es sencillo, no es complicado, pero no por eso es fácil, ni barato.   En nuestro estudio pasado, hablamos de cómo Jesús, fue juzgado injustamente, por la corte del Sanedrín, vimos cómo lo llegaron a arrestar de noche, sin tener ninguna acusación contra Él. Hablamos de cómo tuvieron que pagarles a testigos falsos para que testificaran en su contra, vimos como todos sus discípulos le abandonaron, uno de ellos le entregó, y otro con juramento y blasfemia, dijo no conocerle. Los que estaban presentes en el cuarto, cuando Jesús era Juzgado, le abofeteaban, le escupían, y le ridiculizaban más allá de lo que ninguno de nosotros hubiéramos aguantado, más Jesús, por amor a la humanidad, lo soportó todo, sin abrir su boca, en defensa de propia. Hubiera podido pronunciar una sola palabra, y todos los que estaban frente a Él hubieran caído de rodillas, pero eso no hubiera beneficiado al hombre, a quien Dios tanto amo; si Jesús hubiera hecho eso, el hombre estaría condenado al infierno, por toda la eternidad. Jesús hizo precisamente lo que tenía que hacer para traer salvación a la humanidad.   Al pasar la noche, bajo la reunión ilegal que llevó a término el Sanedrín, pues era ilegal que se reuniera de noche, llevaron muy de mañana a Jesús ante Poncio Pilatos el procurador romano establecido en Jerusalén. Como el Sanedrín no tenía derecho de dar muerte a nadie, pensaron entrometer a Pilatos para que él llevara a cabo la sucia tarea de dar muerte a Jesús. Pilatos dijo no encontrar nada malo en la persona de Cristo, la acusación de blasfemia no fue pronunciada contra Él. Pilatos, al verse metido en el dilema de echarse de enemigo a los altos funcionarios de la religión judía, en medio de sus festejos religiosos, quiso lavarse las manos por medio de llevar a Jesús ante el rey Herodes, quien se encontraba en esos momentos en Jerusalén a causa de las fiestas. Jesús era de Nazaret, y estaba bajo la jurisdicción de Herodes. Cuando Pilatos lo supo, rápidamente pensó librarse del problema. Jesús fue llevado delante del rey Herodes, quien solo quería ver su magia. Cuando Jesús no hizo ningún milagro para él, Herodes le hizo burla por medio de vestirle con una ropa espléndida y lo enviaron de nuevo a Pilatos. Pilatos, no encontrando de nuevo, delito de muerte en Jesús, se acordó de una costumbre que tenían los judíos de soltar a un preso en tiempos de la pascua, entonces sacó a un malvado llamado Barrabás y preguntó al pueblo si querían que soltara a Barrabás o a Jesús, pensando que seguramente preferirían a Cristo. Cuál fue su sorpresa cuando la gente gritó: ¡Suéltanos a Barrabás! Pilatos llevó a Jesús y mandó a que le azotaran, el azote que los romanos usaban era un cabo de madera con hilos de cuerda que colgaban de un extremo del cabo. Al final de las juntas de los hilos de cuerda, amarraban pedazos de huesos, metal y piedras filosas; al pegar lo azotazos a la víctima, estos objetos puntiagudos y filosos se incrustarían en la carne y al jalarlos de regreso se traerían la carne del cuerpo del individuo, dejando expuesta al aire la carne viva, pero esto no fue lo peor; durante todo este proceso los soldados se burlaban de Él diciéndole: “Profetiza a quien te golpea”, escupiéndole en su cuerpo. Cuando terminaron de azotarle, le hicieron una corona de espinas y se la plantaron en la cabeza de manera que las espinas se encarnaban en su frente, le vistieron con un manto de púrpura y le daban bofetadas diciendo: ¡Salve, rey de los judíos!   Cuando sacaron a Jesús para que Pilatos lo presentara nuevamente al público, Jesús ni se reconocía. Su cabeza y rostro estaban inflamados por haber recibido tantos golpes, su cuerpo estaba hecho trizas por tantos azotes. Jesús no había dormido; había sido lanzado de una autoridad a otra, todo injustamente, pero sin quejarse ni una sola vez; ahora está frente a la multitud, la misma multitud que días antes gritaban: “¡Hosanna, bendito al que viene en el nombre de Dios!”; viéndole ensangrentado y quebrado delante de ellos pudieron haberle tenido misericordia, pudieron haber tenido un cambio de corazón, pero ¿sabes lo que hicieron? Gritaban: “¡Crucifícale, crucifícale!”. Pilatos, lavándose las manos de todo el asunto, entregó a Jesús en manos de sus enemigos, pusieron una pesada cruz sobre sus hombros, lo desnudaron y le hicieron caminar humillado por las calles de Jerusalén, hasta llegar al monte de la calavera. Durante todo este proceso, Jesús solo tenía que decir una sola palabra y batallones de ángeles celestiales, hubieran caído sobre la humanidad para exterminarlos sin misericordia, pero por amor a nosotros, enmudeció. Colgado en la cruz del calvario, pronunció las palabras, tus palabras y mis palabras hubieran sido maldiciones contra la humanidad, pero Jesús dijo: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”. Mi amigo, el plan de salvación es sencillo. No hay nada complicado en cuanto a ello, pero no es fácil, ni barato. Jesús tuvo que soportar lo imposible para que tú y yo pudiéramos obtener la salvación de nuestra alma. Si nunca le has recibido como tu Salvador, ¿por qué no lo haces en este momento? Dile que eres pecador y que sientes mucho por lo que has sido, pídele que te perdone e invítale a entrar a tu corazón para ser tu salvador, hazlo ya. Te prometo que no te arrepentirás.   Vamos a orar. Padre, gracias por lo que Jesús soportó para traer salvación a todo aquel que en Él cree. Sabemos que tuvo que ser muy difícil para ti tener que ver lo que le hicimos a tu Hijo y no hacer nada en cuanto a ello. Gracias por amarnos tanto, Señor. Te pido que en este momento tú ayudes a mis amigos a comprender el mensaje de la salvación para que ellos puedan tener el mismo gozo que me has dado a mí. Ayúdales a entender que el plan de salvación había sido sencillo porque tú así lo has deseado, pero que no es fácil ni barato. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 17, 2023
El Precio de la Salvación

Torturado Injustamente
Me molesta mucho cuando las personas critican el mensaje de salvación que predico, diciendo que es demasiado fácil, lo que sucede es que desconocen el precio de la salvación; es cierto que la manera en que uno llega a salvarse del infierno es algo sencillo, no es complicado ni confuso, pero no por eso es fácil o barato. Jesús tuvo que pagar un gran precio para poder lograr nuestra salvación. Tuvo que dejar su trono en gloria, tomar forma humana y pasar por la vida como cualquiera de nosotros siendo tentado directamente por el diablo, pero sin someterse o ceder a la tentación. El requisito para poder ser nuestro Salvador es que tendría que vivir sin pecado y derramar su sangre sobre la cruz del calvario, ser sepultado y resucitar de la muerte. Todo esto tendría que acontecer para que nosotros pudiéramos tener una escapatoria de la condenación de nuestros pecados, es cierto que lo único que uno tiene que hacer es aceptar la verdad de que es pecador, arrepentirse de su maldad y recibir a Cristo en su corazón como único y suficiente Salvador. Es cierto que la fórmula es sencilla, pero no fue fácil para Jesús obtenerla, tuvo que luchar contra grandes obstáculos para ser nuestro Salvador campeón. Todo lo que le sucedió a Jesús en las últimas horas sobre la tierra, fueron injusticias enormes, en los momentos finales de su vida, ninguno estuvo a su lado si no Dios el Padre; y aún el Padre celestial le abandonó en los momentos de su crucifixión, pues no aguantó ver la carga del pecado de toda la humanidad sobre los hombros de su Hijo amado, en agonía, Jesús clamó: ¡Dios mío, Dios mío, ¡por qué me has desamparado! La noche antes de su muerte, Jesús pidió a sus discípulos que oraran con Él. El maestro divino ya sabía que la hora había llegado. ¿Crees tú que pudieron acompañarle en esos momentos de gran angustia? ¡No!, se dormían, no pudieron orar con Él ni siquiera una hora, por fin Jesús les dejó dormir, no los despertó hasta que habían venido por Él las autoridades, para llevarle a juicio; ¿y sabes quién le entregó en manos de las autoridades? Uno de sus propios discípulos.  Uno de los que habían andado por Él, por tres años, y no le entregó de manera limpia, sino traicionándole por medio de besarle la mejilla, pero en realidad, no le importó que le llevaran preso, pues todos sus discípulos iban con Él para acompañarle, ¿verdad? No. Huyeron, se corrieron. Le habían visto hacer milagros, le habían visto dar vista a los ciegos, le habían visto hasta resucitar a los muertos, pero en el momento cuando Él más necesitaba del compañerismo de ellos, corrieron atemorizados por sus vidas. Y las autoridades que habían llegado para arrestarle, ¿de qué le culpaban?, ¿cuál era su delito? Ninguno, pero eso no les detuvo de llegar en horas oscuras de la noche para atarle las manos y llevarle como un criminal para ser enjuiciado sin haber cometido ningún crimen. ¡Qué injusticia!, ¿cuáles eran los cargos? Para ganar tiempo, los soldados del templo, algunos miembros del Sanedrín, una compañía de soldados romanos y unos cuantos curiosos, le llevaron a casa de Anás, quien era un ex sumo sacerdote y actual suegro de Caifás, quien era el sumo sacerdote en ese tiempo. Le llevaron ahí porque necesitarían algo de tiempo para reunir a los setenta miembros del Sanedrín; Anás le hizo preguntas vagas, y cuando Jesús le contestó un alguacil, quien no tenía derecho de hacerlo, le golpeó. Lo que no quiero que te olvides mientras hablamos de todo esto es del hecho de que era el Hijo de Dios a quien le estaban haciendo estas cosas. En cualquier momento, Jesús, solo tenía que dar la orden, y centenares de ángeles bajarían del cielo para acabar con la humanidad.   Toda la noche Jesús sufrió una injusticia tras otra. Al ser llevado a casa de Caifás, en el patio del sumo sacerdote, uno de sus discípulos más cercanos, Pedro, le negó tres veces con blasfemias. El juicio era ilegal, pues el Sanedrín no tenía derecho de reunirse de noche, sin embargo, con un criminal tan peligroso como lo era Jesús, tuvieron que hacer una excepción. Imagínate, el hombre nunca había dañado a nadie en toda su vida, había ayudado a miles de personas, pero está siendo tratado como el enemigo número uno de toda la humanidad, fue arrestado sin ninguna orden de acusación formal. Fue llevado a la corte del Sanedrín sin ser permitido buscar a alguien quien llevara su caso, presentaron un sin número de testigos, todos falsos, que depusieron contra Él toda clase de mentiras, ninguno sirvió porque, como eran mentirosos, sus historias no concordaban. ¿Y dónde estaban los testigos quienes hablarían a favor de Jesús?, ¿dónde estaban sus discípulos? ¿Dónde estaba el ciego Bartimeo, dónde estaba Lázaro, Nicodemo o cualquiera de los que conocían a Jesús? ¿Dónde estaban?   Sin poder encontrar ninguna cosa de qué acusarle, por fin le juramentaron para que se condenara a sí mismo. Rasgando sus vestidos, Caifás el sumo Sacerdote, gritó desenfrenadamente que Jesús había blasfemado, ¿pero consintieron discutir la acusación de blasfemia? ¡Claro que no! Lo único que ellos querían era dar muerte a Jesús por causa de un celo que había crecido en sus corazones. El Sanedrín no tenía ningún derecho, ni la autoridad para condenar a nadie a muerte. Sin embargo, esa injusticia también fue realizada.   Durante todo el proceso del enjuiciamiento, los que estaban presentes no tuvieron ninguna misericordia de Jesús. Al ver los rostros de sus acusadores, Jesús no encontró ninguna sonrisa, ninguna palabra de aliento, parado frente al sumo sacerdote le escupían su rostro, le abofeteaban y le pegaban con el puño cerrado. Sin haber dormido, habiendo orado intensamente, de tal manera que sudara gotas de sangre, Jesús estaba totalmente exhausto, ya sabía lo que le esperaba. Quizás la angustia mental era aún más fuerte de los insultos y los golpes que recibía sobre su cuerpo cansado, ¿y quién levantó la mano para defenderle? Nadie.   A la mañana siguiente le llevarían donde Pilatos el procurador romano que estaba situado en Jerusalén, frente a Pilatos tendría que pasar por otro desfile de injusticias. Hablaremos de ello en nuestro próximo estudio, pero ahora quiero hacerte la siguiente pregunta. ¿Todavía piensas que la salvación es fácil?, ¿Crees que fue fácil para Jesús pasar por todo esto cuando con una sola palabra pudo haber escapado de todo? El asunto es que tenía que padecer estas injusticias, porque era la única manera en que tú pudieras llegar al cielo. La religión no puede llevarte al cielo, las buenas obras no pueden llevarte al cielo. Los santos ni ninguna otra persona, por muy divina que tú pienses que sea, puede llevarte al cielo. Hechos 4:12, dice claramente: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. 1 Timoteo 2:5-6, dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo”. Mi amigo, todas estas injusticias las sufrió Jesús, porque era tu única salvación. Quizás sea fácil para ti, pero no lo fue para Jesús, si has comprendido lo que te estoy diciendo, ¿por qué no inclinas tu cabeza ahora conmigo y le pides perdón a Dios por tus pecados? Dile que sabes que eres pecador, pero que sabes que Jesús murió por todos tus pecados, pasados presentes y futuros y que tú aceptas el sacrificio que Él hizo por ti, Pídele a Jesús entrar en tu corazón, entrégale tu vida, y ¿sabes qué? Yo te prometo, por la autoridad que me da la Santa Palabra de Dios que Él entrará y que tú serás salvo en el preciso momento en que lo haces, creyendo de todo corazón. ¿Cómo puedo estar tan seguro? Porque Dios lo dice y Él no miente.   Vamos a orar. Padre, te pido que toques el corazón de mi amigo en este momento y que le ayudes a ver lo que hemos hablado hoy. El señor Jesús pasó por tantas injusticias solo para que nosotros pudiéramos ser salvos del infierno. Ayúdale a mi amigo a comprender que, aunque el plan de salvación es sencillo, en términos de comprensión, no es fácil ni es barato; Jesús tuvo que dar su vida para adquirirla para nosotros. Gracias, padre por contestar mi oración. En el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 16, 2023
El Precio de la Salvación

Una Vida Perfecta
No sé si eres perfeccionista o no, yo sí. Cuando hago alguna cosa, lo haré cuantas veces necesite hacerlo, con tal de que me salga bien, si tiene defectos, tengo que comenzar de nuevo. Al avanzar en la vida me estoy poniendo un poco menos exigente, antes era duro con mi esposa y mis hijos y también con mis hermanos en la fe, porque siempre he esperado de ellos lo que esperaba de mí, pero ahora me doy cuenta de que no puedo esperar lo mismo de todas las personas. Algunos tienen la capacidad de hacer lo que hago yo. Otros lo hacen mejor que yo, pero otros no pueden hacer lo que hago yo; y de igual manera, hay cosas que ellos pueden hacer que yo ni siquiera intentaría; pero cuando hablamos del asunto de la salvación, sí estamos hablando de perfección. Si una persona quiere entrar al cielo por sí mismo, va a tener que vivir una vida perfecta. Ni un solo pecado le es permitido, y sabemos que, para el hombre, esto es imposible pues Romanos 3:23, nos dice: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Romanos 3:10, nos dice: “Como está escrito: No hay justo, ni aún uno”. El asunto es que, viendo la cosa desde este punto de vista, el hombre se encuentra en muy mal estado, pues, no es perfecto en cuanto a justicia y por lo consiguiente no tiene esperanza de entrar al cielo, lo malo es que no solo no puede entrar al cielo, sino que tiene que pagar la consecuencia de sus pecados, y ¿Cuál es la consecuencia? Bueno, Romanos 6:23, dice que es la muerte, es la separación de Dios. Sin embargo, el versículo 23, termina dando esperanza al hombre pues dice: “Mas la dádiva”, o sea, el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. Así que sí hay esperanza para el hombre., lo único que tiene que hacer es admitir que es pecador y que por sí mismo no puede entrar al cielo y aceptar el sacrificio que Jesús hizo en la cruz del calvario, por Él, recibiéndole en su corazón como su único y suficiente Salvador. Ya sé lo que me vas a decir; tú me vas a decir que hacer esto es demasiado fácil, que debe haber más. Pero déjame decirte, que, aunque te suene demasiado fácil, no fue fácil, lograr este medio escapatoria que Jesús ofrece a todos los que creen en Él.   Para entrar al cielo, hay que cruzar un río, es el río de la vida, los únicos que pueden llegar al otro lado, donde está el cielo, son aquellos que no se hunden. ¿Cómo es que uno se hunde? Uno se hunde cuando comete pecado, el momento en que uno peca, está perdido y no tiene ninguna esperanza de llegar al otro lado, por sí mismo; por muy bueno que uno sea, el momento en el que tiene una pequeña falla y comete un pecado queda excluido de la carrera.   Vamos a suponer que tres nadadores se lanzan al río de la vida con la intención de cruzarlo y llegar al otro lado; supongamos que el río mide 10 kilómetros en anchura, los tres nadadores salen juntos. Al principio van bien, pero a los 5 kilómetros, uno de ellos ya no aguanta y se ahoga, los otros dos siguen adelante, después de haber nadado 9 kilómetros, el segundo se rinde y se ahoga, el mejor de los tres, sigue nadando con todas sus fuerzas, pero faltando 100 metros para llegar al otro lado, le dan calambres, se rinde y se ahoga. La pregunta que yo quiero hacerte es esta, ¿Cuál de los tres está más muerto? ¿El que nadó 5 kilómetros?, ¿El que nadó 9 kilómetros? o ¿A el que le faltaban solo 100 metros? Tú me dices: ¿Qué importa? Los tres están muertos, y yo te contesto, precisamente. El asunto es que no importa quién fue el mejor nadador, los tres fallaron porque no llegaron a la meta y así es con todo ser humano, no podemos llegar al cielo por muy bueno que seamos porque siempre caemos cortos de la meta, y la meta es la perfección. Solo ha habido una persona quien ha logrado la perfección esa persona es Cristo Jesús. Él es el único quien ha podido nadar los 10 kilómetros, sin hundirse, piensa en ello. Por treinta y tres años, Jesús estuvo aquí en la tierra, sin pecar ni una sola vez; ninguna otra persona lo ha podido lograr. Alguno podría argumentar el hecho de que Jesús no fue tentado como nosotros somos tentados, pero tal pensamiento es erróneo. Hebreos 4:15, nos dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. No como cualquiera de nosotros Jesús fue puesto a la prueba máxima. Cualquier tentación que el diablo pudiera lanzar sobre el hombre, Jesús tuvo que enfrentarlo, fue tentado en todo, pero cada vez que le vino la tentación, fue Jesús y no el diablo quien salió victorioso.   Nosotros somos tentados en solo algunas áreas de nuestra vida, pero en todo lo que el hombre pudiera ser tentado, Jesús fue tentado. La diferencia entre Él y nosotros es que Él nunca cedió a la tentación, nunca pecó. Jesús fue tentado en maneras en que tú y yo nunca seremos tentados. Esto lo digo debido a la habilidad de hacer exactamente lo que Él quería hacer. Tú y yo no tenemos esa habilidad, pero Jesús sí. Jesús no tuvo que someterse a ser tentado. Bien pudo haberse quedado en el cielo y permitido que cada ser humano pagara las consecuencias de su propia incapacidad de vivir en justicia. Él no tuvo que venir a la tierra y tomar forma de un ser inferior, pero lo hizo. Al venir Jesús a la tierra para iniciar su ministerio personal, bien pudo haber cedido a la tentación de adquirir fama, ¡Imagínate! Después de haber multiplicado unos cuantos bocados de comida, para alimentar a cientos de personas, quién no le iba a querer seguir, le seguirían solo para que no les faltara comida. Le iban a seguir solo para estar saludables. ¿A cuántas personas no vieron recibir sanidad al tocarles Jesús con las manos? Estando junto a Él, nunca tendrían dolor, ¿quién no le iba a querer seguir?, hasta le vieron resucitar a los muertos, ya no morirían si estaban a su lado.   Cuando Jesús entró a Jerusalén montado sobre el pollino, la gente tendía sus ropas en el camino y estaban listos para coronarle rey en ese preciso momento, le hubieran seguido hasta la muerte. Gritaban: ¡hosanna!, ¡hosanna! En ese momento hubiera sido tan fácil para Jesús ceder a la tentación de la fama, ¿por qué ir a la cruz? ¿Por qué no establecer en ese momento un reino terrenal?, pero Jesús no vino para obtener fama. Vino a llevar a término la voluntad del Padre, vino a vivir una vida perfecta para redimir a los pecadores. Todo lo pudo haber tenido. Riquezas, fama y la alabanza de los hombres, pero esto sería un acto de egoísmo que terminaría en la condenación eterna de toda la humanidad. En los momentos de su juicio injusto al oír a la gente gritar: ¡Crucifícale, crucifícale!, Jesús pudo haber llamado a miles de ángeles para destruir a la humanidad, que, por más cierto, merecía la muerte, pero no cedió a la tentación de ser egoísta, salvando su propia vida a costa de miles sobre millares de almas que irían al infierno si fracasaba en su misión. No, Jesús hizo aun lo que ninguno de nosotros pudiéramos hacer, se entregó a la muerte en cruz.   1 Pedro 3:18, dice: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios”. La salvación es sencilla, pero no es fácil, ni barata. Jesús tuvo que humillarse, y en cuerpo humano enfrentarse a todas las tentaciones que existen, la diferencia es que Él nunca pecó, nunca cedió al llamado de la tentación.   Si quieres cruzar el río de la vida y llegar al otro lado para poner pie en las playas del cielo, solo hay una manera, súbete a los hombros de Jesús, ¿por qué? Porque Él es el único quien te puede ayudar a cruzar y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por la salvación que Tú nos das gratuitamente en Cristo Jesús, si solo estamos dispuestos a aceptarlo. Señor, me duele pensar en que hay tantas personas que están buscando cruzar el río de la vida por medio de buenas obras religiones o personas quienes son pecadores al igual que ellos. Lo triste es que se van a ahogar, te pido que les abras los ojos, y que puedan entender el mensaje, es sencillo, pero no es barato, pues Jesús tuvo que enfrentarse a lo imposible para lograr nuestra redención. Ayúdales a comprender esta verdad. Porque te lo suplico en el nombre de Jesús. Amén. No sé si eres perfeccionista o no, yo sí. Cuando hago alguna cosa, lo haré cuantas veces necesite hacerlo, con tal de que me salga bien, si tiene defectos, tengo que comenzar de nuevo. Al avanzar en la vida me estoy poniendo un poco menos exigente, antes era duro con mi esposa y mis hijos y también con mis hermanos en la fe, porque siempre he esperado de ellos lo que esperaba de mí, pero ahora me doy cuenta de que no puedo esperar lo mismo de todas las personas. Algunos tienen la capacidad de hacer lo que hago yo. Otros lo hacen mejor que yo, pero otros no pueden hacer lo que hago yo; y de igual manera, hay cosas que ellos pueden hacer que yo ni siquiera intentaría; pero cuando hablamos del asunto de la salvación, sí estamos hablando de perfección. Si una persona quiere entrar al cielo por sí mismo, va a tener que vivir una vida perfecta. Ni un solo pecado le es permitido, y sabemos que, para el hombre, esto es imposible pues Romanos 3:23, nos dice: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Romanos 3:10, nos dice: “Como está escrito: No hay justo, ni aún uno”. El asunto es que, viendo la cosa desde este punto de vista, el hombre se encuentra en muy mal estado, pues, no es perfecto en cuanto a justicia y por lo consiguiente no tiene esperanza de entrar al cielo, lo malo es que no solo no puede entrar al cielo, sino que tiene que pagar la consecuencia de sus pecados, y ¿Cuál es la consecuencia? Bueno, Romanos 6:23, dice que es la muerte, es la separación de Dios. Sin embargo, el versículo 23, termina dando esperanza al hombre pues dice: “Mas la dádiva”, o sea, el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. Así que sí hay esperanza para el hombre., lo único que tiene que hacer es admitir que es pecador y que por sí mismo no puede entrar al cielo y aceptar el sacrificio que Jesús hizo en la cruz del calvario, por Él, recibiéndole en su corazón como su único y suficiente Salvador. Ya sé lo que me vas a decir; tú me vas a decir que hacer esto es demasiado fácil, que debe haber más. Pero déjame decirte, que, aunque te suene demasiado fácil, no fue fácil, lograr este medio escapatoria que Jesús ofrece a todos los que creen en Él.   Para entrar al cielo, hay que cruzar un río, es el río de la vida, los únicos que pueden llegar al otro lado, donde está el cielo, son aquellos que no se hunden. ¿Cómo es que uno se hunde? Uno se hunde cuando comete pecado, el momento en que uno peca, está perdido y no tiene ninguna esperanza de llegar al otro lado, por sí mismo; por muy bueno que uno sea, el momento en el que tiene una pequeña falla y comete un pecado queda excluido de la carrera.   Vamos a suponer que tres nadadores se lanzan al río de la vida con la intención de cruzarlo y llegar al otro lado; supongamos que el río mide 10 kilómetros en anchura, los tres nadadores salen juntos. Al principio van bien, pero a los 5 kilómetros, uno de ellos ya no aguanta y se ahoga, los otros dos siguen adelante, después de haber nadado 9 kilómetros, el segundo se rinde y se ahoga, el mejor de los tres, sigue nadando con todas sus fuerzas, pero faltando 100 metros para llegar al otro lado, le dan calambres, se rinde y se ahoga. La pregunta que yo quiero hacerte es esta, ¿Cuál de los tres está más muerto? ¿El que nadó 5 kilómetros?, ¿El que nadó 9 kilómetros? o ¿A el que le faltaban solo 100 metros? Tú me dices: ¿Qué importa? Los tres están muertos, y yo te contesto, precisamente. El asunto es que no importa quién fue el mejor nadador, los tres fallaron porque no llegaron a la meta y así es con todo ser humano, no podemos llegar al cielo por muy bueno que seamos porque siempre caemos cortos de la meta, y la meta es la perfección. Solo ha habido una persona quien ha logrado la perfección esa persona es Cristo Jesús. Él es el único quien ha podido nadar los 10 kilómetros, sin hundirse, piensa en ello. Por treinta y tres años, Jesús estuvo aquí en la tierra, sin pecar ni una sola vez; ninguna otra persona lo ha podido lograr. Alguno podría argumentar el hecho de que Jesús no fue tentado como nosotros somos tentados, pero tal pensamiento es erróneo. Hebreos 4:15, nos dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. No como cualquiera de nosotros Jesús fue puesto a la prueba máxima. Cualquier tentación que el diablo pudiera lanzar sobre el hombre, Jesús tuvo que enfrentarlo, fue tentado en todo, pero cada vez que le vino la tentación, fue Jesús y no el diablo quien salió victorioso.   Nosotros somos tentados en solo algunas áreas de nuestra vida, pero en todo lo que el hombre pudiera ser tentado, Jesús fue tentado. La diferencia entre Él y nosotros es que Él nunca cedió a la tentación, nunca pecó. Jesús fue tentado en maneras en que tú y yo nunca seremos tentados. Esto lo digo debido a la habilidad de hacer exactamente lo que Él quería hacer. Tú y yo no tenemos esa habilidad, pero Jesús sí. Jesús no tuvo que someterse a ser tentado. Bien pudo haberse quedado en el cielo y permitido que cada ser humano pagara las consecuencias de su propia incapacidad de vivir en justicia. Él no tuvo que venir a la tierra y tomar forma de un ser inferior, pero lo hizo. Al venir Jesús a la tierra para iniciar su ministerio personal, bien pudo haber cedido a la tentación de adquirir fama, ¡Imagínate! Después de haber multiplicado unos cuantos bocados de comida, para alimentar a cientos de personas, quién no le iba a querer seguir, le seguirían solo para que no les faltara comida. Le iban a seguir solo para estar saludables. ¿A cuántas personas no vieron recibir sanidad al tocarles Jesús con las manos? Estando junto a Él, nunca tendrían dolor, ¿quién no le iba a querer seguir?, hasta le vieron resucitar a los muertos, ya no morirían si estaban a su lado.   Cuando Jesús entró a Jerusalén montado sobre el pollino, la gente tendía sus ropas en el camino y estaban listos para coronarle rey en ese preciso momento, le hubieran seguido hasta la muerte. Gritaban: ¡hosanna!, ¡hosanna! En ese momento hubiera sido tan fácil para Jesús ceder a la tentación de la fama, ¿por qué ir a la cruz? ¿Por qué no establecer en ese momento un reino terrenal?, pero Jesús no vino para obtener fama. Vino a llevar a término la voluntad del Padre, vino a vivir una vida perfecta para redimir a los pecadores. Todo lo pudo haber tenido. Riquezas, fama y la alabanza de los hombres, pero esto sería un acto de egoísmo que terminaría en la condenación eterna de toda la humanidad. En los momentos de su juicio injusto al oír a la gente gritar: ¡Crucifícale, crucifícale!, Jesús pudo haber llamado a miles de ángeles para destruir a la humanidad, que, por más cierto, merecía la muerte, pero no cedió a la tentación de ser egoísta, salvando su propia vida a costa de miles sobre millares de almas que irían al infierno si fracasaba en su misión. No, Jesús hizo aun lo que ninguno de nosotros pudiéramos hacer, se entregó a la muerte en cruz.   1 Pedro 3:18, dice: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios”. La salvación es sencilla, pero no es fácil, ni barata. Jesús tuvo que humillarse, y en cuerpo humano enfrentarse a todas las tentaciones que existen, la diferencia es que Él nunca pecó, nunca cedió al llamado de la tentación.   Si quieres cruzar el río de la vida y llegar al otro lado para poner pie en las playas del cielo, solo hay una manera, súbete a los hombros de Jesús, ¿por qué? Porque Él es el único quien te puede ayudar a cruzar y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por la salvación que Tú nos das gratuitamente en Cristo Jesús, si solo estamos dispuestos a aceptarlo. Señor, me duele pensar en que hay tantas personas que están buscando cruzar el río de la vida por medio de buenas obras religiones o personas quienes son pecadores al igual que ellos. Lo triste es que se van a ahogar, te pido que les abras los ojos, y que puedan entender el mensaje, es sencillo, pero no es barato, pues Jesús tuvo que enfrentarse a lo imposible para lograr nuestra redención. Ayúdales a comprender esta verdad. Porque te lo suplico en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 15, 2023
El Precio de la Salvación

De Todo A Nada
Si uno quiere ir al cielo, para pasar la eternidad con Dios, lo único que tiene que hacer es admitir que es pecador, arrepentirse de su maldad, reconocer que Jesús es el único quien puede salvarle e invitarle a entrar a su corazón para ser su Salvador, así es de sencillo y cuando digo esto a mis amigos, me vuelven a ver de una manera rara y me dicen: Eso es demasiado fácil. Consté que dije que el camino al cielo es sencillo, no dije que era fácil. La salvación ni es fácil ni es barata ¿Qué piensas que sentirías si toda tu vida hubieras vivido como rey y de repente te levantas un día y eres el más pobre de todos los habitantes de la tierra? Un día todos corrían para hacer tu voluntad, tu palabra era ley, pero al día siguiente nadie te hacía caso, eras el desprecio del mundo, ¿qué piensas que sentirías? Quiero decirte que, para redimirnos del pecado, para abrir un camino para que nosotros pudiéramos entrar al cielo Jesús tuvo que pasar por una experiencia aún más dramática que la que acabo de presentarte. Quiero que vayas conmigo en tu Biblia al libro de Filipenses, capítulo 2, y vamos a leer los versículos del 5-8, dice así: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Ahora quiero que vayas conmigo al libro de Juan, capítulo 1 y vamos a leer 3 versículos; quiero leer partes del versículo 1, 2 y 14. Escucha mientras leo, “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Y aquel verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”. Deseo que tomemos un poco de tiempo hoy para observar hasta qué punto Jesús estaba dispuesto a ir para poder librarnos de las llamas del infierno, haciendo posible nuestra salvación. Creo que, al terminar el estudio de hoy, vamos a apreciar un poco más al Señor Jesucristo. Para poder ser el sacrificio propicio para nuestra redención, Jesús tuvo que privarse de su deidad, para poder tomar nuestro lugar y pagar la pena de nuestros pecados, Jesús, Dios, tendría que convertirse en humano y pasar por todas las pruebas que los humanos pasan, pero sin caer en pecado, tendría que ser un sacrificio limpio, sin contaminación. En Filipenses leemos que Jesús, siendo Dios, se despojó a sí mismo, se quitó sus títulos por un tiempo y tomó forma de hombre, sintió el cansancio, tuvo hambre y sed, como cualquiera de nosotros. Hebreos 4:15, dice que Jesús “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. Tuvo que crecer como cualquier humano. Lucas 2:52, dice: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”. Lo que aprendió de Dios, lo aprendió de las mismas Escrituras que nosotros somos negligentes en estudiar.   Cuando Jesús se enfrentó al diablo para ser tentado al inicio de su ministerio terrenal, tuvo que responder con las Escrituras de la misma manera en que lo debemos hacer nosotros, ¿Crees tú que esto fue fácil para Él? Siendo el Omnisciente, todo sapiente Dios, estaría dispuesto a tomar una mente limitada como la de nosotros los humanos. Si no crees que se despojó para tomar una mente humana, entonces explícame cómo es que dijo, cuando estaba en su cuerpo físico: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre”. Jesús dijo claramente que solo el Padre sabía el día cuando Él regresaría. Cuando Dios Hijo tomó forma humana, se humilló a un nivel inferior y todo por amor a nosotros, ¿y qué del dolor?; ¿Crees que por que era Dios, el dolor que sufriría sería menos? Yo te digo que ningún ser humano ha sentido ni sentirá el dolor que Jesús sintió cuando estaba en la cruz del calvario.   La noche antes de ser crucificado Jesús, en agonía por lo que iba a suceder, pidió ser librado de la tortura, si es que el hombre pudiera ser salvo de alguno u otra manera. Su oración a Dios Padre fue tan intensa que sudó grandes gotas de sangre; pero Dios con su inmenso amor para la humanidad, le dio a entender a su Hijo que no había otra alternativa. Si el hombre se iba a salvar, alguien tendría que pagar la cuenta. Jesús contestó: “Entonces que se haga tu voluntad”.   ¿Crees tú que no sintió los clavos en sus manos y en sus pies? Crees que no sintió la fatiga de haber cargado su propia cruz. ¿Crees que no sintió la vergüenza de tener que pasar medio desnudo por las calles de Jerusalén siendo tratado como un malhechor cuando nunca en su vida había cometido ni un solo delito? ¿Crees que, siendo Dios, y pudiendo destruir a toda la humanidad con una sola palabra de su boca que eso no era difícil para Él? y olvidémonos de los dolores físicos de la cruz, ¿Qué crees que sintió cuando todos los pecados del mundo: pasados, presentes y futuros, fueron puestos sobre sus hombros encima de todo el dolor físico que estaba sintiendo? Te digo que Jesús sintió el infierno mismo, cuando tomó nuestro lugar en la cruz del calvario, en ese instante, Jesús, quien era Dios mismo, fue hecho pecador por nosotros.   2 Corintios 5:21, nos dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él”. Cuando Jesús vino a nacer al mundo, no fue con pompa y gloria. Ningún batallón del ejército celestial disparó sus cañones para anunciar su entrada como Salvador del mundo, los reyes de la tierra no salieron a su encuentro para brindarles sus tronos o poner sus ejércitos a su disposición, no hubo fiesta ni banquete ni ninguna de esas cosas que uno espera ver con la llegada de un personaje importante, no señor. Cuando el Todopoderoso Hijo de Dios, Rey de reyes y Señor de señores, el excelentísimo guerrero de Dios mismo vino al mundo, ni siquiera hubo quien le diera donde nacer. José y María, sus padres terrenales fueron de mesón en mesón y una y otra vez fueron rechazados; por fin, Emanuel, Dios con nosotros, tuvo que ir a un establo donde nació entre animales. Quienes llegaron a darle la bienvenida, fueron unos humildes pastores quienes recibieron el mensaje de su llegada, cuando un ángel se les presentó mientras apacentaban sus rebaños en el campo. Cuando entró triunfalmente Jesús a Jerusalén, no llegó montado sobre un brilloso corcel acompañado de Jinetes y banderines, el Hijo de Dios entró montado sobre un pollino, mientras estuvo aquí en la tierra no tuvo un palacio, ni siquiera tuvo una casa, en sus propias palabras, en Marcos 10:45, Jesús nos dice: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Tú, que me dices que mi mensaje de salvación es fácil, ¿Todavía piensas así? Te digo que es sencillo, pero no fácil, ni barato. Para poder pagar el precio de tu salvación, Jesús pasó de todo a nada, siendo Dios se hizo hombre, siendo rey se hizo siervo, siendo rico se hizo pobre, siendo justo fue hecho pecador cuando tomó nuestro lugar en la cruz. En este momento, tú tienes una decisión que tomar. Tú puedes reconocer que eres un pecador, pedir perdón de tus pecados e invitar a Cristo a entrar en tu corazón para ser tu Salvador, o puedes rechazar lo que Cristo hizo por ti y seguir de la manera en que lo has estado haciendo. Jesús, teniéndolo todo, vino al mundo en donde no tuvo nada. Esto lo hizo para que nosotros quienes no somos nada, pudiéramos tenerlo todo al lado de Él. Si le recibes, pasarás de la nada a tenerlo todo con Él, si le rechazas, pasarás de la nada a tener menos que nada y lo único que te esperará es el infierno ardiente preparado para el diablo y sus seguidores. Es cierto, la salvación es sencilla, no es nada confusa, pero no es fácil ni barato. Piénselo.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por lo que has hecho por nosotros. Gracias Jesús por abandonarlo todo para lograr para nosotros un escape de la condena que nos esperaba por ser pecadores y caer cortos de la gloria de Dios. Entendemos lo que debió haber sido para ti ser humillado de tal forma, gracias por tu amor, te lo agradecemos con todo lo que somos, gracias. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 14, 2023
El Precio de la Salvación

Simple, Pero No Barato
Iba camino a Huejutla, Hidalgo, México; para predicar una campaña evangelística, en celebración del aniversario de la Primera Iglesia Bautista en Huejutla; cuando mis amigos de la frontera me indicaron que yo no tenía los documentos para continuar mi viaje. Intenté lo mejor posible explicarles la urgencia de mi viaje, pero ellos me explicaron que no importaba quien era yo, ni cuál era mi misión, si yo no tenía los documentos correctos, no me iban a permitir cruzar la frontera para llevar a término mi misión. Al principio me molesté con ellos, ya tenía tiempo de no ver a mis hermanos de Huejutla, sentía una gran responsabilidad de predicarle a mis amigos Hidalguenses, para que pudieran aceptar a mi Señor como Salvador, y yo no era una persona mala que iba a perjudicar el bienestar del país; pero luego, vi la situación a la luz del evangelio, ¿cuántas personas quieren entrar al cielo, pero no tienen en orden sus documentos? Vamos a tomar tiempo en este estudio, para hablar sobre algunas razones, por las cuales necesitamos de Jesús. Existen un sinnúmero de razones por las cuales necesitamos de Él, pero vamos a concentrarnos en cinco razones principales.   Vamos a observar que necesitamos de Jesús, porque, en primer lugar: No somos justos; en segundo lugar: No entendemos lo espiritual; en tercer lugar: No buscamos a Dios; en cuarto lugar: Nos hemos desviado del camino correcto, y en quinto y último lugar: No sabemos hacer el bien. Necesitamos comprender desde el principio que solo hay una manera en que el hombre puede entrar al cielo: Es por medio del arrepentimiento de los pecados, y fe en la persona de Cristo Jesús; si una persona quiere entrar por otro medio, será lanzado fuera, por no tener los documentos correctos; claro está que el hombre puede intentar hacer trampas, y entrar por sus propios medios, pero no logrará alcanzar su objetivo. El que logre entrar al cielo, lo alcanzará de la misma manera que todos, Fe en la persona de Cristo Jesús; y es por eso que tú necesitas de Jesús, porque sin Él, todos moriríamos en nuestros pecados y nos iríamos al infierno, para entrar al cielo uno tiene que ser justo. No estoy hablando de personas que se llamen Justo; como decir Justo González o Justo Martínez, estoy hablando de personas que no hacen injusticias y que son justas. No puede haber imperfecciones en el cielo, no puede haber en el cielo, personas injustas que entran ilegalmente como suele suceder aquí en la tierra. Solo puede haber personas justas y es aquí donde nosotros tenemos nuestro problema; porque Romanos 3:10-12, nos da una descripción de la humanidad, escucha lo que dice: “Como está escrito: No hay justo, ni aún uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”.   Esta descripción es realmente deprimente, lo triste del asunto es que tú y yo estamos incluidos en esta lista, toda la humanidad está incluida en esta lista; por eso es que necesitamos de Jesús, ¿por qué? Porque solo Jesús puede quitar nuestras imperfecciones y hacernos justos delante de Dios. Solo su justicia es aceptada por el Padre. Pero, no hay que aceptar mi palabra sobre este asunto, vamos a la Biblia para ver lo que nos dice: Romanos 5:1, dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Ya observamos que la Biblia dice que: “No hay justo, ni aún uno”, pero vemos en este versículo que, aunque no somos justos, podemos ser justificados, ¿cómo? pues el versículo dice que es por medio de fe en Cristo Jesús, dice que podemos tener paz para con Dios, por medio de ser justificados, por fe en la persona de Cristo Jesús. El problema que tenemos es que no somos justos, somos pecadores, y la paga del pecado es separación eterna de Dios, es el infierno, es pagar el castigo de nuestra rebelión con Dios contra el creador del universo, lo que necesitamos para poder escapar del castigo es justificación, ¿cómo podemos justificarnos? Bueno, podríamos intentar justificarnos por buenas obras, eso sería una manera de lograr la paz con Dios; pero lo triste es que, por ser pecadores, contaminamos todo lo que tocamos con nuestro pecado. Tú bien sabes lo que sentirías si una persona llena de llagas contaminantes se presentara ante ti con un plato de comida; aunque tuvieras hambre no te lo comes por temor a contaminarte, debido a la persona quien te lo trae, más bien el plato de comida te daría asco, no es diferente para con Dios. Isaías 64:6, dice en parte, “Si bien todos nosotros somos suciedad, y todas nuestras justicias como plato de inmundicia”. Dios dice que nosotros somos sucios y que nuestras obras son como trapos sucios, así que podemos descartar el intentar justificarnos por buenas obras; quizás podríamos apelar a los sentimientos de María, la madre de Jesús, o a los apóstoles, especialmente los que tuvieron problemas como nosotros; tal vez ellos podrían dar a Dios una buena palabra de parte nuestra, intercediendo, así como mediadores por nosotros, seguramente Dios los escucharía a ellos. Lo malo con este plan es que no viene de Dios, es un plan nuestro, y Dios no hace las cosas porque a nosotros nos parezca que así debieran ser. ¿Crees que Dios hubiera enviado a Cristo a morir en la cruz, si el hombre pudiera ser justificado por medio de María o los santos? ¡No!, Dios envió a Jesús porque era la única manera en que nosotros podríamos alcanzar la salvación. La Biblia enseña claramente en 1 Timoteo 2:5, que “hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.   Dios quiere hacer las paces con el hombre, Él desea que todos sean salvos y tengan el conocimiento de la verdad, Él ha hecho todo lo que puede hacer para que el hombre pueda salvarse de su triste situación. Jesucristo pagó la consecuencia de los pecados de todos aquellos quienes le reciben como Salvador y los espera con los brazos abiertos; lo único que nosotros tenemos que hacer para ser justificados, es sentir profundo pesar por haber hecho mal en nuestras vidas, pedir perdón e invitar a Jesús a entrar en nuestro corazón para ser nuestro Salvador, al hacer esto, seremos justificados, no por algo que nosotros hemos hecho, sino por lo que Jesús hizo por nosotros. Solo tenemos que depositar nuestra fe completamente en el Hijo de Dios. Cuando hacemos esto, nuestra relación con Dios es restablecida y tenemos paz para con Él, pero existe alguien quien no quiere que tú seas justificado con Dios. No desea que seamos justificados porque entonces nuestra alma pertenecería a Dios y ya no habría manera de llevarnos con él al infierno. Satanás nos dirá que no somos tan malos como las demás personas. Nos dirá que debemos intentar vivir lo mejor que podamos y que quizás Dios se va a compadecer de nosotros, él nos dirá que busquemos justicia en la religión, María, los santos, buenas obras y en cualquier otra cosa con tal de que no busquemos a Jesús. Como conoce nuestro orgullo, nos dirá que no necesitamos de Jesús, que lo que podemos lograr a solas lo debemos buscar y debemos tratar de vivir un poco mejor que las demás personas, él sabe que no queremos humillarnos y reconocer que somos pecadores, él sabe que no queremos dejar el pecado y reconocer lo que es, el veneno que nos separa eternamente de Dios enviando nuestra alma directamente a las llamas del infierno, ¿Sabes qué?, tú necesitas a Jesús, yo necesito a Jesús. Le necesitamos porque no somos justos, le necesitamos porque solo hay una persona quien puede restablecer paz entre nosotros y Dios, y esa persona es Jesús. Yo ya deposité mi fe en Jesús, yo ya he sido justificado delante de Dios, ahora hay paz entre mí y Dios. ¿Cómo lo logré? Lo logré de la única manera en que se puede, me arrepentí de mis pecados reconociendo que había hecho mal a Dios, le pedí perdón e invité a Jesús a entrar a mi corazón, Él entró y me salvó y hoy soy justo delante de Dios por los méritos de Cristo, mis documentos están en orden, soy ciudadano legal de la patria celestial, ¿Y tú?   Vamos a orar. Padre, te damos gracias por el Señor Jesús, quien nos ha hecho justos delante de ti, pero ¿sabes qué? Padre, muchos de mis amigos no han sido justificados todavía están luchando en sus pecados sin reconocer el peligro que corren, yo te suplico que envíes a tu Espíritu Santo para abrirles el comprender, para que puedan dejar de intentar justificarse a sí mismos, hazles comprender que necesitan de Jesús, para que vengan a Él lo más pronto posible, te lo suplico en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 13, 2023
Temas de los Últimos Tiempos

¿Qué Será De Mí?
Cuando hablamos acerca de los últimos tiempos, debemos mantener en mente que el Señor Jesús va a regresar. La Biblia nos da muchas señales para marcar el acercamiento de su venida, pero no nos dice exactamente cuándo será. Varias veces las Escrituras nos señalan que vendrá como ladrón en la noche, dando a entender que a muchos tomará por sorpresa. Muchas personas toman la venida de Jesús como algo de qué burlarse. Ya han oído la amonestación tantas veces que, en vez de sentir una urgencia de arreglar cuentas con Dios, más bien va y hacen cosas en contra de sus principios, retándoles a hacerles algo. Tal juego es muy peligroso. Deben recordar, que el que se ríe de último, se ríe mejor; y en este caso, quien tendrá la última palabra no son ellos sino Dios.   Es cierto que los que somos cristianos decimos que va a regresar, porque así prometió hacerlo. Es cierto que venimos predicando el mismo mensaje por dos mil años. Yo no niego esa verdad. Es cierto que ha habido algunos quienes han querido señalar la fecha exacta, aun sabiendo que la Biblia dice que nadie sabe la hora exacta. Tal fue el caso en el año dos mil, cuando todos estaban esperando un desastre a nivel mundial. Yo les dije que era falso, simplemente porque todo el mundo estaba esperando que algo sucediera. Todo era caos, y muchos esperaban cosas horrendas. Muchas de las ciudades principales del mundo, se pusieron en estado de alerta, doblando el número de policías, bomberos, personal de hospitales, etcétera. Jesús no va a venir en un momento así. La Biblia enseña que Jesús va a venir cuando los del mundo menos lo esperan.   Vamos a 1 de Tesalonicenses 5, para leer los versículos 1 al 6: “Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios”. Cuando Jesús regresa, el mundo va a estar tranquilo, va a pensar que todo está bajo control, va a pensar tener paz y seguridad; es en ese momento que el Señor vendrá.   Cuando Jesús venga, la nacionalidad, raza o nivel social de uno, no tendrá importancia. De hecho, en cuanto a Él concierne, sólo habrá dos clases de personas: aquellos quienes le han entregado su vida aceptándolo como Salvador y Señor, y aquellos quienes han ignorado sus palabras, haciéndolo a un lado para vivir su propio parecer.   El apóstol Pablo, escribió a los hermanos en Tesalónica, para decirles que el Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descendería del cielo. Les explicó que los creyentes que habían sido sepultados resucitarían primero, y luego que los creyentes que estamos vivos, nos juntaremos con ellos para ser arrebatados al cielo y así estar para siempre con nuestro Señor. Este acontecimiento será en un abrir y cerrar de ojos, rapidísimo. Jesús lo dice de esta manera en Mateo 24:40-42, “Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”. Quiero que te fijes, que el hecho de que venga como ladrón en la noche, no significa que va a venir en la noche. Aquí el Señor nos da ejemplo de dos personas que están de día trabajando el uno a la par del otro. De repente uno de los dos desaparece; así será cuando Jesús viene por los suyos.   La otra noche estaba en un programa llamado Puntos Vitales, en el cual la gente llama por teléfono para hacer preguntas y comentarios de un tema específico, presentado por el director de programación. El tema que el director había escogido para esa noche era “Los extraterrestres, ¿existen o no?”. Yo esperaba escuchar muchos comentarios de personas quienes no tenían mucho conocimiento de la Biblia, a favor de la existencia de seres en otros planetas. Pero me sorprendí, al oír el comentario de personas que decían haber recibido a Jesús, y quienes decían ser estudiantes de la palabra de Dios, defender la posición de extraterrestres, aun sabiendo que la Biblia dice que el hombre es la corona de la creación de Dios. ¿Qué tiene esto que ver con el tema hoy? Pues ya te diré.   En el momento cuando Jesús regresa, de repente cientos de miles de personas desaparezcan, no le conviene al diablo que digan que Jesús se los llevó. ¡Claro que no! Si esto pasara miles de personas se pondrían de rodillas para suplicar perdón, aceptando a Jesús como Salvador. No, esto es demasiado fácil. El diablo tiene que inventar otra historia que la gente pueda creer. Y qué mejor historia que la de extraterrestres, quienes han venido a invadir al mundo, llevándose a miles de nuestros seres queridos para estudiarlos, y luego venir y acabar con nosotros. Tragándose esa suprema mentira, el mundo entero está en el lugar preciso, para que el anticristo entre al escenario y así levante su gobierno global, para hacerle guerra a los extraterrestres. ¿Te fijas? Lo que me causa tristeza a mí, es que la gente esté dispuesta a creer en marcianos, por haber leído de ellos en los tabloides, y sin embargo, rechazan la Palabra de Dios, aun sabiendo que las cosas que están escritas en ellas, se están cumpliendo al pie de la letra.   Al haber acontecido este evento, el arrebatamiento de los creyentes, la tierra entrará a un período histórico de siete años que la Biblia llama: tiempos de tribulación. Habrá tres años y medios de tribulación y luego tres años y medios de gran tribulación. Lo que tú quieres saber, es que, si todavía hay esperanza para las personas, después de que Jesús se lleve a los creyentes. Y la respuesta es sí, pero no para todos. Habrá mucha gente que va a nacer durante el tiempo de tribulación y otros quienes no tuvieron la oportunidad de escuchar de Cristo antes de su venida. Todos ellos tendrán oportunidad de ser salvos ¿Por qué? Porque Dios es justo y misericordioso.   Conste que muchos amigos me han dicho que cuando vean que Jesús se lleva a los suyos, ellos no van a creer esa historia de los extraterrestres, sino que esa va a ser la prueba que ellos necesitaban para poder creer en Jesús como Salvador. Al ver que nadie me encuentra, ellos van a saber que me fui con Jesús, y entonces, van a ponerse de rodillas para aceptarles como Salvador. Pero yo les hago ver que eso es trampa, les hago ver que eso no es fe. Dios no puede ser engañado. Uno no puede burlarse de Dios de esa manera, y si este es tu pensar, quiero que escuches lo que dice 2 Tesalonicenses 2:8-12, donde habla del anticristo y los que tienen esta forma de pensar: “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia”. ¿Te fijas? Los que no quisieron aceptar a Cristo y vivir de acuerdo a sus principios en la tierra, sino que vivieron sus vidas complaciéndose en el pecado, no van a arrepentirse cuando Jesús venga. ¿Por qué? Porque no se van a burlar de Dios. El mismo no permitirá esa injusticia. Estas personas creerán al anticristo, aceptarán sus engaños, se pondrán su marca e irán al infierno por toda la eternidad. ¿Por qué? Por no haber querido aceptar la verdad.   Mi amigo quiero que sepas, que hoy sea el día de salvación. El Espíritu Santo está tocando tu corazón hoy, en este momento. Yo te estoy expresando la verdad hoy, en este momento, y tú puedes hacer una de dos cosas: puedes aceptar esta verdad, sabiendo que viene directamente de la Palabra de Dios o puedes rechazarla. ¿Por qué no la recibes? Pudiendo tener vida eterna en este mismo momento ¿Por qué escogerías al infierno? Yo te imploro hoy que te arrepientas de tus pecados y que entregues a Jesús tu vida, porque no falta mucho tiempo. Yo sé que hemos venido diciendo esto desde dos mil años atrás, pero eso no cambia el hecho de que sea la verdad. Y cada minuto que pasa, cada día que se borra del calendario, sólo marca el acercamiento de su venida. La Biblia se está cumpliendo ante nuestros propios ojos. Todo colocándose para este momento glorioso en el cual Jesús será exaltado. ¿Estarás parado tú al lado de Él? Yo sí.   Si quieres entregarle tu vida en este momento, puedes hacerlo. Si tú crees que Jesús murió por ti, que está vivo hoy, y quieres entregarle tu vida, sólo tienes que pedírselo confiando en Él de ser fiel a su Palabra y Él va a entrar en este momento a tu vida, para ser tu Señor y Salvador. Si quieres que te ayude, lo haré. Sólo di estas palabras conmigo, pero recuerda que tienen que ser de corazón. Vamos a orar. Señor Jesús, yo sé que soy pecador.  Pero hoy quiero entregarte mi vida. Estoy arrepentido de mi forma de ser; ya no quiero seguir así. Yo sé que tú moriste por mí, sé que sufriste mi castigo en la cruz, sé también que resucitaste al tercer día y que estás vivo. Hoy, quiero entregarte mi vida, para usarla como tú quieres. Soy todo tuyo. Gracias Señor por entrar en mi corazón. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 10, 2023
Temas de los Últimos Tiempos

¿Cómo Será El Cielo?
Al pensar en los últimos tiempos, o en final de la tierra, tenemos que preguntarnos ¿Cómo será el cielo? Claro está, que existen un sin número de personas, que en una de esas experiencias en la cuales murieron por un tiempo limitado, para luego regresar a la vida, declaran haber entrado al cielo. Existe otro sin número de personas quienes dicen haber experimentado el infierno. Sin embargo, no quiero hablar de lo que cuentan ellos. Sino que quiero hablar de algo que podemos tener por seguro, y la única manera de hacer eso, es por medio de expresar verdades declaradas en la palabra de Dios. De esas cosas, podemos estar seguros, sin tener dudas.   Hay personas quienes piensan que el cielo será un lugar aburrido. Tienen un concepto de que el cielo es una nube gigantesca, donde todos pasan el día entero tocando arpas, vestidos de ropas blancas y flojas con sandalias de oro, y unas alitas pequeñas con las cuales vuelan lentamente, como gorrioncillos de un lugar para otro. A estas personas les sugiero que dejen de ver televisión para dedicarse al estudio de la Biblia. Si tienes tu Biblia, quiero que la abras al libro del 1 Corintios, capítulo 2 y el versículo 9, escucha esto: “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. La realidad del asunto, es que nuestra mente humana no está capacitada para entender todo lo que Dios tiene preparado en el cielo, para aquellos quienes le aman. ¿Por qué? Porque no tenemos con qué comparar lo que hay ahí. El ojo humano no ha visto nada semejante a lo que Dios tiene preparado en el cielo. Ningún oído ha escuchado contar las bellezas que están en ese lugar. Ni en la más vasta imaginación del corazón del hombre pudiera inventar algo que se asemejara a las bellezas que Dios tiene esperando a los suyos en el cielo. No será cosa de una nube gigantesca donde todos volaremos de un lado para otro tocando arpitas de oro; de eso sí te aseguro. Sin embargo, aunque no podemos ni siquiera imaginarnos todo lo precioso que va a ver en el cielo, Dios nos ha dado un pequeño sabor de lo que nos espera. En el libro de Apocalipsis, capítulo 21, Dios permitió al apóstol Juan, escribirnos algunas de las cosas que sí podemos imaginarnos y entender, y esto es lo que quiero compartir contigo hoy. Juan es llevado en el espíritu, por un ángel a un monte grande y alto, quien le mostró la gran ciudad Santa de la nueva Jerusalén; este descendía del cielo. Imagínate lo que el apóstol amado debió haber sentido al ver el escenario, imagínate su lucha por encontrar palabras con qué describirnos lo que veía. De hecho, sino hubiera sido por el Espíritu Santo, dándole palabras con qué expresarse, no hubiera podido. Según Juan, lo primero que le impresionó, fue la totalidad de la ciudad. Dice que era semejante a una piedra preciosa, como piedra de jaspe, que es una piedra dura de colores variados, o sea, multicolor, y sin embargo es transparente y clara como un cristal. La ciudad tiene un muro cuadrado, grande y alto con tres portones a cada lado, doce por todos. Estos doce portones, son doce perlas gigantescas. No portones armados de muchas perlas, sino que cada portón, es una perla. Y cuando digo portones, no estoy hablando de cosa pequeña, estoy hablando de portones por los cual pueden pasar grandes cantidades de personas, todas a la misma vez. Y en cada portón está escrito, uno de los nombres de una de las doce tribus de Israel. Este muro cuadrado que tiene sus tres portones en cada lado: norte, sur, este y oeste, tiene doce cimientos, uno encima del otro. Cada cimiento lleva el nombre de uno de los doce apóstoles y cada cimiento se compone de cierta clase de piedra. El primer cimiento está compuesto de jaspe (o sea, multicolor), el segundo de zafiro, el tercer de ágata, el cuarto de esmeralda, el quinto de ónice, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno topacio, el décimo de crisoprasa, el undécimo Jacinto y el duodécimo de amatista. Había un museo que tenía una exposición de piedras preciosas, y decidí llevar a los jóvenes de INTINO, a ver si podíamos encontrar alguna de esas piedras mencionadas en Apocalipsis. ¡Cuál fue nuestra sorpresa de encontrarlas todas! La cosa que más nos sorprendió, fue que cada una de ellas eran cristalinas, o sea, transparentes. Algunas tenían un color bastante oscuro, sin embargo, al poner una luz tras ellas, sus rayos traspasaban la piedra y salían al otro lado, llevando el color de la piedra. Por ejemplo, si era un rubí, el rayo era rojo; si era una esmeralda, el rayo salía verde; si era un zafiro, el rayo salía de color azul. Hubieran visto a los jóvenes, intentando dibujar los muros del cielo con sus doce cimientos, utilizando los colores de las piedras que habían visto en el museo. Esa excursión, sí valió la pena. Me acuerdo haber visto una lámpara de barro que llevaba incrustadas canicas de vidrios que eran de diferentes colores; azules, verdes, rojas, amarillas y algunas cristalinas. La lámpara tenía una bujía o bombillo por dentro, y al prenderla, los rayos de luz emanaban por las canicas, lanzando pequeños rayos multicolores por todo el cuarto. Hoy me imagino ver el cielo de lejos con los diferentes rayos multicolores, como una aurora, mucho más colorida que un amanecer o atardecer. Y lo más lindo de todo, es que no estamos hablando de una fantasía como la Ciudad Esmeralda en el Mago de Oz, estamos hablando del cielo. Y ¿quién nos da los detalles del lugar? Es Dios mismo. Juan dice que la ciudad tiene una calle compuesta de oro puro, transparente como el vidrio. Me imagino que sólo está allí como algo simbólico. Cuando escuchamos cantar de las calles de oro en el cielo, tenemos que entender que alguien ha cometido un error, pues la Biblia dice claramente que sólo hay una. Dije que quizás sea simbólico, pues me imagino que es para recordarnos que hay un solo camino, y que su nombre es Jesús. Otro motivo por el cual pienso que la calle es simbólica, es porque cuando lleguemos al cielo, no me imagino que caminaremos; no. No vamos a volar con las alitas tampoco. Te acuerdas de que Jesús después de resucitado, tenía costumbre de simplemente aparecerle a las personas. Se le aparece a María Magdalena, luego se les aparece a los dos discípulos en camino a Emaús, come con ellos y desaparece. Los once apóstoles están en un cuarto encerrados, cuando de repente Jesús se les aparece, come con ellos y desaparece. Lo ven aquí y de repente, lo ven por allá. Recuerden que al llegar al cielo seremos como Él. Ya no habrá necesidad de caminar. Yo me imagino que pensaremos dónde queremos estar y allí estaremos. Tantas cosas que podríamos hablar del cielo. Podríamos hablar del árbol de la vida que produce doce frutos, dando cada mes un fruto diferente. Sus hojas eran para la sanidad de las naciones. Podríamos hablar del río limpio de agua de vida, que resplandece como cristal y que sale del trono de Dios. Podríamos hablar del hecho de que no habrá más maldad, pecado o enfermedad. Nadie padecerá de hambre, sed y cansancio. Nadie envejecerá. ¡Tantas cosas! Pero para terminar hoy, hay una cosa más que quiero compartir contigo, en cuanto a lo que la Biblia dice acerca del cielo. Dice que no habrá más noche, no habrá necesidad de luz de lámpara, ni luz de sol, ni luna, porque la gloria de Dios ilumina el lugar. Siempre será de día. Me acuerdo de que cuando niño, había veces que mamá quería que entráramos a casa para tomarnos una siesta. ¡Cómo odiaba yo ese momento! Yo quería jugar, yo no quería acostarme. Luego entraba, me acostaba, pero no me podía dormir. Pasaban los minutos, que para mí eran siglos. A veces, hasta me hacía el dormido y luego fingía que me había despertado, sólo para ver si me dejaban salir otra vez a jugar. Para mí la noche representaba el momento de dormir. La única cosa que disfruto de la noche es poder ver la luna y las estrellas. Al viajar de noche, siento una gran tranquilidad al ver las luces de una ciudad, y cuando llega el amanecer y los cielos comienzan a clarear, puedo ver primeramente el color rosado, que luego da paso al color celeste, y mi espíritu se va renovando, el temor desaparece, y siento una tremenda confianza en saber que es de día. Esto, para mí, es una buena señal, pues la Biblia dice: “Los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas”. Uno siempre espera la oscuridad con el fin de esconder sus actos ilícitos, pensando que nadie se va a dar cuenta. ¡No! Yo amo la luz. Me gusta el día, y saber que, al llegar al cielo, nunca jamás volveré a ver tinieblas, es algo que me encanta en gran manera. ¡Qué Taj Mahal, ni qué nada! Este mundo no tiene nada que pueda compararse con el cielo. Y lo más bonito de ello, es que yo voy a vivir ahí por toda la eternidad. No estaré ahí por ser bueno. No estaré ahí por portarme mejor que las demás personas. De hecho, en este mundo, no hay nadie que haya sido lo suficiente bueno, fuera de la persona de Cristo Jesús, para merecerse el cielo. Romanos 3:12 dice, que fuera de Jesús, “No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Y esto, me incluye a mí. ¿Cómo es entonces que sé que voy a estar ahí? Sé que voy a estar ahí porque Jesús no miente, Él dice que la persona que se arrepiente de sus pecados y recibe el sacrificio que Él hizo en la cruz del calvario, aceptándole como único y suficiente Salvador, tiene vida eterna. Él dice que, en la casa de su Padre, el cielo, hay muchas moradas, y que esas moradas le pertenecen a quienes le han aceptado como el Señor de sus vidas. Yo he hecho esto, yo he entregado mi vida a Jesús. Mi vida le pertenece a Él, para hacer con ella lo que Él quiera. Esto, no sucedió a la fuerza, esto es una decisión que yo mismo he tomado. Yo rechazo al mundo para aceptar su oferta. Yo rehúso vivir como el mundo quiere que viva, para vivir la vida que Él me señala en su Palabra, y tú puedes hacer lo mismo. Vamos a orar. Padre, en este momento, vengo a tú presencia, para darte gracias por el cielo. Estoy esperando ansiosamente ese día, cuando tú envíes al Señor Jesús por mí, y por todos los que le hemos aceptado como nuestro Salvador. Padre, yo sé que tú no quieras que ninguno se pierda, si no que todos vengan al arrepentimiento. Por eso es que te ruego por nuestros amigos hoy, muchos de ellos no han podido comprender, viven en tinieblas, piensan que están bien, pero no saben que el tiempo se les acaba. Señor, yo quiero que conozcan el cielo también. El sólo escuchar de ello no es suficiente. Quiero que puedan estar ahí. Pido que les hagas comprender hoy, que, si no tienen a Jesús en su corazón, no verán el cielo. Padre, por favor, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 09, 2023
Temas de los Últimos Tiempos

¿Qué Me Ofrece El Futuro?
Al tomar en cuenta los temas más discutidos del día, tenemos que hablar de la invasión de extraterrestres, el ser aniquilado por asteroides, o de las incesantes epidemias que vienen sobre la humanidad. En cada uno de estos casos, la humanidad deposita su confianza en su propia habilidad de resolver estos problemas. En la película Día de Independencia, pilotos fueron enviados a bombardear las naves de los extraterrestres. En la película Armagedón, el uso de misiles y naves espaciales fueron utilizados para desviar los asteroides, evitando un contacto con el planeta. Y así como las epidemias brotan en el mundo, así también las películas de científicos y médicos, con la cura de estas epidemias. Ahora, conste que yo no creo en extraterrestres, pero en el asunto de asteroides y epidemias, sí creo. Es por eso que, mientras que hablamos acerca de temas de los últimos tiempos, quiero que nos enfoquemos en estos asuntos por unos minutos. Digo esto porque, al pensar en las pandillas o maras o como le llamen, al pensar en al aumento de crímenes a nivel mundial, al pensar en la falta de educación, la falta de empleo y el crecimiento continuo de la población, tenemos que detenernos y meditar en lo que nos trae el futuro. ¿Qué es lo que le espera a mis hijos y nietos del día de mañana?   Al ponerme a pensar en el futuro de mis amigos y familiares, hay varias cosas que me preocupan; de hecho, si pensara demasiado en ello, me deprimiría. La revista Time editó un artículo sobre El Anillo de Fuego Volcánico.  Este anillo corre alrededor de las regiones costeras de los continentes y de las cadenas de islas que rodean el Océano Pacífico. Actualmente hay 550 volcanes activos que están siendo estudiados y vigilados por científicos alrededor del mundo.  Según los que estudian dichos volcanes, pudieran eruptar en cualquier momento, trayendo mortandad a grandes números de personas. Al pensar en hermanos en la fe que tengo en México y Centro América, y sabiendo que viven cerca de volcanes activos, me preocupo. Me pregunto: ¿Cuál es el futuro de mis hermanos? Desde 1890 a 1950, hubo un promedio de 2 a 4 terremotos destructivos por década. Terremotos que causaron destrucción y muerte. En la década de los 50, este número aumentó por 9; en la década de los 60 hubo 13 terremotos masivos; en la década de los 70, el número aumentó a 51; y en la década de los 80, hubo 86 terremotos destructivos; y del año 1990 a 1996, ese número aumentó a más de 150 terremotos. ¿No nos dicen algo estas estadísticas? En 1992, un artículo titulado Ciencia Día, del Juicio Final, en la revista Newsweek, tenía un párrafo que leía de la siguiente manera: “El espacio está lleno de objetos que amenazan la Tierra. Los investigadores están buscando cómo evitar que los mundos se estrellen los unos con los otros. Donald Jones, científico de laboratorio de propulsiones de jets, en la famosa Nasa de Pasadena, California, dijo que la Tierra corre alrededor del Sol, en medio de un enjambre de asteroides”. Tarde o temprano nuestro planeta va a chocar con uno de ellos. Todas estas cosas nos intranquilizan y la única manera de tratar con ellas, para algunas personas, es ignorándolas. Pero eso no significa que no están ahí y que no amenazan nuestra existencia; y eso que todavía no mencionamos las enfermedades increíbles que han surgido en estos últimos años. Cuando me pongo a pensar en estas cosas, tengo que admitir que la preocupación más grande que tengo en cuanto a mí mismo sería que me pasara algo y que ya no pudiera proteger a mi familia. Al ver al mundo el día de hoy, y pensar en que mi esposa tuviera que enfrentarse a los problemas que presenta, es cosa que incomoda demasiado. Al pensar en mis hijos y en la falta de una persona para guiarles en un mundo lleno de personas que viven únicamente para sí mismos, me lleno de terror. Tengo que estar para ellos; tienen que tener a alguien quien les ayude sin esperar nada a cambio. ¿Cómo le harían ellos si algo me llegara a pasar? En los últimos diez años he visto mejorar la tecnología, computadores por todos lados, televisión a cable, transportación, atención médica, programas espaciales, vías de comunicación, todas estas cosas han mejorado; pero en los últimos diez años, he visto las cosas empeorar también. Una de las cosas que más me han impactado es como la vida humana ha perdido su valor. En los periódicos se lee de jóvenes quienes matan a otros jóvenes por robarles sus zapatos. Existen aquellos quienes desean promover su agenda de trabajo, por medio de hacer desaparecer a quienes aparentan ser una amenaza, a la fuerza trabajadora. Para poder tener más mujeres profesionales en el área de trabajo secular, se necesita eliminar el problema de embarazos; por lo consiguiente, se tiene que legalizar el aborto de niños, pues el tener hijos, priva a la mujer de poder continuar con empeño su carrera profesional. Y en cuanto a los ancianos, pues, ya no pueden producir, no tienen energías y llegan a ser un estorbo para el avance productivo así que, hay que quitarlos del camino. Trataremos de hacerlo de una manera en que no sufran mucho, pero, la realidad es que sólo son un estorbo. Estas maneras de pensar me asustan. ¿En qué nos hemos convertido?  Ya sé lo que me vas a preguntar: “Hermano Ricardo, y ¿esto realmente está sucediendo hoy?”.  Y yo te contesto, no tan exageradamente como te lo acabo de presentar, pero los pasos ya han sido tomados, y vamos en camino a ello. ¿Cómo detenemos esto? Yo no sé si se puede. Sé que la Biblia enseña que las cosas no van a mejorar, sino que se van a poner peor. Si sé cuál es la respuesta a todo eso y es: Jesús. Y es por eso que sigo donde estoy, predicando su Palabra; sin embargo, no puedo contradecir lo que dice la Biblia. Vamos a Lucas 21, para leer los versículos 7 al 17. No voy a leer toda la cita, sino que leeré porciones de ella. “Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá para cuando estas cosas estén por suceder? Él entonces dijo: Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. Mas no vayáis en pos de ellos. Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente. Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. Seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros; y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre”. Como te digo, mi deseo no es de alarmar a nadie, pero si la Biblia es verdad, y yo creo de corazón que lo es, las cosas no tienen que ir muy bien para el verdadero cristiano. Siento que, en las próximas semanas, meses y años, vamos a ver un asalto sobre la humanidad como nunca se ha visto, por dentro y por fuera también.  Terremotos, huracanes, tornados, enfermedades, hambre, guerra, la economía mundial bajará de tal forma que no se podrá conseguir comida y ¿qué padre va a dejar que sus hijos se mueran de hambre?  Yo sé que yo no lo haría. Mi pensar es que, guerras se van a armar sobre asuntos de comida. Muchos creyentes en Cristo vamos a ser puestos a prueba durante estos días. Llagará el momento cuando el cristianismo será tan aborrecido, que los familiares de uno les entregarán a las autoridades para ser torturados y puesto a muerte. ¿Por qué? Por no querer rechazar sus creencias en la persona de Cristo Jesús, sencillamente por eso. Y como el cristiano sabe que la única manera de que sus familias se salven, es por medio de arrepentimiento y  fe en Jesús, tendrá que compartir el evangelio, y por eso muchos morirán, pero no podrán callar. Y con esto quiero terminar hoy. Yo sé que mis días pueden ser contados, mis compañeros quienes imparten el evangelio, también lo saben. El Señor Jesucristo fue crucificado, no por hacer cosas malas, sino sencillamente porque hablaba y vivía la Palabra de Dios. Al entrar yo a tu casa por medio de la radio para expresar que los adúlteros, borrachos, mentirosos y orgullosos no entrarán en el reino de los cielos, no espero ganarme ningún premio de popularidad. Si yo te digo que Jesucristo es la única esperanza que tienes para salvarte, y tú crees que tu religión o tus buenas obras lo pueden hacer, entonces mis palabras no van a agradarte, probablemente van a ofenderte; pero yo tengo que decirte la verdad. Y por decir la verdad, corro el riesgo de ser perseguido porque las tinieblas odian la luz. Donde se encuentra la verdad, no puede haber mentira; donde se encuentra la luz, no puede haber oscuridad; por lo consiguiente, el uno es enemigo del otro. Si eres mi hermano en la fe, amarrémonos los pantalones, porque tenemos un trabajo que hacer, y no va a ser muy fácil. Pero cuando lleguemos a la presencia del Señor, habrá valido la pena. Y si no conoces a Cristo, te invito a que le pidas perdón y le invites a entrar en tu corazón para ser tu único y suficiente Salvador. Esa es tu única esperanza. Vamos a orar. Padre, te pido que uses el mensaje hoy para animar a mis hermanos a que seamos fuertes. Viene días malos y necesitamos valor para continuar compartiendo el evangelio de Cristo. Padre, danos, amor aún para aquellos quienes nos persiguen y nos aborrecen. Ellos también necesitan de ti. Acércalos, Padre, ten piedad de ellos.  Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 08, 2023
Temas de los Últimos Tiempos

¿Por Qué Existimos?
Existen aquellos quienes piensan que el hombre no es más que un animal sofisticado. Según ellos, el único propósito del hombre es no romper con la cadena ecológica, la cual enseña, que todas las demás especies permiten que la otra pueda existir. O sea, que el todo del hombre es nacer, comer, dormir y morir. Eso es algo que podemos archivar bajo el título de existencialismo; o sea, que el hombre existe para existir. Y bajo este razonamiento, yo estaría de acuerdo con el pensar de sacarle el jugo a la vida, y de hacerle a otro antes de que nos hagan a nosotros mismos. Yo estaría de acuerdo con el vivir bajo la ley de la selva. Pero tengo un problema; y el problema que tengo, es que la Biblia me dice que el hombre fue creado con un propósito especial, y que algún día tendrá que dar cuenta de lo que ha hecho con la vida que el Creador le ha concedido.   Me acuerdo de un perro que teníamos cuando yo era joven, que llevaba el nombre  “Tan Tarde”. Nosotros le llamábamos Tan. Papá le puso así porque desde que entramos a vivir en una casa en los suburbios de Managua, Nicaragua, él había querido un perro guardián, pero nunca lo conseguimos. Ya cuando faltaba poco para que nos fuéramos a vivir a otra casa, nos trajeron el perro. Fue entonces, con gran ceremonia, que papá le puso el nombre Tan, y llegó a ser un excelente perro guardián, especialmente de mis hermanos. Cuando llegaba el momento de disciplinarnos, papá tenía que llevarnos aparte, porque si Tan estaba allí, no nos podía pegar. ¡Cómo amé yo a ese perro! Y era muy buen cristiano también, no se perdía ningún servicio de la iglesia. Al llegar el momento de los servicios, toda la familia nos subíamos al carro para viajar unos dos kilómetros al templo. Al subirnos, Tan nos miraba, meneaba la cola, y cuando nos bajábamos en el templo, el primero en recibir a la familia pastoral era Tan Tarde. Corría con una velocidad de tal manera, que su nombre  Tan Tarde, parecía ser la mentira más grande que se podía haber contado. ¡Oh! Y también era médico ¡Sí! Mi papá era director de una cadena de clínicas médicas en Nicaragua, y cierto día, un señor que había pasado semanas con hipo, llegó a la clínica para ser curado.  Por algún motivo, en vez de esperar en la clínica, se acercó a la casa, y Tan, siendo el perro guardián que era, le mordió. Tuvimos que curarle al señor sus heridas, pero Tan le curó del hipo. ¿Qué? ¿Si nos demandó? Pues no. Fíjate que, lo que hizo fue traerle carne fresca a Tan Tarde, cada vez que nos visitaba. Él y Tan, llegaron a ser muy buenos amigos.   Claro está que los perros se han ganado ese título de ser el mejor amigo del hombre. Son leales, son inteligentes y por muy enfermos que estén, nunca dejan de menear la cola cuando uno se les acerca. Y, sin embargo, no son los únicos animales con inteligencia. Los gatos, chimpancé y delfines, según los zoológicos o los que estudian zoología, dicen que, todas estas razas de animales, tienen un intelecto más avanzado que el perro. Sin embargo, por muy inteligentes que parezcan ser, nunca podrán llegarle al intelecto del hombre ¿Por qué? Pues porque no son hechos a imagen y semejanza de Dios. El hombre ha creado ciertos escenarios en los cuales ha enseñado la ridiculez de esta forma de pensar. Te acuerdas de las películas que salieron en los años 70, tituladas: Planetas de los simios. Luego sacaron una serie de televisión con el mismo nombre. Se supone que los simios llegaron a dominar el mundo y que los hombres se convirtieron en sus esclavos. Ellos tenían el intelecto, y hasta tenían científicos simios, que trataban de domesticar al hombre enseñándole a hablar con señas y leer. Tengo que confesar que yo no me perdí ninguna de esas películas porque me llamaban la atención, pero ¡Qué fantasía! Eso nunca llegará a suceder. Nunca llegará el día cuando cierto grupo o especie de animales dominen al hombre. No tienen la capacidad, ni la habilidad. De hecho, yo te aseguro que, aunque todos los animales juntos intentaran tomarse el planeta, no podrían competir con la inteligencia y fuerza del ser humano. ¿Por qué no? Porque no están en el mismo campo de juego con nosotros. No tienen la capacidad mental, la fuerza de voluntad, ni la emoción que nosotros tenemos. No son hechos a la imagen de Dios. No tienen el mismo propósito, ni fueron creados con el mismo propósito que el hombre. Es el hombre que tiene que cuidar del animal y proteger al animal para que no se extinga. Y es el hombre quien tiene que proveer un ambiente para que el animal pueda seguir existiendo y no al revés. Esto ha sido así desde el principio.   Si vamos al libro de Génesis, el libro de principios, veremos que nunca fue la intención del Creador, que un animal dominara, sino que le entregó el control y dominio al hombre, sobre el planeta, y todo lo que en Él existe. Ningún animal va a rendirle cuentas a Dios por el estado en que se encuentra el planeta. Ningún animal va a tener que responder por guerra y la falta de armonía que hay aquí. El animal es un ser viviente que funciona con instintitos de sobrevivir, mata para comer y come para vivir; mata para defenderse. Quien mata por puro gusto, es el hombre. Nunca vas a ver a los perros de una nación, levantando armas contra de perros de otra nación. No vas a ver a perros de diferentes colores teniendo prejuicios entre sí mismos. Eso es algo exclusivo al hombre, con mente pervertida.   Y a qué viene toda esta discusión sobre perros, gatos, delfines y todo esto, estoy tratando de hacerte ver que el hombre es más que un animal sofisticado. Ni siquiera se puede comparar con el animal. El hombre pertenece a una categoría, que un animal en su mejor día, ni siquiera pudiera anhelar pertenecer. Este asunto de que todos formamos a Dios, la madre tierra, el animal, el hombre, las plantas, etcétera, es un platillo de basura que yo no estoy dispuesto a comer. Tú puedes creer lo que quieras, pero yo me voy a apegar a lo que dice la Biblia. Siempre ha tenido razón, y siempre la tendrá. Y ¿qué es lo que la Biblia dice acerca de todo esto? Bueno, vamos a ver.   Si vas al libro de Romanos, capítulo 1, para leer los versículos de 18 al 25, encontrarás las siguientes verdades. En primer lugar, veras que el hombre no es ignorante de la existencia de Dios. Puede que intente pretender ignorancia, pero no lo es, porque Dios se demuestra claramente a todo hombre. Dios mismo se encarga de que cada ser humano que nazca se dé cuenta de lo que se conoce de Él. Dios mismo lo manifiesta a cada ser. Tal vez no lo haga por medio de alguien como yo, con tanto detalle y explicación, pero no existe el individuo a quien Dios no le da el conocimiento de su presencia y la razón de su existencia.   Algunos de nosotros tenemos la bendición de tener una sobreabundancia de la Palabra de Dios, esto sólo resulta para más vergüenza en algunos casos, ya que pensaríamos que entre más oyera uno la Palabra de Dios, más efecto tendría en su vida; pero tal no es el caso. Hay quienes llegan a recibir a Dios en sus vidas con una breve explicación, y hay otros que han sido bombardeados con el evangelio, y sin embrago, le siguen rechazando. Pero todos tiene comprensión, de tal manera que no hay excusa; Dios se encarga de esto.   El problema con el hombre es lo siguiente, Romanos 1:21 y 22, dice: “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios”. ¿Qué educados suenan los que nos enseñan que Dios es solamente un deseo, que tenemos en la mente debido a nuestra necesidad de tener una figura paternal, para podernos sentir seguros y protegidos? Pero la realidad es que son necios. La Biblia dice: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios”. Pero no lo dicen porque son ignorantes; Dios ya se ha manifestado a ellos. Lo dicen porque no quieren someterse a un creador; lo dicen porque ellos quieren tener el control y no desean ser responsables ante nadie por su forma de vivir. No quieren tener que rendirle cuentas a nadie; pero lo que quieren y lo que es, son dos cosas muy diferentes.   La realidad es que el hombre fue creado para alabanza de Dios, y no importa lo que haga, Dios será alabado. Aunque el hombre quiera ir en contra de Dios, el Creador siempre va a ser alabado. Puede decir que Dios no existe, pero cuando llegue al final de su vida, todos se darán cuenta quién estaba equivocado. El hombre es el que se equivoca y no Dios. Puede refutar el cielo y el infierno, puede refutar la existencia de Dios y el diablo, puede hacer lo que quiere, pero al llegar al final de su vida aquí en la tierra, quien será alabado por ser justo y verdadero, es Dios.   Yo prefiero ser inteligente de verdad. Yo prefiero servir a Dios con todo mi corazón. Prefiero vivir de acuerdo a su Palabra y de acuerdo a lo que yo sé que es correcto. A veces mis emociones y deseos carnales me quieren llevar por otro lado, pero yo conozco la verdad y sé que no existo para mí mismo, sino que existo para Dios y para cumplir su voluntad. Y al haber aceptado esta realidad, mi vida ha significado algo, y la satisfacción de que estoy cumpliendo el propósito de mi existencia, es algo inexplicable. El hombre existe para algo más que sólo comer, beber y dormir. Ha sido puesto en la tierra para llevar a término la voluntad de su creador, y algún día rendirá cuentas a ese Creador por lo que ha hecho con su vida aquí en la tierra.   Vamos a orar. Padre, te doy gracias por la vida que me has dado. Señor, yo quiero que cuando vengas por mí, cuando me toque el momento de partir de esta tierra, que tú me abraces y me digas: “Bien hecho, Ricardo, estoy orgulloso de ti”. Padre, no permitas que yo te falle, ayúdame cada día a ser más y más como mi Señor Jesucristo, porque es en su nombre que te lo pido. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 07, 2023
Temas de los Últimos Tiempos

Los Milagros
Una de las cosas que más me han llamado la atención, son las apariciones y milagros que siempre han existido, pero que por algún motivo u otro, han logrado permanecer dentro de la lista de diez cosas más conversadas dentro de cada círculo social.  Creo que ya nadie se sorprende con las apariciones de la imagen de la Virgen en edificios, árboles, nubes y hasta en las columnas de humo que salen de los volcanes. Y qué de los amuletos que nos traen buena suerte. Desde un San Cristóbal colgado del espejo del carro, hasta la patita de conejo que llevamos en el llavero. Podríamos mencionar miles de cosas como la famosa pulsera de balance entre muchas otras. Cada quien tiene su creencia. Lo increíble es que existen personas quienes realmente creen que estos asuntos tienen poderes para curar, proteger y enriquecer. Y de esto es lo que quiero que hablemos hoy en El Contacto Cristiano.   ¿Realmente tienen poder estas cosas? ¿Pueden traernos algún beneficio? Bueno, investiguemos. Analicemos este asunto por medio de hacernos ciertas preguntas y luego iremos a la Palabra de Dios para ver lo que nos dice. ¿Qué es lo que sentimos al oír o al ver un evento de estos? No sé lo que sientes tú, pero yo de inmediato levanto un escudo defensivo. Tanto se ha hablado de platillos voladores, extraterrestres, el chupacabras y otras ridiculeces, que tengo cierta cautela al escuchar de cualquier cosa parecida a estas. Siento temor de que, si les prestó atención a estas cosas, aunque sea por curiosidad, van a apuntar de inmediato mi nombre en la lista de los demás locos, por lo consiguiente, mi primera reacción es el de burlarme de semejantes disparates. Pero no puedo desmentir el hecho de que me queda la curiosidad. ¿Será que me estoy perdiendo de algo? ¿Será que estoy equivocado en mi teología y en las cosas que he aprendido de Dios? Claro está, que para aquellos quienes profesan creer en estas cosas es un momento solemne y de mucha importancia. Todos estos eventos respaldan sus creencias y con gran devoción se arrodillan ante estos sucesos, volviéndose más creyentes que nunca en la religión que practican. Muchas personas no están dispuestas a creer estas cosas. Son como Tomás: “hasta que no mire con mis propios ojos no creo”. Ellos son los primeros en admitir que estaban equivocados una vez que experimentan uno de estos eventos que acabamos de mencionar. Primeramente, lo intentan explicar desde un punto de vista científico, pero no pudiéndolo hacer, se vuelven creyentes de estas cosas místicas; y ¿por qué no? Lo vieron con sus propios ojos. Uno de los problemas más difíciles es el intentar explicar que estas cosas suceden, pero que uno no debe depositar su confianza en ellas, porque no son eventos o milagros legítimos. El ser humano siempre ha tenido la tendencia de preferir lo material sobre lo espiritual. Si se puede palpar, o se puede ver con el ojo físico debe ser real; tiene que ser real. Y yo estoy de acuerdo, pero eso no significa que viene de Dios; no significa que es algo legítimo. El hecho de que algo se mire bien y sepa bien, no significa que es bueno para uno, no significa que agrada a Dios. ¿Alguna vez has hecho algo bueno en contra de tu voluntad para obtener algo que deseabas? ¿Cuántas señoritas han cometido la equivocación más grande de sus vidas, sencillamente por haber creído en las intenciones engañosas de ciertos jóvenes, que emplean esa artimaña para obtener lo que desean? ¿Cuántos niños están dispuestos a limpiar la casa, lavar los utensilios de comida y sacar la basura, con tal de que les den permiso para hacer algo que ellos quieren hacer? ¿Cuántas esposas saben exactamente cómo comportarse, para que ese marido se derrita y les compre ese vestido nuevo, que ellas tanto anhelan tener en su ropero? Pues no es diferente en el mundo espiritual; las mismas reglas se pueden aplicar y Dios las permite para ver hasta dónde llegamos en nuestra necedad, y probar así, nuestra total depravación. Si tienes tu Biblia, quiero que vayas conmigo a un libro del Antiguo Testamente. Vamos al libro de Deuteronomio y busquemos el capítulo 13, para leer los versículos del 1 al 5. Deuteronomio 13:1-5, dice lo siguiente. “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti”. ¿Quién dice que la Palabra de Dios es anticuada? ¿Quién dice que ya pasó de moda? ¿Quién dice que el Antiguo Testamento es obsoleto y que no puede aplicarse a eventos actuales? Las preguntas a las cuales nos dirigimos con el fin de obtener una contestación en la cual podemos confiar es: ¿Realmente existen milagros? ¿Realmente existen estas apariciones? ¿Existen personas quienes han obtenido alguna ayuda de estas cosas supersticiosas? Y mi contestación es: Sí, sí, sí. Pero me es necesario señalar enfáticamente, que no todo lo que brilla es oro. No todo lo que parece ser bueno viene de Dios, y nuestro texto lo explica con gran claridad. Una de las cosas más populares del día, es el llamar a las líneas psíquicas. Al cambiar los canales del televisor, veremos a personajes vestidos de manera exótica, con gran lujo y rodeados de un ambiente de mucha riqueza. ¿Qué están haciendo? Anunciando el horóscopo y prometiendo mucho, mucho amor. ¿Tienen éxito? Por la mayor parte los que exhiben tales talentos de poder predecir el pasado de uno son fanfarrones. Sin embargo, existen otros que sí son legítimos. ¿Cómo lo hacen? Pues déjame asegurarte que no importa cuántas veces digan: “Que Dios te bendiga”; sus revelaciones no vienen de parte del altísimo, sino de fuerzas malignas. Tienes que comprender que a Dios le encanta que le mostremos fidelidad, fidelidad a Él y fidelidad a su Palabra. La única manera que podemos serle fiel es teniendo la habilidad de serle infiel. Y es por eso que Dios permite ciertas cosas, para probar nuestra fidelidad. Satanás y sus fuerzas de maldad tienen poderes y las usarán para hacer cosas buenas, con tal de desviarlo a uno de los caminos de Dios.  Por ejemplo, cuando Dios dice que sólo hay un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre ¿Qué significa esto? Significa que, si uno se va a acercar a Dios, únicamente lo podrá hacer a través de la persona de Cristo Jesús. Y esta es la pura y absoluta verdad. La persona que viene a Dios por medio de Jesús tendrá comunión con Él. Pero ¿Crees que el diablo quiere que esto acontezca? Claro que no. Entonces ¿qué es lo que tiene que hacer? Él le dice al hombre que hay otros caminos: la Virgen, los Santos, las buenas obras y muchas cosas más. Y para respaldar su afirmación él hace algo bueno. Por ejemplo: Supongamos que yo estoy enfermo, y leo en el periódico que, si compro una velita de San Valentín, y digo ciertas palabras, que a los tres días sanaré. Vamos a decir que hago lo que se me indicó y al tercer día sano ¿Crees que no voy a ser un creyente de San Valentín? Claro que lo seré; y no sólo voy a creer, sino que también voy a predicar su mensaje a todos los que conozco que están enfermos ¿Por qué? Porque yo lo hice y me curé; tuve una experiencia. Pero la pregunta que quiero hacerte es esta: ¿Crees que le agrade a Dios que yo esté propagando el mensaje de San Valentín, cuando en su Palabra claramente me dice que si anuncio otro evangelio que sea aparte del evangelio de Cristo Jesús, soy anatema? Pues yo pienso que no. La realidad del asunto es que Satanás ha engañado a gran cantidad de personas, haciendo cosas muy buenas. Al preguntarle a las personas el por qué se unen a las procesiones para ir tras imágenes, cuando uno de los diez mandamientos claramente dice que no te harás imagen de ninguna cosa en el cielo, en la tierra, ni debajo de la tierra, siempre la respuesta es la misma: “Es que yo le pedí y se me cumplió”. O “Fulano de tal le pidió y fíjate que obtuvo respuesta” Y ¿qué de lo que Dios dice?  Aparentemente no tiene importancia. Así que, para concluir, debemos comprender, que muchos milagros, apariciones y cosas así por el estilo suceden. Pero eso no significa que son del agrado de Dios. Él las permite para ver si le vamos a creer o no. Él quiere saber si vamos a confiar en su Palabra o en la Palabra de otro. En cuanto al diablo, él lo hace para engañar. Quiere algo, y lo que quiere es la adoración que le pertenece a Dios. No le importa cómo la obtiene, siempre y cuando Dios no la reciba, por motivo de ser adoración ilegítima. Vamos a orar. Padre, sabemos que lo que te agrada es que creamos en tu Palabra, aunque no entendamos muchas veces el cómo ni el porqué de las cosas. Tú quieres nuestra obediencia. Tú quieres que te seamos fieles. Padre, muchas veces el enemigo viene y nos engaña. Por eso te pido que nos ayudes a ser fieles en estudiar la Biblia, para que podamos saber cuándo algo viene de ti, y cuando es un engaño que viene de otro lado. Padre, muchas veces he tenido que cambiar cosas que yo estaba haciendo, sencillamente porque no iban de acuerdo a tu voluntad. Te pido que ayudes a las personas que están practicando y confiando en lo que hablamos hoy, a que renuncien a tales cosas, para así poder ser fieles a ti. Porque sólo tú, mereces nuestra adoración. Esto lo pido, en el nombre de Jesús. Amén
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 06, 2023
Derrotando Gigantes

Derrotando Al Gigante De La Tristeza
El joven David estaba confundido. ¿Por qué es que ninguno de los guerreros de Israel se había levantado para ir a pelear en contra de ese gigante que blasfemaba al Dios de Israel? ¿Qué les pasaba? Él había oído de las hazañas de los soldados israelitas en batalla. Se decía que un soldado Israel valía cien soldados de cualquier otro ejército. Pero aquí no había cien soldados enemigos, sólo era uno. Y ni siquiera el rey Saúl se atrevía a salir en su contra.   Tú y yo sabemos el resto de la historia. El joven David se presenta y vence al gigante Goliat, en el nombre del Señor, con tan sólo su onda y una piedrita. Algunos hemos oído la historia miles de veces, pero quiero asegurarles que Dios no nos relata este incidente en su Palabra, por pura coincidencia. Lo relata con un propósito. Y el propósito es para darnos a entender que no existe obstáculo que tú y yo no podamos enfrentar y vencer, cuando lo hacemos en el nombre del Señor Jesús. Diariamente, gigantes vienen en nuestra contra para detener el avance del reino de Dios. La gran mayoría de cristianos se atemorizan y se quedan paralizados, mientras que estos gigantes se pasean frente a nosotros. Caminan de un lado a otro, gritando en alta voz, retando a cualquiera del pueblo de Dios que salga a pelear contra ellos. Y ¿qué hacemos nosotros los hijos de Dios? Repetimos la historia de los israelitas, David y Goliat. Damos vueltas, hablando entre nosotros del poder del gigante, brindamos una excusa tras otra para la cual no poder ir en contra de los gigantes de la vida. “Yo soy el rey. ¿Qué va a hacer Israel si me mata a mí? Yo me acabo de casar, todavía no tengo hijos que lleven mi apellido. Yo estoy muy joven. Hay otros que tienen más experiencia que yo, que vayan ellos”. Y la lista de excusas, nunca termina. No sé, pero siempre ha habido algo de esta historia que me ha confundido. Yo sé que tenía que pasar así para que Dios tuviera un ejemplo para aquellos quienes confían en Él, y para demostrar su poder y autoridad sobre cualquier situación que se nos pudiera presentar en la vida. Sin embargo, ¿quién dice que sólo uno de los israelitas tenía que ir a pelear en contra de Goliat? Yo sé que ese era el reto del gigante, pero, estaban en guerra. Pienso que, si hubiera estado yo en ese momento y hubiera tenido el rango de capitán sobre alguna tropa del ejército, el primer día que Goliat bajara al valle para retar al pueblo de Dios, hubiera dado órdenes a toda mi tropa de atacarlo a una sola vez, para ver qué hacía. Hubiera querido ver a Goliat con veinticinco hombres armados hasta los dientes, corriendo hacia él para quitarle la vida. Lo que estoy tratando de decir es que, el día de hoy tú y yo, no debemos tener que ir a pelear con ningún problema a solas. Por eso es que el Señor Jesucristo estableció su iglesia. Y cuando vienen los gigantes en nuestra contra, podemos ir donde un hermano o hermana, atacar ese asunto en oración y tomar pasos apropiados para tumbar a los gigantes en el nombre poderoso de Jesús. Claro está, que van a haber momentos cuando estamos a solas y cuándo tendremos que pararnos firmes, teniendo únicamente al Señor a nuestro lado. Pero ¿qué más queremos? Si Dios con nosotros, ¿quién contra nosotros? Hoy llegamos a nuestro último gigante de esta serie. Es el gigante, tristeza. Y es un gigante que tiene inmenso poder. Es un gigante que puede quitar la vida. Yo personalmente he conocido matrimonios en los cuales uno de la pareja se muere, y a los pocos días se muere el otro. Cuando joven me preguntaba: “Y ¿de qué se murió si no estaba enfermo?” Pero hoy me doy cuenta que, el gigante tristeza, acabó con la vida de ellos. He sabido de jóvenes que se han quitado la vida, sencillamente porque sus padres le han dicho que no sirven para nada. Y tristeza ha llegado donde ellos, retándoles a salir a luchar. Tratando de escapar de su presencia, han usado drogas, licor, placeres carnales, cualquier cosa con el fin de intentar hacer desaparecer al gigante tristeza, pero sin éxito. Finalmente, el diablo siembra en sus mentes la única manera en que van a poder escaparse de la presencia de este gigante formidable: el suicidio. Y como el terror que le tienen a tristeza es más grande que el amor que le tienen a la vida prestan atención a sus mentiras, y se privan de la vida y de la voluntad de Dios para ellos. Claro está, que el mundo tiene sus grandes ideas de cómo vencer al gigante tristeza, pero lo que la mayoría no entiende, es que el mundo sigue la agenda de Satanás, cuya meta, es la destrucción de todo ser humano. Hoy quiero que analicemos algunos consejos del mundo, a la luz de lo que dice la Palabra de Dios, para que tomemos nuestra propia decisión, de cómo debemos luchar en contra de este gigante que ha venido a atormentarnos. El mundo nos dice que escondamos nuestras emociones cuando tristeza viene a retarnos. Según el mundo, no hay que complicar la situación con lágrimas y emociones. Nadie tiene que saber que estamos tristes, porque esa no es señal de éxito. Aunque uno se está muriendo por dentro, no hay que darle el gusto a los demás de saber lo que uno está sintiendo. Pero ese no es el ejemplo y consejo de Dios. Jesús tenía un amigo que se llamaba Lázaro, y cuando Lázaro murió, Jesús fue donde sus hermanas, Marta y María. Y quiero que escuches estas palabras que encontramos en Juan 11:33-36, “Jesús entonces, al verla llorando (a María, la hermana de Lázaro) y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró”. Lo que quiero que entiendas es que Jesús no escondió sus emociones. Él lloró. Él sabía que iba a resucitar a Lázaro de entre los muertos. Él había llegado para ese momento. No llegó gritando y diciéndoles: “Dejen de llorar. ¿Qué les pasa?”. Él sabía que ellos sentían la ausencia de su hermano, y Jesús los acompañó en su momento de dolor. Dentro de su espíritu se estremeció y se conmovió, y en vez de esconderlo, lo demostró a todos. Cuando el gigante, tristeza viene a nuestras vidas, no hay nada malo en llorar y demostrar nuestras emociones. Dios nos dio esas emociones para sacar las cosas de nuestro sistema. Claro está, que no debemos llorar como los que no tiene esperanza, porque sí la tenemos. Claro está que no debemos tampoco perder el control, porque Dios no nos ha dado espíritu de descontrol, sino que uno de autodominio. Pero, Dios nos dio emociones para poder sentir y compartir los unos con los otros. El mundo nos dice que si sentimos tristeza por la pérdida de algo, que lo reemplacemos rápidamente con otra cosa, lo más pronto posible. Según el mundo, si una pareja de novios rompe la relación de noviazgo por equis motivo, rápidamente deben reemplazar a su pareja con otro u otra. Si uno pierde algo material, la manera más rápida de eliminar la tristeza es por medio de reemplazarlo con otra cosa. Si al niño se le muere su perrito, pues, cómprale otro lo más pronto posible. Lo malo de este método, es que todo pierde su valor, pues puede ser rápidamente reemplazado. Con este método, el valor del individuo o de lo amado, queda sin importancia. Un reemplazo no puede satisfacernos, sino hasta nuestra pérdida haya sido entendida y aceptada ¿Por qué? Porque uno siempre va a comparar lo nuevo con lo que ha perdido. Por ejemplo: Si al niño se le muere su perrito, y de inmediato lo reemplazamos con otro, sólo para que no sienta tristeza, ¿qué sucede cuando el perrito nuevo no hace todo lo que el otro perrito hacía? Tal vez el otro perro se dejaba acariciar, y este, porque no ha llegado a conocer bien al niño, no se deja. Lo mejor es hablar del asunto y tomar el tiempo para entender que todo se acaba, aún nuestro tiempo aquí en la tierra. Y habiendo entendido y aceptado la situación, entonces podemos comprar otro perrito, pero nunca con la intención de reemplazar, sino porque cada cosa tiene sus propios valores. El mundo nos enseña que el tiempo sana las tristezas. Según el mundo, el tiempo es como un ungüento místico y milagroso que cura cualquier cosa. “Sólo espera, y ya verás que todo se arregla”. Lo siento mucho, pero el mundo se equivoca. Hay heridas profundas, tristezas que se agarran al tuétano de nuestros huesos, y que pueden ser pasadas de una generación a otra. Hasta la fecha los judíos no se pueden olvidar de lo que los alemanes les hicieron a sus antepasados en tiempos de Hitler. La tristeza del evento ha pasado de generación a generación. Los años no han sanado esas heridas. La tristeza de racismo en el mundo no ha sanado con el tiempo, de hecho, yo diría que es peor. No, lo siento mucho, pero por mucho que el mundo quiera decirlo, el tiempo no tiene el poder para sanar nada. Pero el Espíritu Santo, sí. El Espíritu Santo, puede sanar las heridas profundas que la gigante tristeza ha traído a nuestras vidas. Es por eso que la Biblia lo llama: Consolador. Cuando nos viene el gigante, tristeza, a nuestra vida, no nos olvidemos de estos consejos bíblicos. El mundo no sabe lo que dice, Dios sí. Vamos a orar. Padre, nuevamente te damos gracias por tu Palabra y por el hecho de que no nos dejas a la deriva. Tú nos amas y te interesas de que estemos bien. Y eso, Padre, nos hace amarte más y más. Gracias por el Espíritu Santo quien nos consuela y nos ayuda a tener la victoria sobre tristeza. Padre, en este momento quiero pedirte, que consueles a toda persona que me está escuchando en este momento, y que está siendo atacado por este enorme gigante llamado tristeza. Ayúdales a ver que pueden tener victoria y que tu gozo es nuestra fortaleza. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 03, 2023
Derrotando Gigantes

Derrotando Al Gigante De La Apatía
Es increíble pensar como la Palabra de Dios sigue siendo útil hoy, aun después de tantos años, llegará el día cuando todas las cosas se harán por medio del internet, niños ya no irán a la escuela sino que se unirán a clases de internet en sus propias casas, uno no irá a una Biblioteca para sacar un libro pues, lo leerá por el internet, ya no hablaremos por teléfono sino que iremos al internet para  comunicarnos en donde podremos escuchar y ver a la persona con quien estamos hablando, ya no encenderemos la radio o la televisión para escuchar nuestro programa favorito, sino que iremos al internet para hacer estas cosas, y sin embargo, en medio de todos estos avances y cambios tecnológicos, la Biblia, la Palabra de Dios, no llegará a ser obsoleto, siempre será la Palabra del Creador a su creación, increíble ¿verdad?   Cuando leemos la historia de David y Goliat, muchos pensarán: Bonita historia, pero qué tiene que ver conmigo, eso es lo bello de la Palabra de Dios, tiene mucho que ver, la historia de David realmente aconteció, es el ejemplo de un joven quien confió en la palabra de su Dios, aun cuando se encontraba frente a una situación imposible de ganar, imposible para él, pero no para su Dios. Imagínate, un tipo que tenía una estatura exagerada, experto en batalla, armado hasta los dientes, frente a un niño con una honda para lanzar piedras, que ni siquiera tenía tamaño para vestir armadura, ¿a quién le ibas tú? Si yo fuera un hombre que apostara, yo le iría a Goliat, quiero que sepas que no había nadie, ni filisteo ni israelita que pensó que David podía ganar esa batalla, me imagino al rey Saúl diciendo: Ese niño no tiene mucho cerebro, pero por lo menos tiene agallas, me imagino a sus hermanos esperando a ir a levantar su cuerpecito, e ideando la forma en que iban a relatar lo sucedido a su padre. Me imagino a todos los israelitas sentados a la orilla de sus bancas con los dedos cruzados por si un milagro llegara a acontecer. Tal vez el gigante al ver al niño tendría pesar y regresaría a su tienda para dejarlos a todos en paz, pero no sucedió así. David se levantó con lo único que sabía usar, su honda, y salió al encuentro del gigante con entusiasmo, pues su confianza en Dios era algo de admirar, estaba enojado por la manera en que Goliat había ofendido a su Dios, y si nadie más estaba dispuesto a ponerle en su lugar, él lo haría. Era parte del pueblo de Dios, ¿y quién era este gigante para insultar a su Dios de esta manera?, con ira justa y fe en su creador, David lanzó la piedra con todas sus fuerzas y su fe no fue ignorada por aquel quien hizo los cielos y la tierra y todo lo que en ellos hay, Dios dirigió la piedra al único lugar vulnerable. La piedra le pegó al gigante en medio de los ojos y este, sin saber lo que le había pasado, cayó indefenso a los pies del niño, siervo de Dios todopoderoso. David corrió, tomó la misma espada de Goliat, y decapitó al gigante. En cuanto a la pregunta ¿Qué tiene que ver esto con nosotros? Pues tiene mucho que ver. Cada día tú y yo nos enfrentamos a obstáculos gigantescos que tratan de intimidarnos, el temor que le tenemos a estas cosas nos detiene de avanzar y tener éxito en la vida. ¿Nunca te has puesto a pensar en la gran cantidad de personas que viven aisladas de los demás luchando con depresión? Todo esto se debe a una inseguridad que viene por la falta de una buena relación con Dios. Cuando tú y yo vivimos en desacuerdo a los designios del Creador, van a hacer problemas, pero cuando tenemos una buena relación con el Creador y estamos viviendo en obediencia a sus principios, podemos marchar en contra de cualquier obstáculo que se nos ponga en frente, sabiendo que su voluntad se va a realizar en nuestras vidas, no importa cuál sea la situación. Ya hemos hablado de los gigantes pereza, adversidad y temor y hoy nos toca el cuarto gigante, este se llama apatía. Apatía es diferente a los demás gigantes porque, aunque es el más grande, no anda exhibiendo sus músculos ni marchando de un lado a otro para intimidarnos, apatía usa la psicología en reversa. Apatía, al igual que pereza, nos dice que tenemos todo el tiempo del mundo, pero apatía va más allá, lo que hace este gigante es que ni siquiera llega al campo de batalla, nosotros ni siquiera nos damos cuenta de que está allí, y lo que nos quiere dar a entender, es que esa batalla no es lo suficientemente importante como para ser un reto, la manera en que apatía busca vencerlo a uno es haciéndole creer que la mayoría está en favor de lo que se está haciendo, incluyendo también a aquellos quienes se suponen también están al lado de uno y que por lo consiguiente, no tiene caso que uno se meta a la lucha, apatía hace cambios pequeños, insignificantes, y poco a poco va tomando posesión de uno, nuevamente haciéndonos creer que no vale la pena luchar en su contra, él ni siquiera se asoma al campo de batalla, pero allí está.   Para darte un ejemplo de lo que estoy hablando, piensa en los programas de televisión, ¿sabes que yo veo programas en la televisión  el día de hoy que hace unos cuantos años atrás me hubiesen hecho agarrar un mazo para destruirla?, por ejemplo, nuestra Biblia dice que el homosexual no heredará el reino de Dios, porque su estilo de vida es una abominación a nuestro Dios, sin embargo, hoy vemos en la pantalla a dos hombres besándose en la boca. Algunos volteamos la cabeza, por un segundo y luego seguimos viendo el programa, a la mayoría de los cristianos ni les molesta ya, dicen: Lo van a hacer de todas maneras, no importa lo que yo haga, así que no hacen nada, ¿saben lo que ha sucedido? El gigante, apatía, nos ha controlado, ha ganado la batalla sin presentarse en el campo de batalla, tú me dices: Pero hermano Ricardo, ellos no están buscando pleito, ellos no nos están molestando, ¿pero es cierto eso? Nuestro mundo se autodestruye, ¿y ellos no nos están molestando? La moralidad de nuestra sociedad es atacada de tal manera que nuestros hijos no se dan cuenta si son varón o hembra, ¿y no estamos siendo atacados? Personas inocentes, víctimas de un estilo de vida que va en contra de los designios de Dios, practicados por individuos corruptos, mueren de SIDA, ¿y no tiene nada de malo?, ¿sabes qué? Yo no me sorprendería si hubieran estaciones que cancelan El Contacto Cristiano hoy, sencillamente porque estoy hablando en contra de cosas que Dios mismo aborrece, y no tienen las agallas para pararse por lo que está escrito en blanco y negro en su Palabra, ¿qué es lo que les pasa? Se han enfrentado al gigante apatía y claro que van a predicar de ofrendas y diezmos, claro que van a predicar del amor de Cristo, pero lo malo de todo esto, es que a menos de que una persona se arrepienta de sus pecados, no puede ser salvo, y si no hay nada malo en el mundo hoy día, ¿de qué se van a salvar? Lo que estoy tratando de hacerles ver es que el gigante, apatía, es el más poderoso de todos los gigantes, es el gigante del YO QUE PIERDISMO, quizás pienses que yo no estoy practicando el amor aquí, déjame decirte algo, cuando Jesús vino a la tierra, sus palabras fueron estas: Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. ¿Arrepentirse de qué? Arrepentirse de una vida que no se vive de acuerdo a los designios del Creador. Vivir una vida que va en contra de los principios establecidos en la Palabra de Dios, el verdadero siervo del Señor no puede ver al homosexualismo, adulterio, pornografía, borrachera, aborto, asesinato, drogadicción, lascivia, amor al dinero y todas estas cosas, destruir al mundo que su Dios ha creado y quedarse callado. La única manera que esto pudiera suceder es que el gigante apatía le haya salido como los israelitas que estaban presentes en aquel día que les salió Goliat, pero yo no quiero ser como el rey Saúl y los demás Israelitas, yo quiero ser un David, yo voy a amar al pecador al igual que a mi Señor Jesús, pero voy a aborrecer al pecado que le detiene de entrar en una relación con Dios y que le va a enviar al infierno por toda la eternidad. No quiero ser como el levita o el sacerdote que ve a su prójimo tirado en el camino, pero que no les importa porque tienen mejores cosas que hacer y porque ayudar al prójimo sería mal visto por los demás, yo prefiero ser como el samaritano que se tomó el tiempo para cuidar a un individuo que lo hubiera tratado de perro si hubiera estado bien. Los pecadores gritaron crucifícale, cuando Jesús lo único que deseaba era restablecer la relación que la humanidad tenía con  Dios; le odiaban porque su estilo de vida no era un estilo que les agradaba, le odiaban porque Él dijo que Él era el único camino a Dios y que, si no le aceptaban, irían al infierno. Jesús no se dejó vencer por el gigante, apatía, el alma del hombre era demasiado valiosa para Él. Él no dijo: Pues, si este es el camino que Dios ha escogido, ¿yo qué pierdo? Y yo no puedo hacerlo tampoco, no puedo porque Él vive en mí, así que cuando la gigante apatía viene en mi contra, voy a salir corriendo hacia él con entusiasmo, confiando en mi Dios de llevar mi mensaje directamente a la frente del gigante y cuando este caiga, tomaré su propia espada y le cortaré la cabeza, ¿por qué? Porque si mi Dios ama al hombre, yo también. Le diré al homosexual, borracho, adúltero, asesino, mentiroso, y a la jovencita que ha abortado a su bebé, asesinando a un ser inocente que se arrepienta de lo que ha hecho y que venga a Jesús, le diré que su camino es camino de muerte, pero que en Jesucristo puede encontrar perdón y la salvación de su alma, siempre y cuando esté arrepentido de su forma de ser y dispuesto a seguir a Jesús. Si apatía te tiene vencido en este momento, tal vez necesitamos apagar la televisión y dedicarnos a lo que Dios dice en su Palabra, tal vez necesitamos dejar de escuchar al rey y a los demás israelitas que nos aconsejan no ir al campo de batalla y enojarnos porque nuestro Dios está siendo insultado, ¿quién ganará esta batalla? ¿El pueblo de Dios o el mundo? Dios no puede perder, pero el único héroe Bíblico en Israel cuando Goliat retó al pueblo de Dios fue David. Hoy el gigante apatía reta a Dios y a su pueblo, Dios no puede perder, ¿pero tenemos tú y yo la fe necesaria para levantarnos en amor a Él, para librar a aquellos quienes no saben lo mejor? Sino que Dios nos perdone. Vamos a orar. Padre, hoy muchos cristianos están estancados debido al reto que les ha hecho el gigante apatía, danos la fe y el valor que le diste a David para salir a pelear en su contra. Danos, amor para ti y para el prójimo. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 02, 2023
Derrotando Gigantes

Derrotando Al Gigante Del Temor
Hoy vamos a enfrentarnos con el tercer gigante de nuestra serie, Venciendo Gigantes, ya nos hemos enfrentado a los gigantes pereza y adversidad, y hemos aprendido que la única manera de vencerlos incluyendo a nuestro gigante de hoy, es por medio de tener fe en la Palabra de Dios y ser obediente a ella, actuando con confianza. También aprendimos que Dios no ha prometido mantener alejados a estos gigantes de nuestras vidas, pero que sí ha prometido mantenerse con nosotros para librarnos del daño que nos pueden causar, permitiéndonos vencerlos siempre y cuando estemos dispuestos a obedecerle. Nuestro tercer gigante se llama: Temor. Temor, al igual que adversidad, es grande, feo y feroz, es un gigante ladrón con una astucia increíble para robar nuestra paz, felicidad, tiempo y oportunidades. Al igual que los otros gigantes, caminará frente a nosotros de un lado para otro exhibiendo sus músculos con el intento de atemorizarnos. Temor se aprovecha de nuestras inseguridades y dudas, nos confunde de tal manera que no podemos pensar con inteligencia, haciéndonos dar pasos inseguros y apresurados, sino hace esto, nos asusta de tal manera que salimos corriendo sin pensar en que estamos dejando a otros a la deriva, indefensos y sin apoyo. El gigante temor ha detenido a misioneros de llevar el evangelio al mundo, haciéndoles sentir que no van a poder tener éxito en el lugar que Dios ha designado para ellos, ha detenido a los hijos de Dios de dar testimonios de la persona más maravillosa que pudiera existir, la persona de Cristo Jesús, diciéndoles que van a ser rechazados y criticados, ha hecho que jovencitas cometan asesinatos, abortando a niños inocentes, diciéndoles que sus padres se van a dar cuenta del mal que han cometido, ha hecho que hombres huyan de las responsabilidades del hogar, haciéndoles sentir que no van a poder proveer lo necesario para la familia, ha hecho que jóvenes forniquen y cometan adulterio, diciéndoles que si no se entregan van a perder a la persona de quienes piensan que estar enamorados, en cada uno de estos casos, el gigante temor ha robado a cada uno de estos individuos su felicidad. En varias ocasiones yo me he tenido que enfrentar al gigante temor, por más de diez años me paralizó haciéndome vivir bajo una depresión increíble, deteniéndome de hacer cosas que Dios había puesto bajo mi responsabilidad, me robó años de felicidad con mi familia, amistades y hermanos en la fe, me robó la dignidad que Dios me había dado, siendo hijo de Dios sin necesidad de fingir y esconder, debiendo caminar con la frente erguida me humilló haciéndome caminar con la cabeza agachada, viviendo una mentira con el fin de tapar mi cobardía, al ver a otros servir a Dios, me imagino que me comporté como los hermanos del rey David, cuando este se acercó al campamento diciendo que él sí iba a pelear con Goliat, aunque no se los dijera, mi sentir era: Ustedes no saben, creen que esto es juego, esto es guerra y  ese gigante no está ahí de adorno, es adiestrado en batalla y puede acabar con sus vidas en un abrir y cerrar de ojos. Háganse los valientes si quieren, pero yo aprecio demasiado mi vida como para jugar con ella, me voy a quedar aquí, y a la primera oportunidad que tenga, en la cual no me mire yo como un cobarde, me alejo de aquí lo más pronto posible. Sí, lamentablemente estuve estancado, sin poder avanzar por diez años, la única razón por la cual no me quité la vida era porque yo sabía que no me pertenecía, pues ya mi vida se la había entregado a Dios. Eso me deprimió aún más porque yo decía: Si Dios me ama, entonces por qué no aleja a este gigante llamado temor de mí, por qué permite que me atormente. En ese tiempo yo no sabía lo que nosotros ya hemos estudiado, y si lo sabía, no había puesto en acción. Pudiendo ser un héroe como David, viví bajo la humillación que deben haber sentido todos los israelitas cuando vieron a Goliat caer de la mano de un jovencito, quien había depositado toda su confianza en su Dios, qué vergüenza deben haber sentido los capitanes del rey Saúl.   Si tienen sus Biblias, vamos a ir al segundo libro de Timoteo, capítulo 1, versículo 7; 2 Timoteo 1:7, nuestro texto para hoy dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Quiero hacerte una pregunta, ¿Crees tú que el rey Saúl habría vencido a Goliat si hubiera confiado en Dios, y se hubiera levantado para ir a pelear con él? ¡Yo sí creo! Al igual que David, él era del pueblo escogido de Dios, él era rey, él hubiera dado el ejemplo, sino hubiera ningún otro que se animara a ir pelear con los enemigos de Israel, Saúl lo hubiera hecho, era el más alto, tanto en rango como en altura física, ¿por qué es que él no salió a pelear contra el gigante? Te lo diré, a Saúl no le importaba que el gigante blasfemara a su Dios, su pecho no ardía al oír al gigante insultar al Dios de Israel, Saúl solo pensaba en sí mismo y en su reino, poco le importaba la causa de Dios, él estaba preocupado por su propio bienestar, sus propias cosas, su propio reino, su vida no  llevaba el propósito de honrar y glorificar a Dios, su vida se trataba de ver hasta dónde él mismo podía llegar en este mundo, él estaba dispuesto a luchar por la causa de Dios, siempre y cuando él fuera el beneficiado, pero una vez que su vida se viera perjudicada, hasta ahí llegaba su fidelidad y amor a la causa, y eso fue lo que le detuvo de ponerse su armadura, y salir él mismo a pelear con Goliat ese día. Él hubiera podido ser el héroe, al igual que David, sin embargo, el caso de David fue muy diferente, en cuanto oyó las blasfemias del gigante Goliat, dentro de él surgió un coraje inmenso, no pudo creer que ya otros no habían ido a cerrarle la boca a ese fanfarrón. Al ver que ningún otro se animaba, David, no aguantando los insultos que se hacían en contra de su Dios, se levantó para enfrentarse al gigante. David no estaba pensando en sí mismo, no pensaba en el pueblo de Israel, no pensaba en lo que iba a pasar si moría en batalla, lo único que pensaba David era esto: No voy a permitir que este tipo siga insultando de esa manera a mi Dios. David sabía que Dios estaba con él, David sabía que Dios le podía librar, pues ya le había librado antes de las garras de un oso y de un león, ¿quién era este gigante filisteo?, o sea, que el corazón de David, estaba en el lugar correcto, nuestro texto, no está limitado a unos cuantos cristianos, es para todo hijo de Dios, cuando Dios envió a su Espíritu a morar en nuestro espíritu, nos dio las cualidades de valor, poder, amor y dominio propio, dentro de cada uno de nosotros están estas cualidades, hay suficiente valor, poder, amor y dominio propio en nosotros para vencer cualquier gigante que pudiera salirnos, ¿por qué es que seguimos siendo vencidos entonces por el gigante del temor?, ¿por qué es que nos tiene estancados sin poder avanzar en el reino de nuestro Dios? La respuesta es sencilla, a nosotros nos pasa lo mismo que al pueblo de Israel. Temor, viene insultando a Dios, hablando basura y exhibiendo sus músculos, haciéndonos creer que él es más poderoso que cualquiera de nosotros, y si se nos olvida quienes somos y de qué se trata nuestra vida, nos ponemos a pensar en nuestro propio bienestar, nuestras cosas, nuestras familias y amistades, nos olvidamos que somos hijos de Dios y que temor está blasfemando el nombre de nuestro Dios, estamos tan metidos en nuestras propias cosas que ni siquiera nos ofende que el mundo insulte a nuestro Dios, y a veces hasta nos unimos a él en sus insultos, por eso es que perdemos la batalla, por eso es que no vencemos a los gigantes que vienen en contra de nosotros, es por eso que tú y yo tenemos que hacer lo que hizo David una y otra vez al oír los insultos en contra de la persona más importante de nuestras vidas, debemos sentir coraje, ¿cómo es posible que temor o cualquier otro gigante se levante en contra del pueblo de Dios todopoderoso?, ¿cómo es posible que se atreva a insultar su nombre? Tenemos que levantarnos, dejar de ser espectadores, esperando que otros hagan lo que nos toca a nosotros hacer y salir a enfrentarnos a estos gigantes, y cuando temor se ríe porque nos ve pequeños, tenemos que acordarle que nuestro Dios ya nos ha dado la victoria sobre obstáculos mucho más grandes que ellos. Tenemos que hablarle del gigante, muerte eterna y de su hermano infierno y sobre cómo Jesús venció sobre ellos cuando le confesamos como nuestro único y suficiente Salvador, en el nombre de Jesús tenemos que marchar hacia el gigante temor, confiando en que ni él, ni las puertas del infierno, pueden prevalecer contra la iglesia del Señor Jesús, y esto lo tenemos que hacer cada vez que un gigante viene a retar a nuestro Dios y a su pueblo. Cada batalla espiritual que peleamos será peleada primero en el alma, donde radican nuestra mente voluntad y emociones. Debemos consultar la Palabra de Dios para ver lo que Él ha declarado y luego actuar en obediencia a su Palabra con todas nuestras fuerzas, confiando en Él de ser fiel a lo que ha dicho, acordémonos de que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, dentro de nosotros hay un espíritu de valor de poder, de amor y de dominio propio, todo lo necesario para derrotar a cuantos gigantes nos salgan en la vida. Vamos a orar. Padre, acércanos en este momento a ti. Haznos entender que estamos aquí en este mundo para llevar a cabo tus planes y no los nuestros, Padre, ayúdanos a dejar de preocuparnos por nuestro reino insignificante que no tiene valor alguno para dedicarnos al engrandecimiento del reino tuyo, ayúdanos a entender que buscamos primeramente tu reino y tu justicia, y que si hacemos eso, las demás cosas vendrán por añadidura, hemos visto como este gigante llamado temor ha atrasado a tu pueblo e iglesia por mucho tiempo, Padre, haz surgir en nosotros a muchos Davides, cuyos corazones están dedicados a traerte honra y gloria, te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 01, 2023
Derrotando Gigantes

Derrotando Al Gigante Adversidad
Así como en los días del rey David, hay muchos gigantes que se levantan con el fin de obstaculizar el pueblo de Dios, gigantes que caminan de un lado a otro, exhibiendo sus músculos y retando a los hijos de Dios a salir a pelear contra ellos, son los paladines del diablo que se levantan como individuos a retar a miembros individuales del ejército del Señor, pues el ejército de ellos ya fue vencido hace dos mil años atrás en la cruz de del calvario, como no pueden vencer a nivel de ejército, buscan luchar individualmente esperando acabar uno por uno los seguidores de Jesús, es triste, pero así también, como en los días de David, muchos cristianos se quedan sentados atemorizados por esos gigantes debido a que nunca han crecido en lo espiritual, y lo que Dios está deseando es un David que se levante en contra de ellos para vencerlos en el nombre de Jesús, esos gigantes son muchos y tienen nombre. En nuestro primer estudio conocimos al gigante pereza, y aprendimos que la manera de vencer a todos los gigantes es por medio de ejercer fe con acción. Fe, por medio de confiar en la Palabra de Dios, y acción por medio de ser obedientes a las instrucciones de Dios, poniendo en práctica lo que Él nos dice. En nuestro estudio hoy, queremos conocer a otro gigante, su nombre es adversidad. Todos sabemos que es bueno estudiar a nuestros adversarios para así poderlos vencer. Todo boxeador mira horas y horas de videos de sus contrincantes, para así saber sus costumbres y puntos débiles, lo mismo hace Satanás con nosotros, nos tiende trampas, estudia nuestros puntos débiles y luego nos ataca, tú y yo haríamos bien en estudiar a nuestros adversarios a la luz de las Escrituras para tener mejor idea de cómo vencerlos con más facilidad, y conste, no existe el gigante que no puede ser vencido, ¿por qué? Porque mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo, y porque somos más que vencedores, por medio de aquel quien nos amó y entregó su vida por nosotros, el gigante adversidad es un enemigo digno de nuestro respeto, no he dicho que debemos hacerle fiesta, pero sí tenemos que tener cuidado cuando salimos a pelear con él, no ha llegado a ocupar la posición que tiene sencillamente por ser buen amigo de alguien; adversidad es como el famoso mil máscaras de la lucha libre, puede traer máscara física, máscara política, máscara financiera, máscara religiosa, máscara emocional, máscara familiar, en fin, miles de máscaras, pero siempre es el mismo luchador el que las lleva puestas, el gigante, adversidad, y esto es importante saberlo, pues si le hemos vencido con una máscara, no importa la que se vuelva a poner, siempre podremos volverle a vencer.   Vamos en nuestras Biblias al libro de Isaías, capítulo 43, para leer los versículos 1 al 3, la Palabra de Dios nos dice lo siguiente: “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; y te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti, Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador”. Ya se sabe que estas palabras fueron escritas directamente al pueblo de Israel, no podemos aplicarlas directamente a nuestras vidas, sin embargo, el gesto de estas palabras no pierde su valor cuando se trata de nosotros. Los que hemos recibido a Jesucristo como nuestro Salvador somos hijos de Dios porque Dios así lo ha declarado, y como nuestro Padre, su cuidado y protección de nosotros no es inferior a la que tenía sobre su pueblo Israel, así que de manera indirecta la enseñanza sí se aplica sobre nuestras vidas. El gigante adversidad, vendrá demostrando sus músculos y refutando la Palabra de Dios de la misma manera que lo hizo el gigante Goliat con el pueblo de Israel, no retará a Dios, sino a nosotros poniendo a prueba nuestra fe y fidelidad, es en ese momento cuando Satanás se acercará a nosotros para decirnos: Yo pensé que cuando uno era hijo de Dios, las cosas tenían que mejorar, yo pensé que Dios con su gran poder tendría que alejar de ti a todos los gigantes de la vida, y es en ese momento cuando nosotros comenzamos a flaquear, porque a nuestra forma de pensar, lo que el diablo nos está diciendo tiene sentido, nuestra fe y confianza en Dios es retada, y comenzamos a dudar y a cuestionar la estabilidad de nuestra relación con Dios. Pero Dios nunca ha prometido alejar de nosotros las adversidades, es todo lo contrario, Él nos ha asegurado que las adversidades van a venir y que servirán para que tengamos más confianza en nuestra relación con Él. Es muy popular hoy día predicar de salud, prosperidad y cosas así, pero tales enseñanzas, no dejan con unas tremendas preguntas cuando nos enfrentamos al gigante adversidad. Acordémonos de los tres amigos de Job, asegurándole de que tenía que haber un pecado enorme en su vida, para que Dios permitiera que el gigante adversidad le quitara a su familia, su salud y todos sus bienes materiales. La misma mujer de Job le dijo: Maldice a Dios y muérete de una vez, tan fuerte fue el razonar de ellos que hasta el Job mismo comenzó a flaquear, discutiendo con Dios por lo que le había pasado. Fue entonces que Dios le dio a entender que todo había sido para probarles a Satanás que Él todavía tenía personas justas y fieles que le amaban sobre todas las cosas, fue entonces que Job pidió perdón por haber discutido con Él. Aunque Dios no ha prometido alejar al gigante adversidad de nosotros, sí ha prometido estar a nuestro lado para librarnos de cualquier cosa que nos quisiera hacer. Leamos nuevamente estas palabras de nuestro texto: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. ¿Te fijas? Cuando el gigante, adversidad viene a nuestras vidas, Dios estará con nosotros, no permitirá que seamos vencidos y nos protegerá de cualquier daño que adversidad quisiera causarnos, pero como dijimos en nuestra última lección, tú y yo tenemos que creer y actuar. No puedo leer nuestros textos sin estar pensando en esos tres jóvenes hebreos con los nombres raros: Sadrac, Mesac y Abed-nego. El rey había declarado que todo súbdito debía arrodillarse ante una imagen de él, al oír el son de los músicos de su reino, la sentencia por no obedecer dicho mandato sería ser lanzado a un horno de fuego, fue entonces que el gigante adversidad se le apareció a estos jóvenes héroes de la fe; comenzó a exhibir sus músculos ante ellos, retándoles a no obedecer el mandato del rey, a gritos les dijo que les pasaría si ellos no doblaban rodillas ante la imagen, se burló de ellos diciéndoles que su Dios no los podría salvar, y entonces los músicos comenzaron a tocar, la multitud de inmediato dobló rodillas ante la imagen del rey, pero al pasar la vista sobre el mar de gente arrodillada, claramente se veían las siluetas de tres jóvenes firmemente parados con sus frentes en alto, ¿Quiénes eran? Sadrac, Mesac y Abed-nego. La adversidad se puso furiosa, los tomó de cuello y los trajo frente al rey, y les dijo que, si no se inclinaban ante la imagen, los lanzaría al horno. Ellos le respondieron con fe: Nuestro Dios nos puede librar de  tu mano, y aunque no lo haga queremos que sepas que no nos vamos a inclinar ante tu imagen, esto enfureció a adversidad, quien mandó a calentar el horno siete veces más de lo que estaba y echó a los tres jóvenes, pero ellos no estaban solos, ¿te acuerdas de la promesa de Dios? Él estaba con ellos, estuvieron en el horno y no se quemaron, las llamas no ardían en ellos y cuando el rey les dijo que salieran ni siquiera su ropa traía olor de humo, Dios no los había dejado pagar la consecuencia por haber peleado con adversidad. No les había prometido alejar a adversidad de ellos, pero sí les había prometido ayudarles a vencerle, solo tenían que confiar en su Palabra y actuar de acuerdo a sus instrucciones, el gigante adversidad vendrá a nosotros una y otra vez, mientras vivamos aquí en la tierra, se verá enorme y feroz, quizás nos tome por sorpresa y nos haga temblar, pero de algo podemos estar seguros, no importa la máscara que traiga puesta, es el mismo gigante a quien todo hijo de Dios puede vencer, solo hay que creer en la Palabra de Dios y ser obediente a ella, actuando con fe. Aunque trajera puesta máscara de muerte, no tenemos por qué doblar rodilla, pues la victoria es nuestra. Si tú has permitido que el gigante, adversidad te humille y te haga temblar, así como Goliat al pueblo de Israel, te animo a que te levantes en el nombre de Jesucristo, toma tu honda y lánzale una piedra de fe. Dios está con nosotros, y aunque no ha prometido mantener a adversidad alejado de nuestras vidas, sí ha prometido estar con nosotros para ayudarnos a vencerle, ánimo, levántate y pelea. Vamos a orar. Padre, te damos gracias porque siempre estás a nuestro lado, tú conoces los gigantes que el diablo envía a nuestros campamentos para retarnos, tú sabes que sin ti no tenemos la capacidad ni siquiera de defendernos, mucho menos vencerlos y es por eso que nunca nos desamparas, Padre, queremos que estés orgulloso de nosotros, queremos probarle a diablo que te amamos y te pertenecemos, humillándole en tu presencia, mientras levantamos en alto tu nombre, y es por eso Padre que te pedimos que nos ayudes a confiar siempre en ti, que tengamos la fe necesaria para pararnos firmes en frente del gigante adversidad y cualquier otro gigante que pudiera salir a retarnos, tú eres nuestro Dios y queremos agradarte de todo corazón, así que ayúdanos, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 31, 2023
Derrotando Gigantes

Derrotando Al Gigante O Enemigo De La Pereza
Existen muchos enemigos a la causa de Jesús en nuestros días, enemigos potentes que tienen la capacidad de rendirnos inefectivos, en nuestra lucha por engrandecer el reino de nuestro Señor en este mundo. Enemigos que solo al verlos nos causan pánico, haciendo caer nuestro semblante. Muchas veces estos enemigos nos atacan por la retaguardia, tomándonos por sorpresa, esto es peor, porque es difícil luchar en contra de algo que no se puede ver, y es aquí donde llegamos a nuestro problema. El problema de poder ver los resultados del mal que nos está atacando, pero no poder contraatacar por no saber hacia qué lado apuntar para disparar. Lo triste es que, en nuestra desesperación, disparamos por todos lados, hiriendo y matando a los mismos compañeros de batalla, por no poder enfocarnos y guardar nuestra compostura, y mientras que esto sucede, Satanás se ríe, y esto a mí me enoja. En los próximos estudios, quiero que nos preparemos para la batalla, vamos a analizar algunos de estos enemigos silenciosos que nos atacan por sorpresa, y vamos a ver cómo podemos armar una defensa para luchar en contra de ellos, y así, no perder tiempo valioso que necesitamos para continuar en el engrandecimiento del reino de nuestro Dios.   ¿Te acuerdas que cuando David descendió a pelear con el gigante Goliat, que tomó cinco piedras, de un riachuelo?, algunos estudiantes de la Biblia nos dicen que David no tomó cinco piedras, por si fallara con la primera, sino porque sabía que Goliat tenía cuatro hermanos más, quienes seguramente vendrían en su contra al ver caer a su hermano. Pues hoy, quiero nombrarles a cinco gigantes que salen en contra del cristianismo cada día, retando al pueblo de Dios y jactándose de su poder, son cinco gigantes que han tenido gran éxito en detener el avance del ejército del Señor, debido a que no retan al pueblo entero, sino que hacen como Goliat, retando a soldados individuales. Los nombres de estos cinco gigantes son: Pereza, adversidad, temor, apatía y tristeza. Quiero que miremos a cada uno de estos gigantes individualmente para ver cómo nosotros, al igual que David, podemos salir a vencerlos al campo de batalla, dejando libre al pueblo de Dios, para continuar su marcha en pro de la causa de Cristo Jesús. El primer gigante que vamos a vencer es pereza, nuevamente quiero recordarles que estos enemigos muchas veces no nos atacan de frente, muchas veces nos toman por sorpresa, y cuando los tenemos encima y vemos lo grandes y feroces que son, nos atemorizamos, perdemos control y en nuestra confusión nos defendemos, pero de manera no adecuada o incorrecta que más bien hace que el trabajo del gigante sea más fácil. Recuerden también que mientras que yo estoy hablando de estos gigantes, como si los pudiéramos ver, lo que realmente estamos viendo, son los resultados poderosos del daño que pueden causar, uno no puede pelear contra un resultado, uno tiene que ir a la fuente de lo que está causando esos resultados, y como no podemos ver la fuente, nos confundimos aún más, no sabiendo cómo defendernos, pero todo eso, gracias a Dios, va a cambiar hoy. ¿Cómo pelea uno en contra del gigante pereza? Bueno, vamos a ir a nuestro manual de guerra, busquemos el libro de Santiago y vamos al capítulo 2, versículo 17. La Biblia dice: “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. Cuando salimos en contra de los gigantes de la vida, tenemos que pelear con fe, tenemos que creer que pueden ser vencidos, porque la Palabra de Dios nos dice que pueden ser vencidos, aunque no los podamos ver y aunque no entendamos cómo los métodos que encontramos en las Escrituras funcionan, vamos a tener que confiar en Dios y actuar de acuerdo a sus instrucciones o ser vencidos, a nosotros nos toca escoger, así que la primera cosa que tenemos que hacer para vencer la pereza es tener fe  y la segunda cosa es actuar, ¿De veras creemos lo que Dios dice en cuanto a pereza? Yo he visto cómo este gigante ha dominado a naciones enteras. Hoy día existe mucha gente con la la capacidad de hacer algo en cuanto a la situación en que se encuentra, pero prefiere sacar la mano y pedir debido a que tiene pereza, jóvenes que no quieren esforzarse a estudiar debido a que les da pereza tener que usar el cerebro, hijos vagos sin educación y malcriados, sencillamente porque a los padres les da pereza estarles llamando la atención, personas físicamente enfermas porque tienen pereza de practicar higiene, les da pereza bañarse, lavar su ropa y asear la casa exterminando gérmenes que son dañinos a su salud, les da pereza practicar ejercicio corporal para llevar vida  a sus órganos y músculos; cristianos que nunca pasan a otro nivel de madurez espiritual debido a que les da pereza estudiar la Palabra, orar, tener compañerismo con otros hermanos y testificar de Jesús, iglesias estancadas, espiritualmente enfermas , debido a que tienen pereza de discipular, practicar disciplina y obedecer a Dios, y podríamos continuar con esta lista. Jesús dice que uno va a conocer a sus seguidores, no por el servicio del labio que dan sino por el fruto que dan, personas que desconocen lo más sencillo de la Palabra de Dios. Le roban dinero, son infieles a su causa, y, sin embargo, cuando llegan a un servicio, hablan linduras, ¿sabes por qué? Porque han sido vencidos por el gigante, pereza. Es más fácil fingir espiritualidad que hacer todas las cosas necesarias para alcanzar madurez espiritual, Dios dice que debemos aprovechar nuestro tiempo, Él dice que nuestra vida es corta y que debemos invertir nuestras energías en hacer su voluntad sin desperdiciar las horas del día. Por el otro lado, tenemos a Satanás que nos asegura que tenemos todo el tiempo del mundo, no hay que apurarnos porque siempre existe el día de mañana. Tú y yo tenemos que escoger a quién vamos a creer. Lo triste, es que aun teniendo como ejemplo vivo la vida de otros que han sido vencidos por el gigante, pereza, nosotros tendemos a creer que nuestro fin será diferente al de ellos y vivimos desperdiciando el tiempo que Dios dice que debemos valorar. Esto nos trae a nuestro siguiente punto: tenemos que actuar. De nada nos sirve saber que el tiempo se nos escapa, así como el agua entre los dedos, de nada nos sirve saber lo que debemos estar haciendo, sino vamos a hacer algo en cuanto a ello; por eso es que nuestro texto nos dice: “La fe sin obras es muerta”, y es así, porque el no hacer nada en cuanto a nuestra situación, no nos librará de ella. Acabo de mencionar que si vamos a alcanzar otro nivel de madurez espiritual, tendremos que ser estudiantes de la Palabra y profundizarnos en sus enseñanzas, vamos a tener que orar y pedir dirección del autor de la vida, para así no desperdiciar el tiempo valioso que Él ha puesto a nuestra disposición; vamos a tener que trabajar unidos con otros hermanos  que creen lo mismo que nosotros practicando un compañerismo sano y saludable; vamos a tener que testificar de Jesús a aquellos quienes no le conocen, para que puedan unirse a nuestra causa y ser libres de una muerte eterna en el infierno, y tú me dices: Hermano Ricardo, yo ya sé todas estas cosas, y esto es precisamente lo que quiero hablar, porque el hecho de que sepamos estas cosas no es suficiente, el hecho de que creamos que estas cosas son verdad y que funcionan, de nada nos sirve, si este conocimiento va a llegar a servirnos de algo, tendremos que actuar, tendremos que vencer al gigante pereza levantándonos de donde estamos  para poner en movimiento nuestras creencias. David no venció al gigante Goliat, por medio de lanzar amenazas huecas vociferadas con sus labios. Él corrió hacia el gigante lanzando con su honda una piedra que le dio en la frente y luego tomó su propia espada con la cual le quitó la cabeza, y tú y yo podemos hablar de aquí hasta que venga Jesús de lo que vamos a hacer en su nombre, pero a menos de que tomemos acción de nada servirá y el gigante, pereza, habrá vencido. En este momento te reto a que te levantes conmigo para vencer a estos gigantes que han oprimido al pueblo de Dios, deteniéndonos en Cristo Jesús, no estoy hablando de lo material sino de lo espiritual, estoy hablando de aquella relación con Dios que nos permite estar en paz, no importa cuál sea la situación en que nos encontremos, el gigante pereza es uno de los que lucha por privarnos  de entrar a nuestra tierra prometida aquí en este mundo, sabiendo que Jesús nos ha prometido vida y vida en abundancia, aún aquí en este mundo, levantémonos y marchemos en victoria contra este enemigo del alma, actuemos en obediencia a la Palabra de Dios y ya veremos cómo Él bendecirá nuestra vida personal, nuestros hogares matrimonios e iglesias sembrando en nosotros nuevas energías para llevar a cabo su ministerio en nuestras vidas, y el gigante pereza caerá sin poder alguno ante nuestros pies. Vamos a orar. Padre, yo sé que el gigante, pereza ha llegado para atormentar a muchos de mis hermanos, se ríe de nosotros jactándose de su poder, marchando de un lado para otro, exhibiéndose mientras que nosotros nos quedamos parados, Padre, ayúdanos a tomar tu Palabra para enfrentarnos cara a cara con él. Ayúdanos a actuar enfurecidos por lo que ha hecho, blasfemando tu nombre y creyendo poder tener control sobre nuestras vidas cuando sabemos bien que solo tú eres Dios, y que solo a ti debemos doblar nuestras rodillas. Padre, que tu nombre sea exaltado en nuestras vidas hoy y que todo el mundo se dé cuenta de que tú eres Dios, te lo pedimos en el precioso nombre de Cristo Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 30, 2023
Edificándome

Edificando Al Espíritu
Hoy seguiremos hablando sobre el asunto de edificación, conste que, aunque estamos hablando acerca de nuestra propia edificación, tenemos que entender que, al edificarnos a nosotros mismos, edificaremos también a nuestras familias, iglesia y cualquier otra organización a la cual pertenecemos.   Si cada miembro de nuestra sociedad luchara por ser todo lo que Dios quisiera que fuéramos, nuestra sociedad cambiaria por completo. El problema es que la gran mayoría de nosotros estamos lejos de ser lo que Dios quiere que seamos y en parte, eso se debe al hecho de que la mayoría de las personas, no se dan cuenta del hecho que ellos al igual que Dios, se componen de tres elementos: espíritu, alma y cuerpo. Esta realidad la encontramos en 1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. En nuestros estudios anteriores, hablamos de nuestra necesidad de ser edificados, pero que la mayoría de las personas solo se edifican físicamente o intelectualmente. Y si notas en nuestro texto, estas dos cosas vienen después del primer elemento que es nuestro espíritu. Así que he dejado lo mejor de último. Hoy vamos a hablar acerca de cómo podemos edificar nuestro espíritu. Hay una razón por la cual el espíritu no recibe la atención que se merece y es porque, aunque podemos ver los resultados de lo espiritual, al igual que Dios que es Espíritu, el espíritu es invisible, es algo que tenemos que aceptar por fe, confiando en el único hecho de que Dios dice que existe. Es por eso que a Dios le agrada más lo espiritual, debido a que se tiene que aceptar con fe y todo sabemos que, sin fe, es imposible agradar a Dios. Creo que aquí seria propio, regresar para echar otro vistazo a nuestro versículo lema para esta serie de estudio, titulados edificándome, se encuentra en Colosenses, capítulo 2, versículo 8 y dice: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo y no según Cristo”. Nuevamente quiero expresarte, que lo que te voy a hablar, tiene que ver con lo que Dios dice en la Biblia. Todo lo que te voy a decir hoy, será basado, no en lo que yo pienso, sino en lo que la Biblia dice. Si yo no puedo respaldar lo que estoy diciendo con la Biblia, mis palabras se convertirían también en una filosofía o hueca sutileza. Lo que quiero que comprendas, es que tú al igual que yo, vas a tener que escoger, en qué vas a depositar tu confianza para ser la base de tu creencia. Puedes depositar tu confianza en la ciencia del mundo, en lo que dice los intelectos del día, puedes depositar tu confianza en la palabra de tus padres, la cual probablemente fue pasado a ellos, por sus padres o puedes depositar tu confianza en los propagadores de diferentes religiones. Puedes depositar tu confianza en la Palabra de Dios. Yo he decidido, depositar mi confianza en la Biblia, la Palabra de Dios. La ciencia me ha fallado, mis padres se han equivocado de vez en cuando y las religiones por la mayor parte contradicen lo que dicen las Escrituras, por lo consiguiente, yo las estimo como filosofía y huecas sutilezas, por bien intencionadas que sean, ¿por qué? Pues porque se trata de mi vida y mi vida no es una basura, no la puedo vivir a lo que salga. Si mi vida fuera como la de un animal, entonces yo comería, me defendería, tendría sexo y me moriría, pero no soy animal. La Biblia me enseña que soy hecho a imagen y semejanza de Dios y que yo al igual que Él, soy un ser eterno que voy a vivir por siempre en uno de dos lugares: o en el cielo o en el infierno. La Biblia me dice que debo preocuparme por mí ser completo: espíritu, alma y cuerpo y eso es precisamente lo que tengo pensado hacer. Tú tienes derecho a basar tus creencias sobre cualquier cosa que tú quieres, yo tengo el mismo derecho y he escogido a la Biblia para ser la base de mi creencia. Ya he explicado, que cuando Adán y Eva comieron del fruto prohibido en el jardín del Edén, que, así como les dijo Dios, murieron. La serpiente hizo ver a Eva, que ella había comido del fruto y que todavía estaba viva, pero Dios no estaba hablando de muerte física, Él hablaba de una separación espiritual, o sea muerte espiritual. El hecho que no hablaba de muerte física se encuentra en Génesis 3:22 donde Dios dijo “He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre”. Solo había un árbol cuyo fruto, Dios había pedido a hombre no comer, el del árbol del conocimiento del bien y del mal, de todos los demás arboles podíamos comer a su antojo, uno de esos árboles era el libro de la vida, que le rejuvenecía día a día, es por eso que Dios los tuvo que expulsar del jardín, porque si no lo hacía vivirían físicamente para siempre, pero espiritualmente, ya habían muerto. Todos nosotros nacemos con los tres elementos intactos: espíritu, alma y cuerpo. Si un bebé se muere en el vientre de su madre o al nacer, va directo a la presencia de Dios. El espíritu de todo individuo está vivo, hasta que uno por decisión propia decide por mente, voluntad y emoción, desobedecer abiertamente a Dios, así como lo hizo Eva y Adán comiendo del fruto. En ese momento el alma: mente, voluntad y emoción, comete pecado y la Biblia dice “El alma que pecaré, esa ciertamente morirá”. El alma es eterna, ¿cómo es entonces que muere? Muere porque es separada de Dios espiritualmente para ser echada en el infierno, para sufrir por la eternidad. ¿Te suena a vida eso? Claro que no, por eso es que se llama muerte. Nunca más conocerá la paz y presencia de Dios, a menos de que suceda una sola cosa, que su espíritu reviva, eso fue lo que Jesús habló con Nicodemo esa noche, cuando le dijo que tendría que nacer de nuevo. A Nicodemo le pareció increíble que un hombre viejo, pudiera entrar en el vientre de su madre y nacer otra vez. Pero Jesús no hablaba de eso, él hablaba de un nacimiento espiritual, Jesús le explicó a Nicodemo, que lo que es de la carne, carne es y lo que es del Espíritu, espíritu es y por eso es que tendría que nacer espiritualmente. Cuando un individuo realiza con mente, voluntad y emoción que ha pecado en contra de Dios, se arrepiente de su pecado y acepta el sacrificio que Jesús hizo por uno en la cruz del calvario, creyendo que murió y que resucitó y que hoy vive para dar vida eterna a todo aquel, que en Él cree, Dios envía a su Espíritu a vivir en el espíritu de ese individuo y nace espiritualmente a la familia de Dios. Ese individuo, tiene la simiente de Dios en sí mismo y es destinado para el cielo, para pasar toda la eternidad con Dios. Pero el individuo que no hace esto, es destinado para el infierno, para vivir eternamente en sufrimiento separado de Él, ¿quién dice? La Biblia, pero nuevamente cada quien escoge lo que desea creer, yo he escogido lo que dice la Biblia, porque mi vida es demasiado valiosa para mí, no voy a jugar a la loca, yo juego para ganar. Una vez que el individuo ha nacido espiritualmente, tiene que edificarse espiritualmente y la manera en que lo hace se encuentra en Colosenses 3:1-7 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloría. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otros tiempos cuando vivías en ellas”. Como vemos, el lado espiritual de nosotros, la parte que le pertenece a Dios, no puede ser edificado, a menos que nos abstengamos de hacer cosas que la permita ser edificada. Por ejemplo, si uno desea estar bien físicamente, tiene que privarse de ciertas comidas que son dañinas a su sistema y remplazar esas cosas con comidas saludables, tendrá que detectar sus puntos débiles y hacer ejercicio para fortalecer esos puntos y es lo mismo con lo espiritual, los que hemos resucitado con Cristo, o sea los que hemos revivido espiritualmente, debemos mantener nuestra mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra, lo de Dios llega a ser más importante que cualquier otra cosa, hacemos morir en nosotros lo terrenal, no nos privamos como piensan algunos de todo placer, sino de todo placer ilícito. Por ejemplo, yo no me privo de sexo, mi esposa y yo tenemos una vida sexual muy saludable, gracias, y eso no nos perjudica espiritualmente, lo que nos perjudicaría seria tener sexo ilícito con otra persona fuera de nuestro matrimonio. ¿Quién crees tú que hizo al hombre y a la mujer con la forma que tiene? Si Dios no hubiera querido que el sexo fuera placentero, no hubiera dado la sensación de que viene con el acto, nosotros somos quienes hemos arruinado todo esto, cuando nos salimos de los límites que Él ha establecido. Así que nuestro Espíritu se está edificando, cuando somos obedientes a lo que Dios nos dice en su palabra y cuando nos abstenemos de hacer cosas que van en contra de ella. En conclusión, mi esperanza es que tomaremos enserio estos estudios, acerca de edificarnos, acuérdate que no vamos a edificarnos por razones egoísta, sino para poder ser todo lo que Dios quiere que seamos y así poder servirle de una manera eficiente, lo cual va a traer una gran satisfacción a nuestra propia vida, porque para eso fuimos creados. Tenemos que cuidarnos y utilizar todo lo que somos: cuerpo, alma y espíritu para honra y gloria de Dios. Desatender a cualquiera de esas tres partes que nos compone traerá graves consecuencias, no permitiéndonos vivir a nuestra máxima potencial. Vamos a orar. Padre nuevamente te damos gracias por tu Palabra que nos enseña cómo vivir, sabemos que Tú te preocupas por nuestro bienestar y que tienes un plan para nuestra vida, la cual nos traerá mucha bendición. Te amamos y te pedimos que nos ayudes a hacer todos los cambios necesarios, tanto en el área de nuestro cuerpo, como también el alma y especialmente el Espíritu. Padre te pido que bendigas a quien me está escuchando en este momento y que nos ayudes a comprender la veracidad de lo que hemos hablado hoy, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 27, 2023
Edificándome

Edificando Mi Alma
No puedes imaginarte el gusto que me da poder estar contigo otra vez para continuar nuestro estudio acerca de maneras en que podemos edificarnos. En nuestro último estudio estuvimos hablando acerca de edificar nuestro cuerpo físico, sin embargo, con hablar del cuerpo físico solo hemos analizado una parte de nosotros, una parte importante pero no la más importante.   En nuestro segundo estudio de esta serie vimos que la Biblia indica en 1 Tesalonicenses 5:23 que nos componemos de tres elementos: cuerpo, alma y espíritu, esto nos llevó a la conclusión de que, si realmente queremos ser edificados, necesitamos preocuparnos por nuestro ser completo: cuerpo, alma y espíritu. Hicimos la observación de que personas que solo se preocupan por sus cuerpos, desatienden dos tercios de su ser, lo cual sería igual a tener una casa de tres cuartos y solo preocuparse por el mantenimiento de uno de ellos y lo malo de esto sería, que, al no ser mantenido los otros dos cuartos, la casa se deteriora y se viene para abajo, destruyendo aun al cuarto por el cual nos habíamos preocupado, así que es necesario que entendamos a la casa entera o en nuestro caso a todo nuestro ser. Antes de entrar a nuestro estudio hoy, vamos a hablar acerca del alma y quiero que leamos nuestro texto, si te acuerdas, se encuentra en el libro de Colosenses, capítulo 2, versículo 8 dice: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. Muchas personas te dirán, que lo que voy a compartir contigo hoy, son puras locuras, ellos hablaran según tradiciones de hombres, intentaran engañarte por medio de sus filosofías y huecas sutilezas. Pero yo vengo a ti en el nombre de Dios, para compartir contigo, lo que la Biblia tiene que decir acerca del alma, luego tú tendrás que decidir, que vas a hacer concerniente a nuestro estudio, yo no puedo cambiarte, de hecho, no es mi trabajo hacerlo, pero sí es mi deber anunciarte las verdades de Dios, lo demás lo tendrá que hacer el Espíritu Santo. Antes que todo es necesario que comprendamos el valor del alma, muchas personas ni siquiera toman en importancia su alma, pero Dios dice, que de todo lo que existe, el alma del hombre es lo más valioso. En la Biblia encontramos el relato de un hombre que era sumamente rico, tenía tantos bienes materiales que no hallaba que hacer con ellos, pero Dios le dijo, necio esta noche vas a morir y de quien van a ser todas esas cosas que has acumulado. Mientras que el hombre busca dominar el mundo físico, existe una batalla muy superior, es la batalla de Dios en contra del diablo y ¿qué es lo que busca? Pues déjame decirte que no están buscando territorio, ni poderío, ni fama, ni fortuna en diamante, oro o plata. Ellos están luchando por el alma del hombre y ¿cuál es el precio del alma? La Biblia dice, por qué aprovechara el hombre, ganarse el mundo entero si pierde su alma. El valor de un alma es mucho más que todas las riquezas del mundo. ¿Por qué? Porque el alma es el corazón de la corona de la creación de Dios, el ser humano. El alma se compone de mente, voluntad y emoción. Dios hizo el hombre para alabarle puso en el hombre aliento de vida, dándole un alma y quiere que el hombre le alabe con los pensamientos de su mente, con toda la fuerza de su voluntad y con toda la emoción que puede. Este es el corazón del hombre y en vista de que Satanás quiere tomar el lugar de Dios, él desea lo mismo, que el hombre se incline a él, en vez de doblar rodillas a su Creador. Esta es la batalla, de esto se trata nuestra existencia, aquí en esta vida es donde es decidido nuestro destino eterno, el cielo con Dios o el infierno con Satanás. De eso se trata todo y al terminar en esta vida, los que no tomaron en cuenta la situación de su alma, viviendo únicamente para satisfacer sus deseos físicos, lo van a lamentar. Como discípulo del Señor Jesucristo y soldado del ejército de Dios, a mí me toca ayudar a los individuos a comprender la realidad, en cuanto al valor de su alma. Esta responsabilidad, es uno que se tiene que tomar, reconociendo que hay dos diferentes clases de personas que existen, creyentes e incrédulos. Creyente son aquellas personas que han tenido un encuentro con Cristo Jesús, al recibir a Jesús en sus corazones, Dios puso el Espíritu Santo en el espíritu humano de ellos y por lo consiguiente pueden comprender asuntos espirituales. Esas personas no tienen ningún problema con lo que he estado hablando, ellos saben que digo la verdad. Por otro lado, los incrédulos saben unas cosas de Jesús, pero nunca han tenido un encuentro con Él, no creen que Él sea el único medio de salvación. El espíritu de estas personas está muerto y las cosas que estoy diciendo ahorita, para ellos son locuras. No pueden entenderlas porque se tienen que discernir espiritualmente y eso es lo que hace que esta batalla sea tan interesante, los creyentes y los incrédulos. No importa que el incrédulo no me quiera creer, de todos modos, es mi deber ayudarle, ¿cómo lo hago? Lo hago viviendo una vida entregada a Dios delante de Él, esa es la única esperanza que tiene, pues el incrédulo solo entiende lo que ve con los ojos, lo material. El incrédulo no se metería a nadar en una piscina llena de tóxicos por temor a dañar su cuerpo físico, pero no le importa permitir que su alma nade en toda clase de suciedad y ahí es donde entra el cristiano. Porque el cristiano sabe, que los dolores del alma son muchos más terribles que los dolores físicos, por ejemplo: una mujer bella puede abortar, porque no quiere las responsabilidades de ser madre y porque no quiere perder su linda figura, pero no se escapará de las heridas que le ha causado a su alma por haber ido en contra de la ley de Dios, matando a una criatura inocente. El médico que le hace el aborto no le dirá eso, pero eso no es de maravillarse, pues lo único que le interesa a él es el dinero, no el daño mental y emocional que le va a causar a su paciente. Él se encarga de lo físico, no lo del alma y lo mismo va para los que usan droga y alcohol. Quizás el efecto físico sea mínimo, si es que tienen suerte, pero el daño que están causando a su alma es increíble. Tal es el daño, que tendrán que emborracharse o drogarse vez con vez con tal de calmar el dolor, pero no lo lograrán. Al final se quitarán sus mismas vidas por medio de intentar curar un mal del alma con algo material, pero no lo van a poder lograr. ¿Por qué? Porque la felicidad del corazón del ser humano no está en conseguir dinero, fama o poder. Si así fuera los ricos, los artistas y los políticos, serian personas felices, pero no lo son. Nunca se contentan, siempre están buscando más por mucho que tengan y lo que sucede es que esas cosas, nunca pueden satisfacer el alma. La única manera en que estas personas van a entender lo que ellos necesitan, será por ver a cristianos viviendo la vida abundante que solo Jesús puede dar. La felicidad de la vida no se consigue por obtener bienes materiales, sino en llevar a cabo el propósito por el cual el alma fue hecha, alabar a Dios y cuando una persona está llevando a término la voluntad de Dios en su vida, hay una paz y alegría en sus vidas que todos quieren poseer y es aquí donde entra la segunda fase del trabajo con creyentes. Y mi trabajo con el creyente es hacerle ver que, habiendo comenzado a vivir por medio de fe, no debe regresar a los rudimentos de la carne. Muchos cristianos no han comprendido, que, aunque han nacido espiritualmente a la familia de Dios, no han perdido la naturaleza carnal y que toda la vida tendrán que luchar por vivir de acuerdo con su nueva naturaleza y no a la vieja. Cuando el creyente vive de acuerdo a sus paciones carnales, satisfaciendo únicamente los deseos físicos, desatiende lo espiritual y se vuelve débil. Al mirar sus vidas los incrédulos verán una vida frustrada, la cual van a rechazar. Es por eso que los creyentes necesitamos concentrarnos en hacer la voluntad de Dios, en vez de tratar de competir con los del mundo. La única manera en la que el mundo podrá salir de la oscuridad es por medio de que le resplandezca la luz, para eso fuimos llamados y es eso lo que debemos hacer, solo así es que nosotros podemos seguir dentro de la felicidad y la paz que nos ha dado el señor. Bueno el tiempo se nos ha acabado, recuerden esto, edificar el alma que se compone de mente, voluntad y emociones es seguir y vivir las reglas del Creador, destruir el alma es ir en contra de los principios de Dios. Vamos a orar. Padre en este momento venimos ante tu trono, para pedirte que nos ayudes a tener un alma saludable. Ayúdanos a tener una mente limpia por medio de meditar en tu Palabra, danos la voluntad de vivir en justicia, no importa lo que hagan los demás y ayúdanos a servirte con todas nuestras emociones de todo corazón. Haznos sentir odio por el pecado, pesar por las víctimas del diablo y un gozo por tener el privilegio de servirte. Ayúdanos a comprender que no son los bienes materiales que poseemos, los que nos hacen ser exitosos en esta vida, sino las cosas que hemos logrado para ti. Todo esto te lo pedimos en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesús.  Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 26, 2023
Edificándome

Edificando Nuestro Cuerpo
Aunque no nos gusta la palabra abuso, tendríamos que admitir que la mayoría de nosotros hemos abusado de nuestros cuerpos físicos, muchos no comemos correctamente, no dormimos lo suficiente, no ejercitamos nuestros cuerpos debidamente y no le damos la higiene necesaria para vivir vidas sanas.   Sí es cierto, la mayoría de nosotros hemos abusado de nuestros cuerpos físicos y ni hablemos de la manera en que ciertas personas envenenan sus cuerpos con cosas que no deben estar en el sistema físico, como el tabaco y el alcohol. Hoy vamos a hablar acerca de nuestros cuerpos físicos, porque al hablar de nosotros no podemos dejar por fuera una parte importante de lo que somos. Sin cuerpos físicos no tendríamos en que transpórtanos, es por eso que debemos cuidarnos físicamente. Existen ciertas personas que no le dan importancia al cuerpo, mayormente los intelectuales y existen otros que le dan demasiada importancia, mayormente los que no son intelectuales. Quiero decirte que ambos partidarios están equivocados, porque, aunque el cuerpo no es lo más importante de nosotros, sí tiene importancia y si deseamos vivir una vida al máximo para Dios, tenemos que tomar en cuenta nuestro cuerpo físico. Antes de continuar con nuestro estudio, vamos con nuestro texto para esta serie de estudio que tiene por título Edificándome, nuestro texto es Colosenses 2:8 y lee así: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo y no según Cristo”. Habiendo leído nuestro texto, quiero recordarles, ¿que si deseamos saber qué es lo mejor para nosotros? Más nos vale ir a la persona correcta para buscar consejos y la persona correcta en este caso, sería Dios, ya que Él es quien nos creó, no hay nadie mejor calificado para darnos instrucciones acerca de cómo debemos tratar nuestros cuerpos que Dios. En el Antiguo Testamento Dios nos da una lista de comidas que podemos comer, bien haríamos nosotros en hacerle caso a esa lista. Dios también nos ha hablado de la necesidad de descansar. Él dice que podemos trabajar seis días, pero que un día a la semana debemos descansar. Personas que no hacen casos a esos dos consejos, se están quitando días de vida. Sin embargo, yo no quiero que nos concentremos en comidas ni ejercicios físicos, sino de algunas cosas importantes que debemos comprender concerniente a nuestra naturaleza física. Digo esto, porque el hombre, mensajero del diablo, quiere engañarnos con filosofías y huecas sutilezas, haciéndonos creer que somos iguales a todo lo demás que ha sido creado y aunque sí es cierto que debemos cuidar de lo que nos rodea, no somos guales a las plantas o a los animales. También, quiero que sepas que la tierra no es nuestra madre y fue creada para nosotros sojuzgarla y no para ella sojuzgarnos a nosotros. Cuando veo en India los centenares de personas muriendo de hambre cada día, sencillamente porque la filosofía humana de su religión les dice que el ganado es sagrado, me hierve la sangre con tanta indignación. Ellos permiten que sus ganados entre en sus jardines y no les hacen nada, porque según ellos, el animal podría ser uno de sus antepasados, entonces prefieren ver a sus hijos morir de hambre, antes de correr el ganado de su jardín. Es una filosofía hueca es una sutileza hueca. Si quieres saber la realidad de nuestra vida física, tendremos que ir a la Biblia. Vamos a Hebreos, capítulo 9, versículo 27, dice así: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. Como puedes ver, como seres humanos vamos a vivir y luego morir, pero después de morir vamos a ir a juicio, ¿para qué? Pues para ser juzgado por las cosas que hicimos mientras estábamos en nuestros cuerpos físicos. Tal no será el caso con los animales, tal no será el caso con la madre tierra, pero sí será así con toda la humanidad. No como las demás cosas, el hombre no termina con la muerte, no como las demás cosas creadas, el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios. El hombre tiene dentro de sí, un espíritu que es eterno es por eso que es importante lo que hace mientras está en su cuerpo físico aquí, es aquí en la tierra donde el hombre decide seguir a Dios o al enemigo de Dios, Satanás. Para eso fue hecho el planeta, para eso fue creado el hombre, todo fue creado para la gloria de Dios y Dios ha designado esta manera para ser glorificado, si nos parece o nos gusta, realmente no importa, las cosas son así y es Dios quien tendrá la última palabra. Es como cuando nuestros hijos nos dicen que no desean ir a la escuela, nosotros les decimos, sabes qué, hay muchas cosas que a mí no me gusta hacer como ir a trabajar todos los días, pero tengo que ir, porque si no, nos morimos de hambre y desde la misma manera que yo no quiero ir al trabajo yo entiendo que tu no quieras ir a la escuela, pero vas a ir te guste o no, así son las cosas. Y nos guste o no, Dios ha establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio, y es por eso que es tan importante que no abusemos de nuestras vidas físicas, sino que nos cuidemos y busquemos a hacer los que es correcto delante de los ojos de Dios. Personas que abusan de sus cuerpos haciéndoles daños a otros, sea sexualmente, intelectualmente o físicamente, tendrán que rendirle cuentas a Dios en el día del juicio. Dios nos ha dado cuerpos y debemos entender que pueden ser usados para bien o para mal, pero más nos vale usarlos para bien. Claro está, que por muy buenos que seamos, todos caemos cortos por la gloria de Dios, la Biblia nos dice en Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. En vista de esta revelación, ¿por qué sería importante hacer bien? Si ninguno puede ser lo suficientemente bueno para entrar en el cielo y todos vamos a ir al infierno por caer cortos de la gloria, ¿no sería mejor que yo hiciera mi cuerpo lo que más me place mientras tenga aliento? La respuesta es: No. Y yo no he dicho que todos vamos a ir al infierno, lo que dije es que si esperamos entrar por lo bueno que somos en esta vida caemos cortos. Por eso fue que Dios envió a Cristo a morir en la cruz por nosotros, lo hizo para que Jesús hiciera por nosotros, lo que no podíamos hacer por nosotros mismos y cuando una persona reconoce que es pecador y acepta en su corazón el sacrificio que Jesús hizo por uno, entonces Dios le perdone y le salva dándole vida eterna. Pero esta vida no es física, es espiritual y la persona que acepta este sacrificio tiene que hacerlo mientras tiene vida en su cuerpo físico. Si se espera hasta la muerte es demasiado tarde, la decisión se hace en esta vida. A lo mejor, alguien está diciendo, ya te entendí hermano Ricardo, pero yo no tengo pensado recibir a Jesús, a mí me gusta la manera en la que estoy viviendo y yo voy a continuar así, yo voy a sacarle el jugo a esta vida haciendo lo que me place y si otras personas se me ponen de frente, los arrojaré a un lado porque yo tengo pensado vivir para mí y solo para mí  y en vista de que tengo esta manera de pensar, sabiendo que voy a ir al infierno, lo que tú estás diciendo no tiene nada que ver conmigo, verdad. Nuevamente te equivocas, estas equivocado, porque así como hay diferentes recompensas en el cielo para los hijos de Dios que han sacrificados sus vidas en obedecer a Dios, así también hay diferentes grados de castigos para aquellos quienes desobedecen a Dios en esta vida, como puedes ver, es importante que edifiquemos bien nuestros cuerpos físicos, aquellos quienes no cuidan de sus cuerpos, corren el peligro de no poder alcanzar todo lo que Dios hubiera deseado que alcanzara, sencillamente porque no se cuidan. Por ejemplo, yo trabajo mucho con jóvenes, el Señor me ha dado ese ministerio, pero si no me cuido físicamente, los años que pudiera dedicarle a los jóvenes serán cortados debido a que no estaré en condiciones físicas para trabajar con ellos, por eso es que salgo a correr, levanto un poco de pesas y tengo un cierto cuidado de lo que como, quiero que el señor le saque un gran kilometraje a este cuerpo, si es lo que así lo desea. Bueno el tiempo se nos ha acabado otra vez, así que te suplico que me acompañes en oración al trono de Dios. Vamos a orar. Padre te damos gracias por estos cuerpos físicos que nos has dado, hemos comprendido que son de gran valor. Pedimos que nos ayudes a no abusar de nuestros cuerpos y de cuidarnos lo mejor que podemos, para poder rendir un mejor servicio a ti. Ayúdanos a comprender la importancia de comer correctamente, hacer ejercicio y descansar lo suficiente para así estar en buenas condiciones, para ser utilizados por ti y Padre no permitas que usemos nuestros cuerpos para mal pero siempre para bien, en el nombre de Jesús te lo imploramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 25, 2023
Edificándome

Creados A La Imagen De Dios
Me alegro de que tengamos la oportunidad de compartir una vez más la Palabra de Dios y una de las razones por las cuales me alegro, es porque tú y yo no somos como los demás seres criados, sino que somos un poquito superiores, claro está que hay quienes se opondrían a esta declaración, dando a entender que con sus creencias panteística que todos somos parte de Dios y que un árbol al igual que un gusano, tiene los mismos derechos que el ser humano. Quiero que el hombre sepa que la Biblia enseña que el hombre fue creado a la imagen de Dios, no así la demás creación y por consiguiente debe vivir arriba del nivel los demás seres creados.   Y ahora quiero que vayamos a nuestro texto de esta serie de estudios, para llegar a algunas conclusiones que podrán ayudarnos en nuestra lucha por edificarnos.  Colosenses, 2:8 dice: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. Hoy quiero que establezcamos una verdad consistente a nosotros, pero no de acuerdo, pero no a las filosofías de este mundo, ni a las huecas sutilezas del hombre, sino de acuerdo a las verdades de nuestro Creador. Quiero, como dijimos en nuestro último estudio, que abramos nuestros ojos y dejemos de vivir engañados y la única forma para hacer esto, es que nos basemos en el libro que no tiene engaños y mentiras, la Palabra de Dios. Al escrudiñar las Escrituras hoy, quiero que analicemos las siguientes verdades. En primer lugar, quiero probar que somos hechos a la imagen de Dios, en segundo lugar, quiero que analicemos nuestra compostura y en tercer y último lugar, quiero que observemos los resultados de no aceptar estas verdades. Tomemos ahora nuestro primer punto, para estudiarlo a la luz de la Palabra de Dios, si regresamos al primer capítulo de Génesis, encontraremos que Dios creo los cielos y la tierra, en esta creación encontramos la luz, las aguas, todos los demás seres vivientes y todas las especies de animal, incluyendo los grandes monstruos marinos. Pero cuando llegamos al sexto día de la ceración, algo sucede, hay una pequeña pausa y Dios dice, hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestras semejanzas. Los teólogos nos enseñan, que en este versículo tenemos representados a la trinidad de Dios por medio de la palabra Elohim, que indica pluralidad, o sea más que uno. Todo buen estudiante de las Escrituras entiende que, en este versículo, una charla entre Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, acerca del ser humano y cómo sería hecho, este ser humano no sería como las demás cosas de la creación, este ser humano sería hecho a imagen y semejanza de Dios mismo, sería un ser espiritual, porque Dios es Espíritu y tendría la capacidad de vivir eternamente. Cuando una planta o un animal mueren, ahí termina su historia. No existe un cielo para animales y plantas buenas, ni tampoco un infierno para animales y plantas perversos. Dios no envió a su Hijo al mundo para morir por plantas y animales, sino para el ser humano. Quiero que notemos, que no solo fue hecho el hombre a imagen y semejanza de Dios, sino que en el versículo 26 capítulo 1, de Génesis continua con las siguientes palabras: “Y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”. Todo el versículo 26 nos demuestra que el hombre es claramente superior a la demás creación en su relación con Dios, porque no solo lo hizo a su imagen y semejanza, sino que le dio autoridad de enseñorearse sobre la demás creación. Será respetado eso el día de hoy, claro que sí. Si viajamos por los campos de nuestros países subdesarrollados, veremos como el hombre ha subyugado a los animales, dominándoles y haciéndoles servirle. Nunca veras a buey dirigiendo una carreta con una yunta de seres humanos; si vamos al circo, no vamos a ver a un león con un látigo en sus garras, haciendo a un hombre saltar por un círculo, encendido por fuego. El hombre siempre ha tenido ventajas sobre el animal, siempre ha sido así y siempre será así, ¿por qué? Porque así es como Dios lo ha señalado y nadie lo podrá cambiar. Quiero insertar un pensamiento, un poco ajeno a lo que estamos hablando aquí, porque siento la necesidad de hacer ver que existe una gran diferencia, entre enseñorear y abusar. Los que utilizamos la Palabra de Dios como nuestro manual de vida, nunca hemos sido y nunca seremos partidarios al abuso de la naturaleza, entendemos que Dios nos ha hecho responsable del mundo que ha puesto a nuestro cuidado, pero tampoco nos volvernos esclavos del mundo, ni tampoco convertiremos a las cosas del mundo en algo que no son. Por eso es que no podemos tolerar, cuando a quienes desean salvar la vida de ballenas y focas, mientras que aniquilan a miles de niños inocentes a través del aborto. El siguiente punto que queremos observar, es la compostura del hombre, si vamos a 1 Tesalonicenses 5:23 encontraremos las siguientes palabras “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. Este versículo nos hace ver la diferencia que hay entre nosotros y los demás seres vivientes, los animales tienen cuerpo y alma, pero no tienen espíritu, digo que tiene alma, porque tienen la capacidad de pensar, tiene voluntad y hasta emociones, pero no son seres espirituales que van a vivir por la eternidad. Lo que más me concierna que entendamos, es el hecho de que somos compuestos por tres elementos: Espíritu, alma y cuerpo. Conste que la mayoría de las personas se preocupa por su intelecto y por su físico, pero abandonan lo espiritual que es lo más importante, porque es la parte de ellos que vivirá eternamente, es la parte de ellos   que los hace ser superiores a la demás creación, debido a la relación que le da con Dios. Y esto nos trae a nuestro último punto, aunque les aseguro que hablaremos más de nuestro espíritu, alma y cuerpo, en lo que resta de esta serie. Para terminar con nuestro estudio hoy, deseo que observemos los resultados de no entender que somos superiores a la demás creación, el pensar que somos iguales a la demás naturaleza. Por años nuestra sociedad viene negando la existencia de Dios, enseñando la teoría de la evolución, la cual de hacernos creer que no somos más que monos glorificados, intentando visualizar el hecho de que todos somos uno con la madre tierra. El único problema con todo esto, es que, en vez de elevarnos debido a nuestra relación con Dios, nos ha degradado poniéndonos a la par de los demás animales y si no soy más que un animal, pues me comportaré como un animal y lo triste es que nos hemos pasado y ahora hacemos cosas que ni siquiera los animales hacen. En vista de que no somos responsables, destruimos a la naturaleza y todo lo que Dios ha establecido como sagrado, damos rienda suelta a nuestras pasiones sexuales, dejando abandonados a nuestros hijos y cometiendo actos perversos hombres con hombres y mujeres con mujeres, cosa que ni siquiera los animales hacen. No existe ninguna moralidad y vivimos de acuerdo a la ley de la selva, el grito de cada quien es sálvese quien pueda. La vida de uno no tiene valor, nuestras crías y ancianos quedan indefensos ante una sociedad que respeta la ley del más fuerte y en vez de convertirnos en los enseñadores de la creación, nos hemos ganado el nombre de exterminadores de la creación. En vez de edificarnos nos hemos destruidos y conste que, si no fuera por Dios y los que creemos en él, la humanidad ni siquiera existiera hoy. Lo malo de todo esto es que no somos animales y vamos a tener que rendirle cuentas a Dios por nuestras actuaciones. Bueno hemos llegado al final de nuestro estudio hoy y espero que meditaras en lo que hemos estado hablando y que entiendas que somos especiales, levantémonos y hagamos algo con nuestras vidas, porque somos especiales ante los ojos de Dios. Tan especiales que Él dio su vida por nosotros. Y ahora vamos a orar. Padre es difícil creer que hemos llegado hasta el punto donde hemos llegado debido a nuestra maldad, pero aún más difícil de creer todavía es el amor que tienes por nosotros, por eso es que te pido que uses tu palabra hoy, para hacer a mis amigos entender que no somos animales, que existe algo mejor para los que hemos depositado nuestra confianza en ti y que todos somos responsables por lo que hacemos. Padre te pido que uses el programa hoy, para edificar a los que están deprimidos y que piensen que no tienen valor y también quiero que nos toque a los que tenemos problemas con la soberbia a entender que nuestra superioridad, no nos da derecho de abusar y que algún día rindamos cuentas a ti, nuestro Creador. Todo esto te lo suplico en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 24, 2023
Edificándome

¿Quién Te Está Edificando?
¿Alguna vez te has puesto a pensar en el rumbo que llevas?, ¿quién te envió por esa dirección?, ¿cómo puedes estar seguro de que vas bien? Conste que no harán falta las personas que estarán dispuestas a señalarte el camino correcto, pero que es lo ¿que asegura que ello conoce el camino?, ¿qué sucederá si llegamos al final de la vida y nos damos cuenta de que nos habíamos equivocado de camino? Y que nuestra vida fue un gran desperdicio, ¿qué si durante todos estos años en vez de edificarnos nos hemos estado destruyendo? Precisamente de esto es que vamos a tratar en esta serie de estudio titulados edificándome y para iniciar quiero que abramos nuestras Biblias, al libro de Colosenses, capitulo 2 para leer el versículo 8, Colosenses 2:8 dice: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. En este versículo encontramos varios puntos importantes que analizar.   La primera cosa que encontramos es la amonestación de abrir nuestros ojos, el versículo dice “Mirad”, conste que esto no es una alternativa sino un mandato, el autor no está intentando ganar nuestra simpatía, sino que no está señalando un peligro. Lo que nos corresponde a nosotros es hacer una de dos cosas, hacerle caso o ignorarle. Sería como que alguien gritara, todos al suelo, nosotros tendríamos la oportunidad de hacer una de dos cosas, ignorar el grito quedándonos en pie o hacer caso lanzándonos al suelo, luego veríamos si habíamos hecho bien o no. Puede ser que nos tiremos al suelo, solo para encontrar que la persona estaba intentando hacernos una broma, o puede que nos quedemos parados para recibir un balazo, porque lo que la persona nos estaba gritando era verdad y conste que la Biblia no tiene el fin de jugar o hacer bromas, así que más nos vale prestar atención, pues sino tendremos que pagar las consecuencias. La exhortación es para que no seamos cándidos o ingenuos, mucho de nosotros caminamos por la vida como si pensáramos que a todos les puede pasar algo menos que a nosotros y eso no es cierto. Nuestro mundo, es un lugar peligroso y lleno de maldad, hay perversidad por todos lados y es por eso que la Biblia nos hace ver la necesidad de abrir nuestros ojos y prestar atención a lo que estamos haciendo. De veras creemos que solo existimos por pura casualidad y lo que hacemos no tiene importancia, abramos los ojos, de veras pesamos que las cosas están mejorando debido a que somos más sofisticados que nunca, viviendo en una generación de computación y naves especiales. Abramos los ojos, nunca en nuestro mundo ha habido tanta violencia, racismo y perversión como en el día de hoy. Sodoma y Gomorra le caen corto a cualquier ciudad que pudiéramos mencionar, lo triste es que nosotros cándidamente, hemos cerrados nuestros ojos intentando ignorar la realidad y la Biblia nos grita abran los ojos y si no lo hacemos, vamos a tener que sufrir las consecuencias. En segundo lugar, vemos en nuestro texto el hecho de que hay quienes están dispuestos a engañarnos, muchas veces esto no involucra la intención de hacer mal, muchas veces otros están dispuestos a engañarnos porque ellos realmente creen que tienen la verdad. No es fácil aceptar el hecho de que los padres de uno le guiarían, a sabiendas por mal camino, no es fácil aceptar el hecho que alguien que nos ha ayudado a nosotros y tantas otras personas, nos señalaría mal camino y repito, no lo hacen por hacer daño, lo hacen porque realmente piensan que tienen la razón, pero esto no significa que la tienen. Ejemplo de esto sería cuando nuestros antepasados pensaban que la tierra era plana, teniendo forma de un libro, ya te puedes imaginar el escenario, al venir un hijo a decirle a su padre que Cristóbal Colón lo había invitado a ir de excursión con él alrededor del mundo, claro que se lo iban a prohibir. Ellos pensaban que la tierra era plana y ya miraban a su hijo salir volando al vacío para nunca ser visto, estaban equivocados, pero no creían estar equivocados y no importa cuántas veces Colón les asegurara que mundo era redondo, ellos no lo iban a aceptar. Cuando uno desde niño ha oído que su religión es la correcta, y que si se aparta de ella quedará eternamente condenado, no fácilmente va a prestar atención a las palabras de otras personas que no practica su misma religión, pero esto sucede, porque la religión es la base de su creer y si no es así sus padres son la base de su creer. Pero eso cambiaría si la Biblia, la Palabra de Dios fuera nuestra base de creencia, la montablemente para la mayoría la Biblia no es más que otra reliquia religiosa, un símbolo nada más, no es el manual de vida para la mayoría de nosotros. Dios dice, que los cielos y la tierra dejaran de existir pero que su Palabra permanecerá para siempre, otros están dispuestos a engañar por ganancia propia, saben que están equivocados pero debido a nuestra intriga por lo misterioso saben pueden mentalmente dominar a otros. Tal es el caso de personas educadas, quienes han ido a las selvas para engañar a los indios, cambiando piedras de colores brillantes y espejos por oro y diamantes. Llegan y con tan solo encender un cerillo, hacen pensar a los indios que ellos son el dios del fuego, aunque el diablo tiene poder y existe en algunos casos legítimos, la mayoría de los hechiceros y curanderos usan esta misma mentira para mantener bajo control a los que son supersticiosos. La mayoría de los mentados brujos, son personas que usan la truhanería barata para obtener moneditas que echar en sus bolsillos y ni hablar de los famosos astrólogos que pueden darte el número ganador de la lotería, pero que no tienen la inteligencia de ir a comprar el número ganador ellos mismos, ¿cuál es la excusa que usan? Que ellos perderían sus poderes si intentaran beneficiarse así mismo, pero acaso no se benefician con el dinero que le roban a uno con semejante estafa. Abramos los ojos. En tercer lugar, nuestro texto nos señala que existen diferentes filosofías y opiniones, también nos hace ver que las mayorías de ellas son huecas, o sea que no tienen corazón o fundamento, cada uno de nosotros tenemos derecho a nuestra propia opinión, lo malo es que nuestra opinión se va a basar sobre algo. Hay quienes creen en lo de la brujería, porque cuando el curandero les dijo que les iba a poner una rana en el estómago y le dio dolores, pero si se hubieran hecho una radiografía se hubieran dado cuenta que no había ninguna rana. Muchos le creen al astrologo porque le atino a una cosa entre cien, pero que de las 99 veces que no dio en el clavo, yo puedo hacer eso, yo podría decir en este momento, hay alguien que me está escuchando ahorita que tiene dolor de garganta y la persona que me oye y tiene dolor de garganta va a decir, ese hermano Ricardo es tremendo, pero si hay miles de personas que me están escuchando más de alguno tiene que tener dolor de garganta, ¿qué hay de tremendo en eso? Eso es vacío, hueco, pero no así la Palabra de Dios. La Biblia no falla en ninguna de sus predicciones, no ha fallado en el pasado y no fallará hoy, es por eso que, si nosotros vamos a seguir algo, haríamos un bien para nosotros mismos, si seguimos lo enseñado por la Biblia, de esa manera no vamos a fallar nunca, con la Biblia no podemos equivocarnos. Ya se nos ha terminado el tiempo, así que una vez más déjame preguntarte ¿quién te está edificando?, ¿sobre qué basa tu vida? Déjame decirte que yo baso mi vida sobre la persona de Cristo Jesús, ¿por qué? Porque eso es lo que me indica la Biblia que debo hacer. La Biblia dice que no hay otro fundamento que el que está puesto, Cristo Jesús. Yo podría seguir el consejo de otros, pero prefiero seguir el consejo de Dios, haré lo que Él me diga y espero que tú, harás lo mismo. Vamos a orar. Padre en este momento quiero darte gracias por tu Palabra, al vivir de acuerdo a lo que ella me enseña, me doy cuenta de que te estoy agradando a ti, y Padre ese es mi único deseo, hacer tu voluntad. Otros le harán caso a muchas filosofías y huecas sutilezas conforme a los rudimentos de este mundo, pero yo quiero marchar al son de tu tambor. Te pido que nos ayudes a ser fiel en abrir nuestros ojos, para prestar atención a lo que estamos haciendo, en el nombre de Jesús te lo pido. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 23, 2023
Profecía

Falsos Profetas
Proverbio 29:18 dice “Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado”, quiero agradecerte por estar nuevamente conmigo para continuar nuestro estudio acerca de la profecía, en nuestros últimos cuatro estudios, llegamos a la conclusión de que hay dos clases de profecías, una es divina y la otra es por conjetura, o sea una predicción basada en experiencias pasadas.   También analizamos el propósito de una profecía, extendiendo que el fin de la profecía divina es para darnos dirección para no andemos desenfrenados. Pudimos deducir de esto, que la razón de todo el caos que existe en nuestro mundo es sencillamente porque el hombre no ha deseado obedecer a Dios, así que la profecía se está cumpliendo y nuestra sociedad va montada en una carreta que va de bajada y está destinada a explotar en cualquier momento. Hemos visto algunas profecías que ya se han cumplido y otras que están por cumplirse y en nuestro último estudio, hablamos acerca de los mensajeros de la profecía y eso nos trae al estudio de hoy. Hoy día existen muchos profetas, sin embargo, la mayoría de ellos son falsos y tenemos que tener cuidado, 1 Juan 4:1 no amonesta “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad a los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”. El apóstol Juan nos dice que debemos asegurarnos de que la profecía que estamos recibiendo es de Dios y no de un profeta falso. Pero eso no debería ser tan difícil verdad. Me imagino que la manera de distinguir de un profeta falso a un profeta verdadero es por medio de observar lo que hacen. Por ejemplo, un profeta verdadero va a hacer cosas buenas y ayudar a las personas, mientras que un profeta falso va a hacer cosas malas y a destruir a las personas. Pero tal no es el caso, ojalá fuera así de sencillo, pero no es así, porque lo que hace el profeta falso es engañar para que uno caiga en su trampa. 2 Corintios 11:13-15 dice “Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”. Con esto podemos observar que los falso profetas van a hacer milagros y cosas buenas, pero el fin de ellos es que uno se trague la carnada, luego a uno lo tienen pescado y será difícil para uno soltarse. ¿Cómo entonces vamos a saber quién está profetizando bien y quién no? Bueno, la única manera en que vamos a saber si es falso profeta o no, es por medio de comparar con lo que dice con las Escrituras. Ese es el único instrumento que tenemos a nuestra disposición para ver si el profeta es falso o no. En realidad, la manera del Antiguo Testamento era mucho más efectivo, Deuteronomio 18:20-22 dice: “El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no lo haya mandado hablar, o que hablaran en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?, si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él”. El asunto cae, en el hecho de que, si un profeta en los tiempos del Antiguo Testamento decía que Jehová había dicho algo, y no sucedía tal como el profeta había anunciado, lo apedreaban hasta la muerte. Si hiciéramos lo mismo con todos los tales profetas que existen hoy, creo que el problema sería resuelto. Todos estos individuos que lanzan su cien predicciones y una de ellas se cumple y luego todos los periódicos alaban la manera en que fue profetizada, un niño podría adivinar uno de entre cien eventos, al ver a una estrella de cine salir con una misma joven cien veces seguido, yo puedo predecir que se va a casar en este año y ¿por eso soy profeta? Pues claro que no, adivine. Pero si digo que cien cosas van a acontecer y las cien cosas suceden tal y como lo profeticé, entonces sí puedes creerme. Lo que tenemos hoy es una banda de estafadores, quienes se aprovechan de personas vulnerables quienes están así debido a tragedias que le han acontecido. Muchas personas están desesperadas por cambiar su situación en esta vida y lo triste es que están dispuestos a entregar a estos estafadores, quienes no han trabajado ni un solo día de sus vidas, lo que han obtenido a través de largos años de trabajo y a cambio de qué, de una falsa esperanza. Yo quiero decirles que, si tienen tantos deseos de tirar su dinero, mándenmelo a mí, yo por lo menos puedo orarle a alguien, en quien verdaderamente puede ayudarles y así podrían estar seguro de que su dinero sería invertido en engrandecer el reino de Dios y para ayudar a otros. Pero dárselo a un fanfarrón, que te mire la mano por unos minutos y luego te cuente mentiras de cosas que te van a acontecer, pues qué tristeza. Pero ahora viene una persona y me dice, pero hermano Ricardo, yo fui a una persona de esta y me dijeron lo que me iba a suceder, me lo dijeron con detalles y me aconteció, así como me lo habían dicho, al pie de la letra yo no voy a llamarte mentiroso. Pero tú tienes que reconocer que el diablo tiene poder y que se viste como ángel de luz, así como leímos anteriormente, por eso es que te digo que tenemos que ser estudiantes de la Palabra para no ser engañados por lo que ven nuestros ojos. Vamos a Deuteronomio capítulo 13 para leer los versículos 1-5 presta atención a lo que dice, mira: “Cuando se levantaré en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciaré señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios, y trato de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mando que anduvieses y así quitaras el mal del medio de ti”. Lo que nos dice la Biblia, es que de vez en cuando Dios permite que falsos profetas se levanten y hagan prodigios con el fin de ver si vamos a ser obedientes a Él o al falso profeta. Recuerda que en los últimos tiempos el anticristo hará milagros asombrosos y traerá paz entre Israel y las demás naciones, hará algo bueno pero su motivo de hacer esas cosas buenas no es bueno. Hoy día falsos profetas curan enfermedades y hacen otros prodigios, algunos en el nombre de Dios y otros en el nombre de otros dioses o diosas. Últimamente hemos sido invadidos con pensamientos de la nueva era, la madre tierra se ha convertido en la diosa más popular y todos nosotros tenemos el deber de salvarla. Grandes cantidades de personas se han apartado del único Dios verdadero para depositar su confianza en ídolos e imágenes de santos. La Biblia dice que Dios no comparte su gloria con nadie y que nosotros debemos inclinarnos únicamente a Él, ¿Por qué entonces permite Dios que estos otros milagros acontezcan? Pues para probar nuestra fidelidad, Él quiere saber si vamos a seguirle a Él cumpliendo lo que Él ha establecido en su Palabra o si vamos a ir tras nuestros propios deseos carnales. Dios quiere que sigamos la verdad, Él quiere que le sirvamos porque queremos servirle, porque sabemos que Él es el verdadero Dios. Yo y mi casa serviremos a Jehová, puede que otros vengan con poder y hagan grandes hazañas, pero yo sé que mi Dios se los ha permitido hacer para probar mi lealtad, el día vendrá cuando toda profecía o profeta falso será expuesto y cuando eso suceda, yo estaré al lado de Jesús, no importa las hazañas que han hecho, tú puedes adorar a la madre tierra si tú quieres, pero yo escojo adorar al Creador de la tierra, mi confianza está en su poder. Vamos a orar. Padre nuevamente te doy gracias por tu Palabra, quien me enseña todas estas cosas. Si no tuviéramos tu Palabra fácilmente podríamos ser desviados de andar en tu verdad. Ayúdanos a estudiarla diariamente, gracias por la oportunidad de compartir lo que me has enseñado a mí con otros, por medio del contacto cristiano. Yo te alabo y te pido que no permitas que me aleje de tu camino y pido lo demás para todos mis hermanos en la fe para que juntos podamos señalar el camino verdadero a otros y esto te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 20, 2023
Profecía

Los Mensajes De Profecía
Hemos estado hablando acerca de profecía en esta serie de estudio y quiero decirte que ha sido de gran bendición el compartir contigo, lo que el Señor me ha estado enseñado, yo creo que una de las razones por las cuales Dios me enseña nuevas cosas, es porque Él ha puesto en mí el deseo de compartir y no ser egoísta con lo que me muestra. No harías mal tú, en hacer lo mismo, cuando el Señor te enseña algo nuevo, comparte con otros, de esta manera todos estaremos profetizando y de esto es precisamente, lo que deseamos hablar en nuestro estudio hoy, porque vamos a tratar el asunto de los mensajeros de la profecía. Pero antes, vamos a nuestro texto para esta serie.   Proverbio 29:18 dice: “Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado”. Nuestra sociedad se encuentra en el estado en que está, debido a la falta de profecía, mira a los jóvenes andan desenfrenados, uniéndose a pandillas y cometiendo actos de violencia y sin sentir ningún remordimiento por sus hechos. Yo pensaba que el asunto de pandillas era únicamente que podía acontecer en los Estados Unidos, pero al hacer una pequeña gira evangelista por Centroamérica, en meses pasado, me he dado cuenta de que no es así y la violencia sigue escalando, a ¿qué se debe? Se debe a la falsa profecía que propaga nuestra sociedad. Cuando nuestro mundo recibe mensajes que alaban la inmoralidad, vamos a tener graves consecuencia. Cuando la sociedad nos profetiza que el homosexualismo es un estilo de vida que debemos aceptar, que está bien que abortemos niños, porque la mujer tiene derecho a su propio cuerpo, que tenemos derecho de quitarle la vida a personas que no desean ya vivir y cosas así, pues vamos a tener una sociedad que va camino a su destrucción y eso es precisamente lo que estamos viendo en la actualidad. El otro día estaba discutiendo con una abogada acerca de la disciplina, estábamos parados en un corredor que daba entrada a unos cuatro salones de corte, el edificio en que nos encontrábamos, solo trataba caso de niños y jóvenes. Ella me preguntaba si yo creía en la disciplina corporal, yo le dije que sí y era para que ella me cayera encima, con una ráfaga de comentarios acerca de abusos de niños, dejé que ella se expresara y sacara todo al aire libre y luego le pregunté, la mayoría de estos jóvenes y niños están aquí ¿porque se ha abusado de ellos? O por qué ellos han abusado en los derechos de otros. Mientras le hacia esta pregunta, una cadena de jóvenes pasó al frente de nosotros diciendo vulgaridades y riéndose de la sentencia que habían recibido, iban esposados de sus manos y sus pies, pero para ellos era un juego. Lo que más me maravilló es que llevaban puesto sus trajes de pandilleros, que insulto al sistema judicial, que insulto a los familiares de sus víctimas. Miré a la abogada y le dije, debido a la falta de castigo corporal, es que este corredor está lleno de delincuentes juveniles. Yo sé que hay métodos de castigar, sé también que al llegar a cierta edad el castigo corporal ya no funciona, pero la Biblia dice la vara y la corrección dan sabiduría, más el muchacho consentido avergonzará a su madre. También dice, la necesidad está ligada al corazón del muchacho, más la vara de corrección alejara a esa necesidad de él. Todos estos jóvenes que están aquí se ríen, porque saben que no se les va a hacer absolutamente nada, si sus padres los hubieran disciplinados correctamente, enseñándoles principios bíblicos cuando eran chicos, probablemente hoy no estarían aquí. ¿Y sabes qué? La abogada no supo qué responder, hizo un comentario acerca de sus hijos y cómo a ella les habían salido bien, luego me cambió la plática. Sabía que yo tenía la razón, pero nunca lo admitiría, ¿por qué? Porque se ha tragado las profecías de nuestra sociedad. Con todo esto quiero llegar a la conclusión de que tú y yo necesitamos hacer algo para cambiar esto, qué podemos hacer: Profetizar. Tú me dices: pero yo no soy profeta. Déjame explicarte algo, si eres hijo de Dios, puedes profetizar, ¿cómo? Por medio de pronunciar las verdades escritas en la Biblia, por ejemplo, tomando el caso que acabo de mencionar. Yo puedo decirte que si un joven no recibe corrección durante su niñez va a ser una amenaza para la sociedad, ¿quién lo dice? Dios. Lo que acabo de hacer es profetizar, tomé algo que Dios dice en su palabra y lo expresé y puedes estar seguro de que se llevará a término. Todo cristiano debe profetizar, debe estudiar lo que la Biblia dice y expresarla compartiendo su enseñanza con otros y esto se llama profetizar. Esto es lo que hacemos cuando les decimos a las personas que, si se arrepiente de sus pecados y aceptan a Jesús como su Salvador, pueden tener vida eterna. Esto es profetizar. Pero no solo es con nuestra boca que profetizamos, también podemos profetizar con nuestras vidas y la forma en la que hacemos las cosas, como profetas nosotros tenemos que vivir nuestras profecías. Uno no puede profetizar algo y luego tomar acciones que van en contra de su propia profecía, si lo hace nadie le creerá. Cuando comenzamos a profetizar, que un edificio se va a caer, es mejor que vayamos caminando hacia una de las salidas del edificio, quién nos va a tomar enserio si nos quedamos parados, de la misma manera si profetizo que Jesús puede llegar en cualquier momento y yo no estoy preparado para su venida, nadie va a tomar enserio mi profecía. No puedo profetizar con una cerveza en la mano y esperar que me tomen enserio, no puedo profetizar con un cigarro en la mano y esperar que me tomen enserio, no puedo profetizar con un lenguaje vulgar y esperar que me tomen enserio, no puedo profetizar en la pista de baile y esperar que me tomen enserio, no puedo profetizar con chistes sucios y esperar que me tomen enserio, sencillamente no se puede. Cuando digo que no se puede, no estoy diciendo que uno no puede hacer estas cosas y profetizar, lo que estoy diciendo es que uno no lo puede hacer y ser tomado enserio. Un borracho puede presentar el plan de salvación y, pero ¿quién va a hacerle caso? Nadie, ¿por qué? Porque no está viviendo en relación a su propia profecía. O sea, que lo que está haciendo refuta lo que profetiza, por eso es que debemos vivir de acuerdo a lo que profetizamos, sino las demás personas no creerán nuestro anuncio. Otra cosa que debemos tomar en cuenta como mensajeros de la profecía de Dios es la honestidad, no debemos inventar sino ser honestos y sinceros hablando lo que es y no lo que deseáramos que fuera. Es cierto que el profetizar la Palabra de Dios es un privilegio inmenso que ninguno merecemos, también es cierto que hay gran bendición en ser mensajero de la profecía, lo malo es cuando se nos hincha la cabeza debido al homenaje que a veces recibimos de otros y lo que tenemos que recordar, es que somos mensajeros de Dios, pero no somos Dios, porque lo que sucede es que comenzamos a exagerar y a hacer de nuestra profecía un espectáculo. La hija de un buen amigo, estaba en el hospital muriendo, su cerebro había dejado de funcionar y la tenían viva con máquinas, en eso llego una persona muy conocida entre la sociedad religiosa y pidió permiso para orar por la niña y la familia, claro está que el permiso le fue concedido y luego esta persona comenzó a decir, veo como la sangre está llegando al cerebro de la niña, su mente está volviendo a funcionar, el Señor me ha señalado que todo va a estar bien y claro está que con esa profecía mi amigo se alegró de gran manera, pero la niña murió. ¿Había sido de Dios esa profecía? Claro que no, esta persona no fue honesta, sino que habló lo que deseaba que sucediera, lo malo es que, si hubiera vivido en tiempos del Antiguo Testamento, hubieran sacado a esta persona para a padrearla hasta la muerte por falsa profecía. Además de eso, imagínate la falsa esperanza que les trajo a mi amigo, su esposa y los demás familiares. La intención no era mala pero los resultados fueron muy dañinos, especialmente para los incrédulos que estaban presentes. Vamos a orar. Padre, gracias por permitirnos ser tus mensajeros, pero ayúdanos a ser fieles a las profecías de tu Palabra, en nuestro vivir al igual que en nuestro hablar. Ayúdanos a ser siempre honestos y no exagerar, convirtiéndolo lo que nos has dado en un espectáculo para ser ridiculizados. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 19, 2023
Profecía

Ejemplos De Profecía
Hoy vamos a continuar nuestro estudio acerca de la palabra profecía, ya hemos tenidos dos estudios interesantes acera de esta palabra, hemos aprendido que en un pueblo sin profecía se desenfrena, hemos estudiado el significado de la palabra profecía, además del propósito de una profecía. En nuestro estudio hoy, quiero que tomemos algunos ejemplos de profecías para observarlos y ver si podemos llegar a alguna conclusión.   Pero antes de hacer eso, quiero compartir contigo algo muy especial, que yo he aprendido. Al compartir esto contigo, no quiero que pienses que soy Matusalén, todavía estoy relativamente joven, tampoco soy Salomón, tengo muchas cosas que descubrir. Sin embargo, aunque no soy anciano y aunque me faltan muchas cosas por aprender, he tenido el privilegio de viajar y experimentar ciertas cosas y es a base de esta verdad, que deseo compartir lo siguiente. Yo soy cristiano, eso no lo voy a negar nunca, pero quiero que sepas que no siempre he sido cristiano, yo conozco lo que es vivir en el mundo y no querer tener nada que ver con las cosas de Dios, yo sé lo que es buscar respuestas donde quiera que uno las pueda encontrar, comprendo la confusión que hay debido a las diferentes filosofías que existen en nuestro mundo y he estudiado esas filosofías, he visto a los astrólogos predecir y fallar sus predicciones. He visto a los que leen las manos y cartas predecir y fallar en sus predicciones, pero nunca he visto que la Biblia falle y es por eso, que yo he decidido poner mi confianza, no en los astrólogos y adivinos, sino en lo que dice la Santa Palabra de Dios. Tú tienes que decidir lo que tú vas a creer, en vista de que la Biblia nunca ha fallado en sus predicciones, quiero que observemos algunos ejemplos verdaderos de lo que es una profecía. Nuestro primer ejemplo está en Génesis 3:15 dice así “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Estas palabras son una profecía de Dios mismo, el Creador del universo dirigía estas palabras a la serpiente que había engañado a Eva en el jardín, trayendo para abajo a toda la humanidad. Anteriormente, la serpiente caminaba erecto al igual que el hombre, pero después de haber sido utilizado por Satanás para engañar al hombre, Dios la maldijo y pronunció que la serpiente andaría sobre su pecho y que comería polvo todos los días de su vida. Hoy día cuando vemos una culebra, sabemos que la mejor manera de matarla es por medio de aplastar su cabeza y es a la cabeza que siempre dirigimos nuestro golpe y claro está que la culebra como está pegada al suelo siempre va a lanzarse al lugar más fácil de alcanzar, la cual es nuestro calcañar. Pero la profecía de este versículo va más allá de esta observación, porque la simiente de la culebra en este versículo es Satanás y la simiente de la mujer es Jesús mismo. En el día en que Jesucristo murió en la cruz en el calvario, esta profecía se cumplió, cuando Jesús murió en la cruz derramando su sangre por nuestros pecados, aplastó la cabeza del diablo. Si Jesús no muere, no habría esperanza para el hombre. Pero cuando Jesús fue crucificado el poder de Satanás fue quebrado, al mismo tiempo Satanás había herido el calcañar de Jesús y nuestro Señor murió y fue sepultado. La buena noticia es que resucitó y hoy vive para dar salvación a todo aquel, que en Él cree. Como podemos ver esta es una profecía que ya se cumplió, fue profetizado en los primeros días de la historia humana y cumplida hace unos dos mil años atrás. No podemos depositar nuestra confianza completa sobre una sola profecía, la muestra de un verdadero profeta es el hecho de que tenga un average de 100% cualquiera de nosotros, podría adivinar una cosa entre mil, al quedar una mujer embarazada, de repente surgen un sin número de profetas, prediciendo el sexo de la criatura y en más de una ocasión yo he adivinado el sexo de un bebé, antes de que entrara al mundo, pero ¿quién no puede hacer eso? Pero si pasaran delante de mí 100 madres y a las 100 yo les dijera el sexo del bebé que iban a tener, sin fallar ni una sola vez, entonces sí podrías considérame como un profeta, pero con tan solo una vez que falle, ya no lo soy. Vamos con otra profecía en la Biblia, esta profecía se encuentra en el libro de Hechos, capitulo 1 y versículo 8, aquí encontramos palabras pronunciadas por el Señor Jesucristo, momentos antes de ascender al cielo, nuestro Señor profetizó lo siguiente: “Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Después de recibir esta profecía los discípulos de Jesús regresaron a Jerusalén, días después, estaban unos 120 de ellos sentados en un cuarto, cuando de repente el Espíritu Santo descendió sobre ellos, ese día salieron a las calles de Jerusalén. Pedro predicó un mensaje y tres mil personas se unieron a ellos. El evangelio de Cristo Jesús se extendió por toda Jerusalén, por toda Judea, por toda samaria y hoy es predicado en todos los rincones del mundo, hasta yo tengo el privilegio de participar en esta profecía, dos mil años después de que mi Señor pronunciara estas palabras. Debido al tiempo, solo hemos podido ver dos profecías en la Biblia, pero antes de que terminemos nuestro estudio hoy, quiero darte otra y te aseguro que, así como se han cumplido las dos profecías anteriores, esta también se cumplirá. Se encuentra en Apocalipsis 20:15 dice así: “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”, no es mi propósito asustarte, tampoco estoy tratando de gobernar tu vida, pero como amigo tuyo tengo el deber de avisarte de esta profecía, tu tendrás que tomar tu propia decisión, en cuanto a lo que vas a hacer con ella. El asunto es que todo ser humano es pecador y debido a su pecado, no puede entrar a la presencia de Dios, solo hay una manera y esa manera la ha provisto Dios mismo en la persona de su Hijo Jesucristo, Dios dice que si deberás estás arrepentido de tus pecados y si quieres de veras un cambio de vida, puedes pedir perdón y aceptar el sacrificio que Jesús hizo por ti, en la cruz tomando tu lugar. Pero tienes que creer que Jesús tomó tu lugar. Que resucitó y que hoy está vivo para salvarte y creyendo esto, invitar a Jesús a entrar a tu corazón, aceptándolo como tu Salvador, en el momento en que tú tomas ese paso, tu nombre será inscrito en el libro de la vida y la Biblia dice que ya no hay condenación para ti, sino que vas a pasar de muerte a vida. Algún día todos los muertos se presentarán ante Dios, la Biblia lo dice en el mismo capítulo 15 de Apocalipsis, es una profecía de lo que va a suceder y toda persona que no tiene su nombre inscrito en el libro de la vida, va a ser lanzado al lago de fuego. ¿Por qué no estaría el nombre de algunos inscritos en el libro de la vida? No están inscritos porque algunos piensan que son lo suficiente buenos para entrar a la presencia de Dios, otros están confiando en que su religión les va a salvar, aun otros piensan que Dios los va a perdonar a todos, inclusive a Satanás. Esos ni siquiera creen que hay infierno. Pero te aseguro que, así como las demás profecías se han cumplido, así también esta se cumplirá. Mi oración es que tú le harás caso a la Biblia, arrepintiéndote de tus pecados, para invitar a Jesús a entrar a tu corazón y ser tu Salvador. Antes de despedirnos en oración, quiero darte un versículo más, se encuentra en Hechos 4:12 y dice así: “En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. Amigo o la Biblia es lo que dice ser, o es el libro más hipócrita que ha sido escrito. Yo acepto la Biblia como la Palabra de Dios, cada una de las profecías, no el 50%, sino cada una se ha venido cumpliendo, no juegues con tu alma, no te pases de listo. Recibe a Jesús antes de que sea demasiado tarde. Vamos a orar. Padre te suplico que ayudes a mis amigos a comprender su situación, así como me abriste los ojos a mí, permitiéndome ver la verdad, así deseo que hagas con también con ellos. Padre permita que la realidad del mensaje hoy le llegue al corazón. Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 18, 2023
Profecía

¿Cuál Es El Propósito De La Profecía?
Me alegro de que estés conmigo nuevamente hoy, para continuar nuestro estudio acerca de la palabra profecía.   En nuestra última lección, hablamos acerca del significado de la palabra profecía y llegamos a la conclusión de que existen dos ramas de profecía. La primera que estudiamos fue la humana, en la que nosotros hacemos predicciones por conjeturas, basándonos en experiencia pasadas. La segunda clase de profecía es por predicción divina, la cual viene de Dios por medio de su Palabra. Concluimos que la predicción divina es la mejor y que debemos basar nuestras vidas en lo que Dios dice y no en lo que el hombre cree saber. Hubo un joven que perdió a ambos padres en un accidente automovilístico, tenía un tío multimillonario que vivía en Europa, pero unos días antes de hacer el viaje para reunirse con él, el tío también murió, ya te imaginas lo lastimado y herido que estaba el muchacho, ahora no tenía a nadie. Lloró a Dios, explicándole su caso, unos días después recibió un paquete, venia de Europa y el joven notó que llevaba el nombre de su tío que había fallecido. Abrió el paquete y adentro encontró una Biblia antigua muy usada y encima una nota que decía: hijo te escribo esta nota porque sé que no te voy a ver, los médicos me dan solo unas cuantas horas de vida, pero no me he olvidado de ti, al pensar en tu situación y sabiendo que no podré estar contigo para dirigirte, te envío el mejor guía del mundo, la Biblia, ella me ha hecho lo que soy y ella te ayudará a ti crecer y a ser la persona que Dios quiere que seas. Estúdiala, que entre cada una de sus páginas encontraras tesoros de gran valor. El joven leyó la nota y enojado cerró el paquete que tenía la Biblia y comenzó a maldecir al tío por no haberle dejado dinero, de qué le serviría una Biblia si de todos modos se iba a morir de hambre. En su desesperación, salió, asaltó a una ancianita, luego una tienda y pocas semanas después murió intentando asaltar a un banco. Al preparar el servicio fúnebre, los amigos de joven produjeron la Biblia para ponerlo en el ataúd ya que era lo único que el joven tenía en toda la vida, la Biblia se les cayo, y al levantarla encontraron que entre cada página había un billete de mil dólares. Si el joven tan solo la hubiera abierto, si tan solo le hubiera hecho caso a la profecía de su tío, quien había escrito: estúdiala, que entre cada una de sus páginas encontraras tesoros de gran valor. Vamos a nuestra Biblia a Proverbios 29:18 para leer nuestro texto y ver qué tipo de tesoro encontramos el día de hoy, Proverbios 29:18 dice: “Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado”. Lo que deseo que hagamos hoy, es ver el propósito de una profecía, ¿cuál es el fin de una profecía?, ¿qué necesidad tenemos de profecías? Según nuestro texto, existen dos razones por las cuales tenemos profecías, la primera es para que no andemos desenfrenados y la segunda razón es para que seamos bendecidos. Cuando pienso en la palabra desenfrenada, me viene a la mente la imagen de una carreta con mucho peso que va de bajada, la carreta gira para un lado y para el otro, y la persona que va montada tiene una cara de desesperación, el corazón por poco le sale del pecho y en su mirada se nota que la persona está elevando una oración frenética, pidiendo que aquello se detenga. Sin embargo, no se detienen, hasta que llega al valle y pierde su velocidad o hasta que topa con algo en su camino. Si la cosa con que se topa es pequeña, pues la carreta se la lleva, pero si la cosa con que se topa es más grande, pues quien se deshace es la carreta y todo lo que va en ella. Pero ahora, llevemos nuestros pensamientos al mundo, puedes ver la carreta, va de bajada y con cada día que asa agarra más velocidad. Muchos cristianos intentamos rescatar a los que van montados en la carreta, por medio de profetizarles lo que hay al final, les pedimos que se lancen a los brazos de Jesucristo, pues Él es el único quien puede detenerlo sin que se golpee, a veces nos ponemos al frente de la carreta intentando detenerla, pero como es más grande que nosotros solo nos tira para un lado o pasa encima de nosotros. Lo triste es que nosotros sabemos que si no se tiran a los brazos de Jesucristo van a toparse contra la realidad del infierno y una vez que eso sucede, se acabó la esperanza de salvarles. Mientras que nosotros intentamos detener al mundo para tener la velocidad y dar bajo control, los que van en la carreta sienten que es una aventura y que todo les va a salir bien. Están aburridos de la vida que llevan y el mundo les provee un poco de excitación, comienzan usando drogas o tomando licor, se meten en relaciones ilícitas, mienten y roban con el fin de tener un poco de excitación que les salve del aburrimiento en que se encuentra, y cada día la carreta agarra velocidad, con mucho temor y temblor, nosotros los discípulos de Jesucristo hacemos lo que debemos por salvar a quienes podemos. La única esperanza es Jesús y proclamamos su nombre por la radio, la televisión, desde nuestros templos y todo con el fin de salvar, pues nos acordamos de cuando nosotros íbamos en la carreta. Debido a la velocidad, muchos amigos tienen miedo a lanzarse, así que se agarran fuertemente y siguen en la carreta ignorando lo que les espera. Otros encantados con la excitación se burlan de nuestro esfuerzo, piensan que estamos envidiosos de la aventura y la excitación que están experimentando, pero pronto la carreta pegará contra la realidad y por toda una eternidad van a lamentar no haberse lanzado a los brazos de Jesús. El propósito de la profecía es avisar a los que van en la carreta del peligro que corren, no pueden bajarse por sí solo, ningún otro puede bajarle con la excepción de la persona de Jesucristo, Él es el único autorizado y que tiene la capacidad de hacerlo, sino no se lanzan con fe a los brazos suyos, confiando en que Él los salvará, entonces no tiene esperanza y esto nos trae a la segunda razón de la profecía. Aquellos quienes hacen caso a la profecía y se lanzan a los brazo de Jesús reciben bendición, una vez en los brazos de Jesús el mundo de uno se normaliza, ahora recibe estructura, organización y control, ahora Dios está en control y Él guía  y dirige la vida de uno, dándole propósito y dirección, aunque la carreta sigue rumbo abajo con gran velocidad, uno ya no va en la carreta, ya no juega la vida con las reglas del mundo, sino de acuerdo a los principios establecidos en la Palabra de Dios y cuando uno guarda esos principios es bendecido por el creador del universo. ¿Cómo va tu vida?, ¿Vas en la carreta sin saber cuándo va a toparse con la realidad del infierno?, ¿quieres bajarte o quieres seguir dónde estás? Lo que yo deseo que entiendas es que la Palabra de Dios profetiza que a menos de que te lances con fe, de la carreta a los brazos de Jesús, vas a sufrir por toda la eternidad en el infierno, pero si te lanzas a los brazos de Jesús Él te salvará, ya no tienes que andar desenfrenado, puede haber organización, puede haber estructura a tu vida, puede ser feliz y vivir nuevas aventuras con Cristo, pero tú tienes que tomar la decisión. Yo ya tomé la decisión de lanzarme de la carreta, Jesús a mí ya me ha salvado, soy bendecido, puedo profetizar lo que te sucederá si te quedas en la carreta, puedo profetizar lo que te sucederá si te lanzas de la carreta, pero hay una cosa que no puedo hacer y eso es lanzarte de la carreta, no puedo empujarte, ni lanzarte de ella, pues yo no voy en ella, eso solo lo puedo lo profetizar, tú tienes que tomar la decisión y mi oración es que tú le harás caso a la profecía, porque si lo haces la profecía habrá cumplido su propósito, si deseas recibir a Jesús repite esta palabras conmigo   pero que salgan de tu propio corazón. Oremos. Señor Jesús yo sé que soy pecador, sé que voy rumbo al infierno, pero en este momento yo me lanzo a tus brazos, sé que moriste por mí en la cruz y yo te invito a entrar a mi corazón, yo te acepto como mi Salvador. Gracias por entrar a mi corazón. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 17, 2023
Profecía

¿Qué Es Profecía?
Una de las cosas que más no preocupa es nuestro porvenir, nos preocupamos por el día de mañana lo que vamos a vestir o lo que vamos a comer, nos preocupamos por la educación de nuestros hijos, por el valor de nuestras propiedades y en fin por un sin número de cosas. Estas preocupaciones nos llevan a una búsqueda de paz mental, queremos tener cierta seguridad y control sobre el día de mañana y para poder lograr esto, nos lanzamos a una excursión para obtener cualquier tipo de información que nos ayudará a planear bien y así sentir que hemos alcanzado algún instrumento que nos permitirá dominar nuestro futuro.   Claro está, que no hay nada malo en planear, de hecho, la Biblia nos enseña a que si no planeamos nos deprimiremos y no llegaremos a ningún lugar, pero por otro lado nuestro deseo de tener un control sobre el día de mañana, muchas veces nos aleja de Dios, por medio de invitarnos a buscar información en fuentes que van en contra de los principios que Dios ha establecido para el hombre. Hoy día, el hombre busca información para el mañana, en el estudio de las estrellas, miles de personas se levanta diariamente, no para buscar la Biblia y la voluntad de Dios para sus vidas, sino el horóscopo para ver si deben salir de la casa o no. Otras personas ponen su confianza en adivinos, cartas y cosas así por el estilo. Me he asombrado con la cantidad de personas que compran la pulsera de balance, patas de conejos y otros tipos de amuletos con los cuales piensan que van a poder mejorar sus futuros. El único futuro que han mejorado es el de las personas a quienes les compraron esos artefactos, ya que ellos ahora tienen unos cuantos billetes más en sus cuentas bancarias. He dicho todo esto porque quiero que analicemos la palabra clave a todo este asunto, es la palabra “Profecía” si vamos a poder sentirnos bien acerca de nuestro futuro, si vamos a poder lograr algún tipo de paz mental, entonces no será necesario analizar esta palabra y comprender todo lo que implica. Pero antes, de ver esta definición de esta palabra profecía, quiero que vayamos a la Biblia para ver lo que ella nos dice, vamos al libro de proverbios, capitulo 29 y leamos el versículo 18. Proverbio 29:18 dice así: “Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado”. Quiero que notemos cuando un grupo de personas, no tienen profecía se desenfrena, pierde el control y nuestras sociedades, una que ha perdido el control y está buscando cualquier cosa que le dé un poco de paz mental, lo malo es que busca en los lugares equivocados, porque en vez de ir a Dios, ha buscado respuestas en fuentes no autorizada. ¿Qué es lo que puede cambiar a nuestra sociedad?, ¿en qué lugar podemos encontrar la paz mental que es muestra de nuestra organización y estructura? ¡La respuesta es fácil! Según nuestro versículo, lo que necesitamos para no andar desenfrenados, es profecía. ¿Y qué es profecía? Según el diccionario, profecía es una predicción de un acontecimiento, o sea, que alguien antes de que una cosa suceda, cuenta lo que va a suceder. También, según el diccionario existen dos tipos de profecía, la primera es un tipo de predicción divina, la segunda es una predicción por conjetura y conjetura significa, una opinión basada en apariencia o probabilidades, vamos a tomar esta segunda y analizarla para luego terminar con lo verdadero. Lo que les acabo de decir es que este segundo tipo de profecía es bueno, pero no es lo que vamos a aceptar como la mejor clase de profecía. Si llego a un lugar y veo que el piso está resbaloso, porque acaban de darle brillo con la cera, puedo hacer una predicción, yo puedo predecir que, si alguien pasa por ahí y no tienen cuidado, se va a caer. Seguramente mi profecía se realizará, ¿por qué? Pues ya he visto a otros caer anteriormente, así que las probabilidades de que otro venga a deslizarse son muy buenas, esta es una predicción por conjetura. Si vemos a una persona que no puede pararse bien, por la influencia de alcohol en su sistema y observamos que saca las llaves de su automóvil y procede a encender su motor, fácilmente podemos profetizar que esta persona va a tener un accidente, este es otro ejemplo de predecir por conjetura, pues la probabilidad de esta persona maneje bien, cuando no puede ni siquiera caminar es muy poca. Me acuerdo de ciertos jóvenes, quienes me contaron que el trabajo de ellos era observar el horizonte, para ver si había señales de lluvia, si miraban que la lluvia se aproximaba al pueblo, corrían al templo católico y sacaban una imagen de San Pedro, para pasearla por las calles del pueblo y luego cuando llegaba la lluvia, decían que San Pedro había hecho un milagro, pero esto no era más que una predicción por conjetura, en la cual San Pedro no tenía nada que ver. Todas las personas que tiene de habilidad usar su cerebro, pueden predecir por conjetura, yo puedo decirte que una persona que no estudia terminará con un trabajo de limpieza o por lo menos con un trabajo mal pagado por las probabilidades de acontecimientos que ya he visto con mis propios ojos, pero con este tipo de profecía siempre existe la posibilidad de que las cosas podrían cambiar. Por ejemplo, en el caso que acabo de mencionar, la persona podría recibir una herencia de un multimillonario y mi predicción no se llevaría a término, podría casarse con alguien quien tiene mucho dinero y mi profecía se acabaría. Si dependemos de estas profecías vamos a fracasar, pues contienen suficientes errores para que otra persona nieguen su veracidad. Pero ahora, vamos a hablar del otro tipo de profecía, vamos a hablar de predicción divina, vamos a hablar de opiniones que no se basan en apariencias o probabilidades, sino en la Biblia, la Santa Palabra de Dios y estas profecías son las que tenemos que aplicar en nuestras vidas, para no andar desenfrenados, necesitamos algo sólido, profecía que no falla. Profecía que se basa en la verdad y que podemos aceptar como verdad. Si de veras queremos asegurarnos de estar bien el día de mañana, lo que necesitamos hacer es comenzar a vivir de acuerdo a los principios que Dios ha establecido en su Palabra, la Santa Biblia. Cuando Dios profetiza, Él no lo hace por conjetura, Él sabe lo que dice y sabe lo que va a suceder y cuando nosotros hacemos nuestros planes basándonos en la Palabra de Dios, podemos estar seguros de que todo nos saldrá bien. No importa lo que dicen las demás personas en sus predicciones, nosotros tenemos que hacerlas a un lado y confiar en lo que Dios dice. Por ejemplo, cuando el hombre nos dice, que habrá una guerra nuclear, en la cual todo ser humano morirá, puedes descansar confiado en que eso sencillamente no es cierto, no estoy diciendo que no debamos hacer todo lo que podemos por preservar la paz en nuestro mundo, pero tampoco vamos a perder el control y dar pánico a las personas, cuando semejante predicción es totalmente falsa, la Biblia dice que Jesús vendrá y que cuando viene no encontrará un planeta en ceniza, vendrá por los suyos y nosotros estaremos aquí para irnos con Él. Podemos descartar esa predicción. Pero la predicción divina de que Jesús va a regresar y que se llevará únicamente a los que le han recibido como único y suficiente Salvador, sí es verdad. Pero ya vemos que el mundo se preocupa más por predicciones falsas que por las de verdad. En los próximos días vamos a continuar nuestro estudio en este asunto de la profecía y mi oración es que tú te darás cuenta de la necesidad que tenemos de seguir predicciones que Dios nos da en su Palabra, en vez de levantar el periódico para leer tu horóscopo. Sin profecía el pueblo se desenfrena, pero el que hace caso a los principios establecidos por Dios, viviendo su vida de acuerdo a ellos, será bendecido. Vamos a orar. Padre de veras que nos preocupa la situación de nuestro mundo, vemos que las cosas van de mal en peor y Padre reconocemos que si no somos parte de la solución, entonces somos parte del problema. Pedimos que Tú nos perdones por no ser el ejemplo que debemos ser, te pedimos que nos perdones por hacer caso a veces a las predicciones de otros, en vez de ser obedientes a lo que Tú nos dices en tu Palabra. Ayúdanos a vivir de acuerdo a los principios divinos que Tú nos has dado en la Biblia, ayúdanos a ser fieles en aplicarlos en nuestro diario vivir, para que podamos ver cambios en la vida de aquellos quienes nos rodean, queremos hacer una diferencia en nuestro mundo, no para enaltecernos, sino para que Tú seas honrado en nuestra vida. Pedimos tu ayuda, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 16, 2023
Llevad mi Yugo Sobre Ti

Los Resultados De No Llevar El yugo De Jesús
Me alegro de que estés conmigo para finalizar hoy nuestro estudio acerca del yugo de Jesús, hemos hablado de muchas cosas en los últimos cuatro estudios, hemos hablado acerca de Jesús y el por qué debemos llevar al yugo de Él, hemos hablado porque no debemos entrar a yugo con ninguna otra persona, más que con Jesús y hemos hablado de la manera en que uno puede llevar el yugo de Jesús.   En nuestro estudio hoy, quiero que hablemos acerca de lo que va a suceder si uno decide no lleva el yugo de Jesús. Pero antes de hacerlo quiero que leamos nuestro texto para esta serie de estudio que se encuentra en Mateo 11:28-30 dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. En primer lugar, quiero que analicemos lo que Jesús nos está diciendo. Primero dice que todos los que estamos trabajados y cargados debemos venir a Él ¿Por qué? Pues porque en Él podemos hallar descanso. En segundo lugar, dice que debemos llevar su yugo y aprender de Él, porque Él es manso y humilde, el resultado de esto es encontrar descanso para nuestra alma, y en tercer lugar, Jesús dice que su yugo es fácil y su carga ligera, y ahora analicemos estas tres cosas: Primero echémosle un vistazo a este asunto de encontrar descanso, porque el resultado de no llevar el yugo de Jesús es no descansar, no estoy hablando del descanso mental, no estoy hablando de descanso emocional. Estoy hablando de descaso físico. Yo me acuerdo de un tiempo, cuando uno iba al trabajo de lunes a viernes y descansaba el fin de semana, hoy el fin de semana solo existe en nombre y nada más. Porque hoy se trabaja los fines de semana también. ¿Qué pasó con los sábados familiares cuando uno iba al campo o al parque a jugar y a divertirse con la familia?, ¿qué pasó con los domingos de ir a la iglesia con la familia y adorar juntos a Dios? Eso ya no existe. Hoy las fábricas y tiendas deben estar abiertas las 24 horas al día, 7 días de la semana, pero a costa de qué, el cuerpo humano no fue hecho para aguantar el peso de la presión que este mundo quiere poner a la fuerza sobre nuestros hombros. El estado físico de la familia se está deteriorando, el estado físico del individuo se está agotando. ¿Pero eso le importa al mundo? Cloro que no, el mundo grita si no puede aguantar, entonces quítate del camino porque hay otros que sí pueden, y sí los hay, pero solo por un tiempo. Podrán aguantar el peso de la carga por cierta cantidad de semana, meses y hasta años, pero tarde o temprano el cuerpo se fatigará. Pero claro está, que tener billetes en el bolsillo, es mejor que tener salud física; tener dinero es mejor que tener familia y cuando ya no servimos para el mundo, entonces nos tira para la basura, esto no es lo que hace Jesús, pero esto sí es lo que hace el mundo y tú y yo lo hemos visto suceder una y otra vez. Jesús dice que la vida es más que comer y vestir, Jesús dice que si estamos trabajados y cargados que podemos dejar de hacer las cosas como el mundo dice y que podemos tomar su yugo y vivir de acuerdo a los principios establecidos en su Palabra y vivir una vida de descanso, claro que tenemos que trabajar, pero trabajar no es lo más importante de esta vida. Y si uno escoge el yugo del trabajo, el yugo del dinero o el yugo del mundo, pronto se verá acostado en un hospital, o aún peor en una casa funeraria, debido a que empujó su cuerpo físico más allá de lo límites. El mundo nunca te va a hablar de descanso, tal vez enseña que uno debe descansar sus ocho horas, pero no practica lo que predica y si enseña o practica el descanso, no te deja tiempo para Dios ni para la familia, o sea que debes descansar para poder trabajar y ¿qué de Dios y de la familia? Pues allá ellos, porque el trabajo es lo más importante y esto es uno de los trágicos resultados de rechazar llevar el yugo de Jesús. Otro de los resultados de no llevar el yugo de Jesús, es el no encontrar descanso para el alma, quiero decirte que el alma es el centro del hombre, es el verdadero tú. Es la parte de ti que se compone de mente, voluntad y emociones. Tú y yo muchas veces hemos fingido ser o sentir cosas que no somos ni sentimos, ya sabemos que es no saber hacer algo, pero fingir que sí lo sabemos hacer para que los demás no piensen que somos ignorantes, me acuerdo de una vez que lleve a mi hermano menor conmigo para levantar persas al gimnasio, le expliqué, que él no tenía que levantar la cantidad que levantaba yo, pues él no lo había estado haciendo el mismo tiempo que yo tenía de estar haciendo y que yo ya estaba acostumbrado. Sin embargo, mi hermanito quería comprobarme que él podía hacer todo lo que yo podía hacer, en su mente él sentía que si no levantaba el peso que yo levantaba, eso probaría que él era inferior, así que comenzamos y yo miré que él se estaba esforzando mucho, mi hermano logro hacer todo lo que yo hice, pero pasó varios días grave y adolorido. Yo no iba a pensar menos de él, yo soy más grande y debo poder levantar más que él, pero su mente no podía descansar, tenía que comprobarme quién era él y tú yo, hacemos lo mismo. Caminamos por el mundo pensado que tenemos que impresionar a las demás personas, los jóvenes quieren impresionar a sus novias, los trabajadores intentan impresionar a sus  patrones, todos andamos impresionando y este es el resultado de llevar puesto el yugo del mundo y no el yugo de Jesús, aun los religiosos andan intentando impresionar a los demás con su nivel de espiritualidad, llevar el yugo de Jesús es aprender de Él y Jesús es manso y humilde, Él no anda impresionando a los demás, Él no intenta desquitarse con alguien cuando le hacen un mal, a Él no le importa si los demás le critican o le hacen burla, Jesús sabe quién es Él y quienes son ellos y cuando uno tiene esta seguridad, tiene descanso en su alma, cuando nosotros aceptamos la realidad de que Dios es Dios y que nosotros no somos dioses sino seres humanos creados para adorar a Dios con nuestras vidas, entonces no tendremos que andar fingiendo, podremos aceptar lo que somos y podemos descansar pues no tenemos que impresionar a nadie. Y esto nos trae al último punto que deseo que analicemos hoy, porque el resultado de rechazar el yugo de Jesús es llevar el peso y la carga de todo lo que hemos mencionado sobre nosotros y sobre nuestros hombros, el resto de la vida, para luego ir al infierno por toda una eternidad, ¿eso es lo que quiere tú? Pues no es lo que quiero yo, desde hace años me puse el yugo con Jesús, Él es mi Salvador, Él es quien me dirige por la vida, enseñándome el verdadero valor de las cosas. Si quieres puedes llevar el yugo de este mundo sobre tus hombros, puedes buscar la felicidad en el mundo y en todo lo que el mundo ofrece, pero lo lamentaras. O puedes hacer otra cosa, si estás cansado de andar buscando en el mundo, si te sientes fatigado y quieres descanso puedes venir a Jesús y llevar el yugo de Él, lo único que tienes que hacer, es ser honesto y sincero con É l, explícale que tu entiendes que la vida que llevas no es la vida que debes llevar, dile que estás arrepentido por haber resistido a poner su yugo y aceptar el yugo de este mundo. Dile que lo lamentas y que sabes que si sigues llevando el yugo del mundo vas a parar en el infierno por toda la eternidad, dile que sabes que Él murió por ti y que resucitó y que hoy te ofrece vida eterna y dile que quiere que quieres que te perdone y que entre a tu corazón, para ser tu único y suficiente Salvador. Acepta su yugo antes de que sea demasiado tarde, será la mejor decisión que has tomado en tu vida, te lo aseguro. Vamos a orar. Padre, ayuda a mis amigos a tomar este importante paso, hazles sentir el peso del yugo que llevan, hazles saber que el yugo de Jesús es el único que puede darles el resultado positivo que tanto anhelan, ayúdales a comprender esta verdad.  Te lo imploro en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 13, 2023
Llevad mi Yugo Sobre Ti

¿Por Que El Yugo De Jesús?
No sabes cuánto me alegro de que estés conmigo otra vez, para seguir nuestro estudio acerca del Yugo de Jesús. Es lamentable saber que la vida es tan corta y que si uno no aprovecha bien su tiempo puede llegar a desperdiciarla por completo.   Muchas personas no tienen las mismas oportunidades que otras que otras tienen, algunas tienen ventajas que otras nunca tendrán. Si alguien nace con una familia con muchas facilidades económicas, tendrá la ventaja de poder recibir una buena educación, asistiendo a las mejores escuelas y universidades, tendrá la fortuna de comer bien, recibir buena atención médica y al mejor vestuario. En realidad, cuando me pongo a pensar en esto, no me siento muy bien, ¿Qué culpa tiene uno haber nacido en una familia muy pobre? Y al meditar un poco más acerca de este asunto, siento que es una injusticia que algunas personas tengan ventajas. Pienso que todas las personas deberían tener que comenzar en cero y luego subir la escalera de la vida, sin embargo, las cosas no son como a mí me parecen que debieran ser. Además de eso, ¿quién dice que la vida se trata de tener una buena educación, la mejor atención médica y buen alimento? Jesús nos dice en Mateo 6:25 “No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”. Y esto nos trae a una realidad digna de ser estudiada con gran empeño. Si la vida no se trata de vestirse bien, tener la mejor educación y el mejor alojamiento, ¿Entonces de qué se trata? Esto es lo que hemos intentado establecer en los últimos tres estudios. Lo que vemos es que la vida no se trata de comida o de lo que vestimos, ya hemos hablado de cómo el mundo tiene su mensaje, predicando que el éxito de la vida se encuentra en los bienes materiales que uno puede acumular, pero Jesús dice en Lucas 12:15 “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”. Entonces llegamos a un desvío en el camino de la vida, vemos que hay dos caminos. Uno de los caminos sigue adelante con señales puesto por el mundo, el otro lleva las señales establecidas por la Palabra de Dios y nosotros tenemos que decidir ¿cuál de los caminos vamos a tomar? Uno de los caminos es construido por el mundo y el otro camino es construido por Jesús y con este pensamiento bien arraigado en nuestra mente, quiero que busquemos nuestro texto esta semana, para ver qué podemos aprender el día de hoy Mateo 11:28-30 dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprender de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. ¿Por qué es que Jesús puede hacer esa invitación? ¿Qué le da el derecho a Él de decir que su manera es la correcta?, ¿por qué razón vamos a preferir su manera de hacer las cosas, sobre la manera en que el mundo ha establecido que se deben hacer?, ¿por qué es que uno escogería unirse en yugo con Jesús, habiendo otros yugos más atractivos? Todas estas preguntas son válidas y conste que hay muy buenas respuestas, quiero darte unas buenas razones, por las cuales debemos llevar sobre nosotros el yugo de Jesús y no el de ningún otro. En primer lugar, Jesús es el creador de todo lo que hay. Juan 1:3 dice “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. Nosotros debemos someternos a llevar el yugo de Jesús, porque Él nos ha hecho. Todo niño varón ha tenido sus juguetes plásticos, yo me acuerdo de un paquete de cien piezas que me regalaron cuando yo era niño, saqué todos los soldaditos y los pues en orden, luego decidí cuales de los soldados iban a hacer los buenos y cuales iban a hacer los malos, después de hacer esto los puse en sus lugares correspondiente y se iniciaba la batalla. Siempre los soldados buenos serían los vencedores, yo decidía quienes morirían en batalla y quienes solo quedarían heridos, pero en todo el tiempo ninguno se quejó, no tenían por qué hacerlo, pues yo era el dueño de ellos y si se hubiese quejado alguno, más rápido lo hubiese enviado al frente. Menos mal que yo no soy Dios, Verdad. Pero sí quiero hacer énfasis en el hecho de que si alguien tiene derecho a dirigir sus vidas es Jesús, Él te ha creado, Él es quien establece las reglas de la vida, Él es quien dicta sentencia, Él es quien tiene en sus manos las llaves de la vida y de la muerte; y aunque nos da libertad de escoger nuestro propio camino, finalmente todos rendiremos cuentas ante él queramos o no. En vista de que Jesús es el Creador de todo lo que existe, ¿Por qué razón íbamos a querer poner nuestro destino en manos de otra persona? Es ilógico, sin embargo, hay muchos quienes no quieren aceptar el hecho de que Jesús es el Creador, lo triste es que algún día lo van a lamentar, pero será demasiado tarde. En segundo lugar, Jesús es el único que merece que llevemos su yugo, ya hemos establecido que tiene derecho de ofrecernos su yugo por ser el creador, esto en sí hace que Él sea el único que merece nuestra obediencia y sumisión, pero déjame preguntarte esto ¿quién es la persona que más se ha sacrificado por ti? Y antes de que contestes, permíteme aclararte lo siguiente. Probablemente tú me ibas a nombrar a tu mamá, o a lo menos uno de tus padres, pero quiero que medites un segundo, en el hecho de que nuestros padres hacen lo que hacen por el simple hecho de que son nuestros padres, ellos no son así con todos los hijos del mundo, tienen un interés especial. En primer lugar, si hacen un mal trabajo con nosotros van a ser criticados por ser malos padres y ahí va incluido el egoísmo personal, y en segundo lugar muchos padres esperan algo a cambio, saben que algún día van a estar viejos y que van a necesitar del cuido de sus hijos, ellos saben que una buena obra merece otras, y aunque eso suene un poco duro, es la verdad y no lo podemos negar. De una cosa podemos estar seguro, ningún padre por bueno que sea va a tolerar por mucho tiempo a un hijo malagradecido. Pero Jesús, Jesús sí. Cuando nosotros escupimos en su rostro, cuando usamos su nombre en vano, cuando le pusimos una corona de espinas en su cabeza, cuando clavamos sus manos y sus pies a una cruz, Él todavía nos miró, volvió la mirada al cielo y dijo “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” cada uno de nosotros merecemos ir al infierno por pecar en contra de Dios. Pero Jesús tomó nuestro lugar en la cruz y pagó la deuda de pecados de todos lo que aceptarían su yugo. En tercer y último lugar, el yugo de Jesús es el único que nos llevará a un final feliz, Hechos 4:12 dice “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos”. Uno puede ponerse todos los yugos que quiere, uno puede ponerse el yugo de la religión, el de la fama, el de la fortuna y cualquier otro yugo que quiera, pero esos yugos no llevan a la felicidad. Proverbio 14:12 dice “Hay camino que al hombre les parece derecho; pero su fin es camino de muerte”. El hombre ha inventado muchos caminos, muchos de los caminos parecen ser buenos. Por ejemplo, tenemos el camino de buenas obras, pero uno puede hacer todas las buenas obras que quiere y no ir al cielo. También tenemos el camino de María y los santos, ellos fueron muy buenas personas y seguramente deberían poder llévanos al cielo, pero esto no es lo que dice Jesús. Jesús dice en Juan 14:6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Existe muchas otras razones por las cuales debemos llevar el yugo de Jesús, pero siento que con estas son suficientes, además de eso el tiempo se nos ha terminado, solo recuerda esto: Realmente el yugo de Jesús es el único que debiéremos de aceptar, llevar el yugo de cualquier otro, podría ser desastroso. Vamos a orar. Padre, te suplico que ayudes a mis amigos a comprender que si llevan puesto el yugo de cualquier otra persona que no sea Jesús, van por mal camino. Jesús es el único quien tiene derecho y que merece que llevamos su yugo. Te pido que, si hay alguno cansado y trabajado, que hoy encontrará descanso para su alma en la persona de Cristo, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 12, 2023
Llevad mi Yugo Sobre Ti

Su Yugo Es Fácil Y Su Carga Ligera
No sé qué me da cuando escucho comentarios de personas que siente, que Dios es un ser Supremo que se divierte a costilla del hombre. Sus comentarios incluyen frases como: “si Dios es amor, ¿por qué permite que haya tanta hambre en la tierra? O si Dios es amor ¿por qué hay terremotos y huracanes? O si Dios es amor ¿por qué permite las guerras?   Esos comentarios me molestan, porque yo conozco a Dios y Él sencillamente no es así. Yo no entiendo porque el hombre, siempre quiere excusarse de sus responsabilidades y justificar sus propios fracasos. Hemos estado estudiando acerca del yugo de Jesús, hemos hablado de cómo el hombre se lanza a la vida, intentando encontrar felicidad y satisfacción. Hemos hablado de cómo el hombre por la mayor parte se desilusiona al darse cuenta de que la vida no es lo que él esperaba. Una vez que se le acaban las energías se da por vencido y cae en una depresión increíble, porque quizás ha conseguido lo que deseaba, pero aún no es feliz y ya no tiene más energías para continuar en la búsqueda del éxito. Eso es lo que le sucede por llevar el yugo que le es impuesto por la sociedad, al llegar a este momento, el hombre se encuentra cansado y trabajado, su alma está triste y lo único que desea es descansar y tener un poco de paz y tranquilidad y es aquí donde entra Jesús ofreciendo su yugo. Vamos en nuestra Biblia, a Mateo 11:28-30 dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Nuevamente quiero hacer énfasis, en el hecho de que, para aceptar el yugo de Jesús, uno tiene que estar cansado y trabajado, o sea que ya no quiere seguir viviendo de la manera en que ha estado viviendo. Si uno tiene pensado continuar la búsqueda de la felicidad, satisfacción y éxito en las cosas del mundo, es porque no está cansado. Si uno tiene energías para pensar que puede con el mundo a solas y está decidido de que no necesita la ayuda de nadie, sino el ejemplo de otros hombres avaros no podrá llevar el yugo de Jesús. Uno tiene que reconocer que la manera en que el mundo hace las cosas, no le llevará por buen camino, tendrá que estar cansado de intentar encontrar felicidad en cosas materiales y tendrá que admitir que Jesús es la respuesta a su dilema, solo así es que podrá llevar el yugo de Jesús. Tampoco podrá entrar al yugo confiando en otras personas o cosas, un yugo es para dos y el yugo de Jesús solo toma en consideración a dos personas: Jesús y uno mismo. Si uno quiere ponerse el yugo con Jesús y María, no se puede. Si uno quiere llevar el yugo de Jesús y los santos, no se puede. Si uno quiere llevar el yugo de Jesús y la religión, no se puede. Cuando uno acepta el yugo de Jesús, tiene que confiar únicamente en Él y punto. Otra cosa que uno tiene que hacer es, como dice nuestro texto, aprender de Él, porque Él es manso y humilde de corazón y luego dice que encontraremos descanso para nuestras almas porque su yugo es fácil y ligera su carga y eso es lo que deseamos estudiar el día de hoy. Cuando uno observa la vida de Jesús, naciendo en un establo junto con animales, creciendo en el hogar de un carpintero judío, mientras su nación estaba bajo dominio Romano, siendo criticado por los religiosos de sus días y finalmente dando su vida para ser clavada en una cruz, para salvar a las mismas personas quienes les estaba crucificando, no nos viene a la mente una vida fácil ni agradable. Y cuando pensamos en las enseñanzas de Jesús, tales como: si el enemigo te pega en una mejilla tú ponle la otra y si te pidiere que le lleves su carga por un kilómetro, tú llévale dos y si te maldijeran, tú bendíceles. Entonces la cosa seria aún más difícil de aceptar. Pero el asunto es que tenemos que comprender que a veces lo que aparenta ser no es. Por ejemplo, el joven piensa que si solo puede casarse será feliz, pero luego encuentra que, aunque está casado no es completamente feliz, de hecho, con la nueva relación, vinieron nuevas responsabilidades y deberes que han hecho que su carga sea aún más pesada. El pobre piensa que con obtener dinero será feliz, pero luego se da cuenta que hay personas que desean quitarle su dinero y así como se gana también se gasta, después de unas cuantas ulceras estomacales, se da cuenta que el asunto de tener dinero no es lo que aparentaba ser, especialmente cuando todos los familiares están tocando la puerta para pedir préstamos. Así que muchas veces, las cosas no son, lo que aparentan ser. Yo he encontrado, que la felicidad del hombre se encuentra en cumplir el propósito por el cual fue creado, la Biblia enseña que hemos sido creados para traer un rey gloria a Dios y si fuimos creados para eso y no estamos cumpliendo con el propósito por el cual fuimos creados, es imposible que seamos felices. La manera en que uno trae honra y gloria a Dios es por medio de permitir que Jesús viva su vida en nosotros, Por eso es que el apóstol Pablo escribe en Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy justamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mimo por mí”. Y es por eso que Jesús señala que su yugo es fácil y ligera su carga, porque es Jesús quien hará todo el trabajo, lo único que uno tiene que hacer, es someterse a su dirección. Ahora, ¿qué es lo que hace que la carga de Jesús sea ligera? Lo que hace que la carga de Jesús sea ligera es el hecho de que lo único que le interesa a Él, es hacer la voluntad del Padre. Jesús no está interesado con impresionar a las demás personas con su habilidad, fama y fortuna, Jesús no se preocupa por tener un carro como el del vecino para ser aceptado por la sociedad. Jesús no está interesado en llegar hasta la cumbre de la montaña, solo para probarles a los demás que Él puede hacerlo. Lo único que le interesa es hacer la voluntad del Padre, eso es todo. ¿Por qué le interesa a Jesús eso? Pues le interesa porque esto es lo que trae satisfacción al hombre, en esto radica el éxito de la vida, todo regresa al asunto de que si estamos cumpliendo con el propósito por el cual fuimos creados. No fuimos puestos para impresionar a los demás, fuimos creados para servir a Dios por medio de servir a la humanidad en su nombre y esto no se puede lograr a menos que una persona tenga la ayuda de Dios, por eso es que uno debe ponerse el yugo de Jesús. Jesús conoce cada paso del camino, Él es el único quien puede complacer al Padre, así que si estoy en el yugo con Jesús y Jesús está guiando mientras que yo coopero, entonces Él complacerá al Padre, yo complaceré al Padre y sentiré gozo, paz y satisfacción porque estoy cumpliendo con el propósito por el cual fui creado. Claro está que existen algunas personas, quienes están metidas en iglesias y religiones, pero no tiene satisfacción, el problema es que no se están sometiendo a la dirección de Jesús, están intentado hacer las cosas a su manera, en vez de dejar a Jesús dirigir, ellos están intentado llevar la carga, lo triste es que Jesús dice: yo te dije que yo llevaría la mayor parte de la carga, no entiendo por qué insistes en llevarla tú, es demasiado pesada para ti, de hecho, tú no la puedes llevar. Has estado llevando la carga, en vez de permitir que Jesús te enseñe cómo. Si es así es buen tiempo para pedirle perdón, deja que Él te dirija, deja que Él tome los pasos. Nuestro deber es simplemente obedecer y si Jesús dice algo, debemos hacerlo de inmediato. De esta manera su poder estará con y en nosotros y la carga será muy ligera y fácil de llevar. Vamos a orar Padre, el estudio de hoy me ha tocado a mí, tú sabes que muchas veces he deseado llevar la carga a solas, es un milagro que no he quedado completamente devastado, quiero darte las gracias por acordarme, que lo único que tengo que hacer es ser obediente y que Tú harás el trabajo. Ayúdanos a todos a recordar esta valiosa lección, verdaderamente tu yugo es fácil y ligera tu carga y nosotros te damos las gracias por ello, en el nombre de Jesús.  Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 11, 2023
Llevad mi Yugo Sobre Ti

¿Cómo Se Lleva El Yugo De Jesús?
En el estudio pasado hablamos acerca de un yugo y cuál era su función, notamos que muchas personas se lanzan a la vida con vigor y entusiasmo, pero que después de poco tiempo las energías se les acaba, se dan cuenta de que las cosas no eran precisamente como ellos pensaban y la vida con sus responsabilidades se vuelve una carga pesada.   Añadimos a esto, la culpabilidad que uno siente por no haber hecho caso a los consejos. La culpabilidad de haber cometido demasiados errores y el sentir que no podemos reparar mucho del daño que hemos causado y con todo eso, uno se siente cansado de la vida. Todo esto viene a que uno se ha puesto el yugo equivocado, la mayoría de las personas se han enyugado, si es que existe ese término, con el mundo y lo triste de esto es que el mundo va sin dirección y no coopera. Lo que el mundo hace es que utiliza tus fuerzas hasta gastarlas todas y luego te deja tirado para ocupar las fuerzas de otra víctima. El mundo promete todo, pero es una mentira, solo con el propósito de utilizarte y luego deshacerse de ti. Si es cierto lo que estoy diciendo, y sé que lo es ¿qué podemos hacer para cambiar esta situación? Esa es la pregunta de oro para el día y la respuesta es sencilla, cambiar de yugo. Pero si no vamos a aceptar el yugo del mundo entonces ¿qué yugo vamos a aceptar? Y esto nos trae a nuestro estudio de hoy. Antes de analizar lo que debemos hacer, vamos a nuestro texto para esta serie de estudio titulada “Llevad mi yugo sobre vosotros” nuestro texto es Mateo 11:28-30 y dice así “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Como dijimos anteriormente la respuesta es, cambiar de yugo. Luego nos preguntamos, pero ¿cuál yugo nos vamos a poner? Vemos en nuestro texto que Jesús nos hace una invitación, de ponernos en yugo con Él, y ahora tenemos que hacernos otra pregunta ¿cómo es que uno puede llevar el yugo de Jesús? Esto es lo que deseamos analizar, en nuestro estudio hoy. En primer lugar, tenemos que reconocer que la invitación que Jesús hacer, es para aquellos que están cansados y trabajados, en este caso la edad no tiene importancia, sino el estado de nuestra alma. Notamos en el texto que Jesús dice “Y hallaréis descanso para vuestras almas”. Antes de continuar, déjame explicarte un poco acerca del alma. El alma se compone de mente, voluntad y emociones, es el centro del hombre, es el verdadero tú. Es la parte de ti que piensa, toma decisiones y ejecuta órdenes, es el centro del hombre, es la parte más importante del hombre, es la parte más valiosa del hombre. La Biblia demuestra esta realidad con las palabras: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiera su alma?”. Habiendo dado esta explicación, regresamos al asunto de que, para ponerse uno  el yugo de Jesús, no depende de edad sino del estado de alma ¿cómo está tu alma?, ¿tu mente ha realizado el hecho de qué hay algo mal?, ¿ya no tienes voluntad de seguir viviendo la vida que llevas?, ¿emocionalmente estás aparentando ser una roca frente a los demás, pero por dentro tienes ganas de gritar y llorar? Si has estado meditando en el hecho de que las cosas del mundo nuca van a poder traerte felicidad; si has notado que no importa lo que avanzas no eres satisfecho; si estás fastidiado con la hipocresía del mundo. Entonces esa es una buena indicación de que tu alma ya está cansada. ¿Estás cansado de aparentar una mentira frente a tu familia, el jefe de trabajo, tus amigos y todos los demás? Entonces déjame decirte que eres un buen candidato para aceptar el yugo de Jesús, porque este es el estado en que se tiene que encontrar el alma para poder ponérselo, aquellos quienes todavía quieren fingir y seguirse lanzando sin dirección al mundo, nunca aceptaran el yugo de Jesús, ellos quieren ignorar el vacío que sienten en sus almas, ellos quieren seguir tras la fama y la fortuna, y nunca estarán dispuestos a abandonar su estilo de vida para seguir los principios de la vida, ¿Por qué? Pues porque no están cansados ni trabajados, su alma no se encuentra en la condición necesaria para aceptar el yugo de Jesucristo y eso es lamentable. Nuevamente, quiero hacer énfasis, de que no estamos hablando de edad aquí, yo no he dicho que tarde o temprano el individuo se dará cuenta de su error y luego aceptara el yugo de Jesús, hay millones de personas que mueren diariamente y van al infierno: niños, jóvenes y también adultos. No van al infierno por su edad, van al infierno por no estar en yugo con Jesús. Al mismo tiempo, hay niños que tienen ocho, nueve años de edad y en su alma están cansados y trabajados, reconocen que el mundo no tiene nada que ofrecer y que Jesús sí y vienen a Jesucristo y aceptan su yugo. Y es por eso que te digo que no estamos hablando de edad, sino del estado del alma de uno. En segundo lugar, uno tiene que reconocer que el yugo de Jesús es el único que puede llevarle por buen camino y darle el descanso necesario que el alma tanto necesita. Mientras unos están dispuestos a buscar el descanso en otras cosas, no aceptara el yugo de Jesús. Hay quienes quieren ponerse el yugo de la religión, el yugo de María, el yugo de los santos, el yugo de las buenas obras y muchos yugos más. Pero el yugo de Jesús es el único yugo que sirve, solo Jesús puede cambiar la vida de uno, solo Jesús conoce el camino, solo Jesús puede dar dirección. La Biblia demuestra esta realidad una y otra vez, Jesús mismo dijo que Él es el camino y que nadie viene al Padre sino por Él. Las Escrituras dicen que Él es el único mediador entre Dios y los hombres, la Palabra dice que en uno solo hay salvación y que no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos. Recuerda que el yugo es para dos, no hay lugar para ti, otra persona o cosa y luego Jesús. Solo hay lugar para Jesús y tú y a menos de que la persona esté dispuesta a aceptar esta verdad, no podrá ponerse el yugo de Jesucristo. En tercer y último lugar, uno tiene que estar dispuesto a hacer las cosas en la manera que Jesús dice y no a la manera que uno piensa que deben a hacerse, a lo mejor tú tienen tu opinión acerca de muchas cosas y como cambiarlas, pero si es así, no podrás ponerte el yugo. Jesús es el de la experiencia, Él creó el mundo y todo lo que existe, Él no necesita nuestras opiniones. Por eso la invitación es al que está cansado y trabajado, uno tiene que haber llegado al punto de decir, estoy terminado, ya no puedo más, ya no voy a seguir lanzándome inútilmente para volver a fracasar, yo sé que Jesús tiene las respuestas y voy a hacer las cosas como Él dice, yo me voy a poner el yugo de Él y voy a cooperar con Él, permitiéndole guiarme a mí y a mi destino eterno. Él conoce el camino, así que me rindo a su dirección. Le seguiré a donde quiera que Él me quiera llevar, yo no voy a luchar para hacer las cosas a mí manera, ni a la manera de los demás, yo voy a entregar mi vida a Cristo Jesús y esta es la única manera que uno puede ponerse su yugo. Escúchame, no importa la edad que tengas. Pero si ya estás cansado, si reconoces que Jesús es la única respuesta, recibe su yugo. Di en tu alma, Señor Jesús, yo estoy cansado, he tratado de hacer las cosas a mi manera y todo me ha salido mal, te he estado ignorando por tanto tiempo, pero ya no aguanto. Hay un vacío en mi ser y yo sé que solo tú lo puedes llenar. Perdóname por no haber venido a ti antes, en este momento me arrepiento de todo lo que he estado haciendo, yo quiero unirme contigo en tu yugo, acepto tu yugo sobre mi vida, dirígeme desde hoy en adelante, porque yo solo quiero seguirte a ti. Sabes qué, si haces esto de corazón, yo te prometo que encontrarás descanso. ¿Cómo puedo estar yo tan seguro de ello? Pues porque la Biblia lo dice y Dios no miente. Vamos a orar. Padre, en este momento quiero pedirte por todos mis amigos quienes me escuchan, muchos de ellos están cansados. Padre, muchos de ellos siguen buscando desesperadamente aquella cosa, aquella persona quien puede llenar ese vacío, que ellos sienten en el alma. Ayúdales a comprender que necesitan dejar de buscar porque es Jesús, ayúdales a aceptar el yugo de Cristo en este mismo momento, porque te lo suplico con todo mi corazón, en el nombre de Jesús.  Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 10, 2023
Llevad mi Yugo Sobre Ti

El yugo Y Su Función
El pensamiento primordial que permanece en la mente de la mayoría de las personas hoy en día es, ¿cómo puedo obtener en la vida lo que deseo sin tener que trabajar por ello?   Miles de personas juegan a la lotería manteniendo sus dedos cruzados, con una esperanza inútil de llegar a ser millonarios y así vivir el resto de la vida felices, otros buscan cómo robar y estafar sencillamente porque es más fácil que trabajar y muchos cuando ven que nunca van a lograr las cosas fácilmente, y que van a tener que sudar para llegar a hacer algo en la vida, buscan un refugio en las drogas o licor, intentado así escaparse de la realidad. Es necesario que entendamos que, para tener verdadero éxito, uno va a tener que invertir tiempo y energía. O sea, que si vamos a llegar a tener algo que realmente puede ser considerado como “éxito” vamos a tener que luchar por ello. Esto es cierto en cada fase de la vida, en nuestro empleo, estudios y relaciones con otras personas, vamos a tener que trabajar fuertemente, sino echaremos a perder todo. Negocios que no luchan por mantenerse a flote, se hundirán en un mar de competencias; matrimonios que no luchan por mantener una buena comunicación, terminaran en divorcios; estudiantes que no luchan por mantener sus notas a nivel, fracasaran en sus estudios. En fin, en cada fase de la vida, tenemos que luchar, si es que queremos salir adelante. Aunque todo lo que estoy diciendo aparenta ser algo negativo, el estudio de hoy no lo es, porque Dios nos ha provisto una ayuda, para auxiliarnos en tener éxito en la vida, es un utensilio de trabajo que está conectado al poder más grande del universo “Dios mismo”. Estoy hablando de un yugo, es un instrumento de trabajo conocido por todo campesino. Antes de que llegara la maquinaria moderna, que hoy conocemos para el trabajo agrícola, las yuntas de bueyes eran muy conocidas, y consten que no han pasado de moda todavía, pues mucho de los que me conocen todavía trabajan con animales domésticos, que han sido adiestrados para servir al hombre en el desempeño de sus labores. Un yugo, según el diccionario Larousse, es una pieza de madera, que se coloca en la cabeza de los bueyes o mulas para unirlos. Antes de continuar, quiero hacer énfasis en el hecho de que, no estoy llamando animal a nadie, aunque a veces cuando se trata de la testarudez, es difícil distinguir entre nosotros y los ya mencionados. Pero lo que sí quiero dar a entender, porque Jesús así lo hizo también, es expresar la realidad de que Dios quiere que seamos compañeros suyos en esta vida, trabajando juntos para la honra suya y bienestar nuestro. Por eso es que Jesucristo en Mateo 11:28-30 dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Lo malo de esto, es que cuando oímos la palabra yugo, a continuación, viene a nuestra mente la figura de un instrumento de tortura o esclavitud, ya no nos sentimos libres, nos viene a la mente un malhechor esposado al brazo de la ley y esto es precisamente lo que satanás quiere que pensemos, es por eso que tenemos descartar de inmediato esa figura. Lo que debe venir a nuestra mente, es la figura de compañerismo, la figura de alguien fuerte ayudándonos cuando sentimos que no podemos continuar; la imagen de alguien quien conoce cada paso del camino y el que estará allí para ayudarnos en los momentos alegres de la vida, pero también en los momentos más pesados y tristes;  el cuadro de Dios dando dirección en cada fase de la vida, sea en el matrimonio, el negocio, el gobierno, la familia, la iglesia, el deporte y en cualquier otra área que podríamos mencionar. Dios ayúdanos, no como un dictador malévolo, sino como un amigo, cuyo único interés, es nuestra felicidad y bienestar. No sé si has tenido alguna vez el privilegio de ver trabajar a un par de bueyes con el yugo, ya sea arando o halando una carreta, yo he tenido la oportunidad de experimentar este evento muchas veces, hasta se me ha dado la libertad de guiar en una ocasión y te digo que fue una experiencia inolvidable, ya que no había frenos ni pedal de gasolina, ni nada así por el estilo. Los bueyes trabajaban con señas y cuando uno deseaba echarlos a andar o deseaba detenerlos, tenía que hacer ciertos sonidos. El desconocer los sonidos, resultaría en algo desastroso. Pero lo que más me ha llamado la atención, ha sido el ver entrenar a un buey nuevecito, lo que hacen es ponerle con otro que ya tiene experiencia y te cuento, que el que sufre nos es el nuevo sino el de más tiempo, pues el nuevo comienza a luchar con fuerza en contra de la carga que está halando, en vez de cooperar con el buey que sabe lo que está haciendo. Al principio sentí una gran tristeza por el buey viejo, ya que el joven quería tomar el control, haciendo que todo el trabajo saliera mal, pero el buey de más edad tuvo paciencia y continuó su trabajo. Finalmente, lo que sucedió, es que el buey nuevo se dio cuenta que había estado cometiendo un error, dejó de luchar con la carga y comenzó a cooperar con el otro de más experiencia. Desde ese momento en adelante, el trabajo fue menos pesado para ambos. A propósito, ¿cómo van tus cosas en tu vida?, ¿cómo va tu matrimonio, el negocio, los estudios y todo eso?, ¿Estás satisfecho con lo que has logrado?, ¿eres feliz?, ¿vas por buena dirección o caminas sin rumbo, aceptando cualquier cosa que te sale? Conozco a muchas personas que no tienen ninguna dirección, se han lanzado a la vida con todas sus energías, pero ya ha pasado tiempo, las energías se le han acabado y no tiene nada que mostrar en cuanto concierne a progreso. Ya están trabajados, están cargados y no tienen satisfacción, no pueden descansar y andan buscando desesperadamente un momento de refrigerio, algo que los anime a continuar. Algunos de ellos tienen casas muy bonitas, tienen dinero y un puesto de respeto dentro de la sociedad, pero aun con todo esto no son felices, se sienten cargados y están cansados de la vida que llevan, no tiene paz; pensaron que la fama y fortuna les traería felicidad, pero no fue así; tomaron una dirección y se lanzaron a ella, pero no fue la dirección correcta. Hoy quisieran regresar y comenzar de nuevo, pero no se puede; siente un peso increíble y no pueden con la carga y es aquí donde entre el escenario el Señor Jesucristo, humildemente ofreciendo su ayuda. Él dice, si estás trabajado y cargado, ven a mí y yo te haré descansar. ¿Cómo es que Jesús ayudara a descansar a uno? Lo hará por medio de acompañarlo en la vida, dándole dirección, lo que uno tiene que hacer es admitir, que uno no puede a solas y aceptar el yugo de Jesús y de esta manera Jesús caminará con uno a través de la vida, dándole la dirección correcta, y al hacer esto la persona encuentra paz y satisfacción, hará algo con su vida y se sentirá muy a gusto porque habrá hecho las cosas correctamente. Hace ya muchos años, que yo acepté el yugo de Jesús, ha habido veces que yo, así como el buey nuevo, he intentado dominar, pero Jesús ha sido paciente conmigo, cumpliendo su deber y promesa. Hoy he aprendido a descansar, Jesús hace la mayor parte del trabajo y yo solo copero con Él, haciendo lo que Él dice. Él es quien conoce cada paso del camino, conoce donde están todos los lugares peligrosos, al igual que los lugares donde hay mejor pasto, Jesús me ha enseñado a ser manso y humilde de corazón, me ha ayudado a reconocer la voz de Dios y serle obediente, tengo paz ¿la tienes tú? Si tu respuesta es no, puedes tenerla. Lo único que tienes que hacer es venir a Jesús y llevar su yugo. Vamos a orar. Padre vengo a tu presencia, en este momento, para pedirte por todos mis amigos, quienes están hastiados de la vida. Padres han buscado felicidad en una y otra cosas, pero no la han encontrado, siguen sin rumbos desesperados en encontrar un lugar de paz y descanso. Ayúdales a comprender que ese lugar se encuentra en el compañerismo con Jesús, dales el valor de venir a Él aceptando su yugo sobre sus hombros, te lo suplico en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 09, 2023

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